viernes, octubre 13

AUSENCIA DE DIEZ PRESIDENTES AUTONÓMICOS Y TRES MINISTROS


Entre las autoridades civiles, destacaron las ausencias de los ministros de Justicia, Fomento y Medio Ambiente, Juan Fernando López Aguilar, Magdalena Alvarez y Cristina Narbona, y de diez presidentes autonómicos. A la habitual ausencia del lehendakari, Juan José Ibarretxe, se sumaron otros dirigentes regionales que sí fueron a la edición anterior, como Maragall, Barreda, Camps, Iglesias y Rodríguez Ibarra.

No faltaron a la cita los presidentes del Tribunal Supremo y del Constitucional, Francisco Hernando y María Emilia Casas, y los máximos mandatarios de Andalucía, Manuel Chaves; Castilla y León, Juan Vicente Herrera; Asturias, Vicente Alvarez Areces; Cantabria, Miguel Angel Revilla; Canarias, Adán Martín; Baleares, Jaume Matas; Madrid, Esperanza Aguirre; y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón.

También asistieron el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, que se sentó junto al portavoz socialista, Diego López Garrido, con quien conversó durante los actos. En la tribuna de diplomáticos, el embajador de Estados Unidos, Eduardo Aguirre, estuvo charlando con su homólogo israelí, Víctor Harel.

El acto castrense se inició con la entrega de la bandera de España por parte de un paracaidista militar, que, junto a otros dos compañeros, saltó desde un helicóptero 'Cougar' para aterrizar con precisión ante la tribuna de autoridades.

Posteriormente, el Rey, acompañado por el presidente del Gobierno y los presidentes del Congreso y del Senado, Manuel Marín y Francisco Javier Rojo, presidió el homenaje a los que dieron su vida por España. Los encargados de colocar la corona de laurel ante la bandera nacional fueron un caballero legionario paracaidista, en recuerdo del último soldado fallecido en Afganistán, y un marino, por los dos tripulantes de la fragata Extremadura que perdieron la vida en diciembre pasado por una explosión accidental. La oración por los caídos, el toque fúnebre y la 'pasada' de la Patrulla Aguila dibujando los colores de la bandera de España antes de la salva de fusilería cerraron el homenaje.

El desfile, que salió de la Plaza de Emilio Castelar y recorrió el Paseo de la Castellana hasta la Plaza de Cibeles, comenzó con la exhibición aérea, en la que participaron 86 aeronaves. Una formación de 18 cazas F-18 lideró el despliegue de aviones de combate, seguida de ocho reactores Mirage F-1, cuatro cazas de enseñanza F-5 y cuatro cazas navales 'Harrier'.

Los cazas 'Eurofighter', volando en una formación de cuatro aparatos, dieron paso a las aeronaves de transporte, representadas por cuatro CN-235. A continuación, un avión cisterna realizó un ejercicio de reabastecimiento en vuelo con dos F-18. Llegó entonces el turno de los helicópteros, encabezados por cuatro aparatos de enseñanza, los pequeños Eurocopter 'Colibrí'.

Posteriormente, aparecieron los 'Cougar', liderando una formación de 18 aparatos compuesta por los Eurocopter EC-135, el helicóptero de ataque del Ejército de Tierra 'Bolkow' y los dos modelos de la Armada, el 'Sea King' y el 'Sea Hawk'. Tras la 'pasada' de los hidroaviones de la Fuerza Aérea, los denominados 'botijos', la Patrulla 'Aguila', cerró la exhibición dibujando en el cielo los colores de la bandera nacional.

DESFILE TERRESTRE

Una sección motorizada de la Guardia Real marcó el comienzo del desfile terrestre, precediendo al mando de la Fuerza, el general de Brigada Alberto Asarta, jefe de la Brigada Acorazada Guadarrama XII (BRIAC XII), acompañado por su Estado Mayor y una unidad de veteranos.

Seguidamente, llegó la Agrupación Motorizada, compuesta por efectivos y material de la Fuerza de Acción Rápida, unidades de Artillería y del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros número 12. El grupo lo cerró una unidad motorizada de la Guardia Civil, tras los pasos de una compañía de reservistas voluntarios, presentes por primera en vez en su historia en el acto.

Como cada año, la Agrupación Mecanizada mostró los materiales pesados de las Fuerzas Armadas españolas. En este bloque, se exhibieron los blindados VAMTAC, los Blindados Medios de Ruedas y los carros 'Pizarro' y 'Leopard'. Las Unidades de Caballería Acorazada y de Infantería Acorazada-Mecanizada, seguidas por las Unidades Mixtas de Artillería Autopropulsada y de Apoyo, cerraron el paso de los vehículos.

HOMENAJE A LA KFOR

Posteriormente, la Agrupación de los alumnos de los Ejércitos, la Armada y la Guardia Civil encabezó el desfile de las unidades a pie, precediendo al paso de las banderas y los estandartes de Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Portugal y Suecia --los países con mando en la Fuerza de la OTAN en Kosovo (KFOR)--.

El homenaje a la misión aliada supuso el regreso de la enseña norteamericana al desfile del 12 de octubre, tras dos años de ausencia, y suscitó los aplausos de las tribunas de invitados y embajadores.

Tras los pasos del Tercio de Armada, el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, el Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey, la III Bandera Paracaidista y una compañía de Esquiadores Escaladores, desfiló una compañía de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que debutó en la parada militar y lució por primera vez su uniforme negro con boina amarilla.

Posteriormente llegaron las unidades con paso característico, la V bandera de la Legión, 160 pasos por minuto, y el Tábor de Regulares de Melilla y Ceuta, con una cadencia mucho menor al paso ordinario, 90 pasos por minuto. Pasadas las 12.00 horas, las unidades hipomóviles pusieron punto y final a la parada militar nacional.

Fuente:Madrid Press

No me toques la bandera



Al alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes (PSOE), le han tocado la fibra sensible. Artífice de la recuperación para los actos oficiales del “Himno a Segovia” y firme defensor del segovianismo —llegó a declarar que se sentía segoviano y español, pero no castellanoleonés—, Arahuetes ha sentido como un “desprecio intolerable” la retirada la bandera de Segovia, después de ser izada, en un evento deportivo celebrado en la capital, en unas instalaciones de la Junta de Castilla y León y por decisión de la propia administración regional, según lo cree el alcalde.


Lo que podría interpretarse como una mera anécdota, para Arahuetes supone un auténtico desprecio hacia la ciudad y “la gota que colma el vaso” en la “larga lista de desaires” de la Junta de Castilla y León hacia el Ayuntamiento de Segovia, según apuntaron fuentes próximas al Gobierno municipal; que no dudan en lamentar “la falta de diálogo, compromiso y colaboración” de la administración regional en una docena de proyectos impulsados desde el consistorio segoviano.

Pero, ¿Qué pasó con la bandera?. Arahuetes lo cuenta en detalle en una carta dirigida al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, a la que ha tenido acceso este diario, y donde el alcalde, en un tono muy directo y en ocasiones duro, le trasmite su “más profunda indignación” por los hechos.

Como se recordará, Segovia fue escenario los días 6,7 y 8 del XXVII Campeonato Nacional de Caballos Árabes, un evento en el que colaboraba el Ayuntamiento y que se celebró en las instalaciones de la Escuela de Capacitación Agraria —perteneciente a la Junta de Castilla y León—, que se emplaza a la altura del kilómetro 5 de la carretera de Arévalo. Según explica Arahuetes a Herrera en la carta, los organizadores requirieron al Ayuntamiento el viernes día 6 de octubre dos banderas de la ciudad de Segovia para que estuvieran izadas en los mástiles del campeonato; dando cumplimiento a esa solicitud esa misma mañana. De esta manera, al día siguiente, el sábado día 7, una de las enseñas fue izada en uno de los mástiles, ondeando junto a la bandera de España y a la de Castilla y León. Sin embargo, el domingo día 8 el primer teniente de alcalde, Juan José Conde advirtió “para su sorpresa” que la bandera de Segovia había sido retirada y colocada en su lugar otra de la Junta de Castilla y León —quedando dos enseñas de la Comunidad Autónoma y otras dos de España—.

Conde pidió entonces explicaciones a una persona de la organización que le comunicó que “se han recibido órdenes de la Junta de Castilla y León de arriar la bandera de la Ciudad de Segovia”; una acción que, según dice Arahuetes en la carta, se realizó “a plena luz del día, en pleno desarrollo del campeonato y ante la perplejidad de los organizadores, la propia dirección de la Escuela, y, por supuesto, de todos los asistentes al concurso”.

“Por estos hechos quiero transmitirte mi más profunda indignación”, dice Arahuetes en la carta, donde asegura que lo ocurrido es “absolutamente lamentable y reprobable” ; añadiendo que la retirada de la enseña se efectúo “aprovechando un momento en que ningún representante de la ciudad estaba presente”. Arahuetes “exige” una explicación a Herrera porque aunque “ignoro quien dio la orden de arriada de la bandera (...) lo que sí estoy seguro —dice— es que el responsable último de esa decisión eres tú como presidente de la Junta de Castilla y León”.


El alcalde llega a decir a Herrera —a quien se dirige como ‘amigo Juan Vicente’— que está dispuesto a “aguantar prácticamente todo tipo de actuaciones” de la Junta de Castilla y León hacia el consistorio segoviano — tales como, según Arahuetes, la ausencia de diálogo y colaboración de la administración regional en proyectos liderados por el municipio— “pero lo que nunca estaré dispuesto a tolerar —recalca— es un desprecio por parte de nuestra Comunidad Autónoma a la ciudad de Segovia, realizada a través de la enseña más importante que tiene nuestro municipio, como es nuestra bandera”.

Y es que el alcalde aprovecha la carta para trasladar a Herrera su malestar por la falta de respaldo que ha ofrecido la Junta a una decena de proyectos liderados por el Ayuntamiento; y expresar su queja por lo que denomina como“desprecio institucional”, haciendo referencia a que distintos consejeros de la Junta no reciban a ediles del consistorio segoviano “y ni siquiera a este alcalde”. Arahuetes reprocha a la Junta la “ausencia de diálogo” ante el proyecto del teatro Cervantes, el edificio de Unión Previsora o el Palacio de Enrique IV; los “contínuos retrasos” en el inicio de las obras de la Casa de la Moneda o la “residual colaboración” con la Fundación Don Juan de Borbón —la Junta redujo su aportación a la mitad— o con la edición segoviana del Hay Festival.


Arahuetes habla de “desprecio institucional” al proyecto de Segovia para la Capitalidad Europea de la Cultura 2016 —en alusión a la ausencia en la gala de presentación del proyecto de la consejera Silvia Clemente o del propio Herrera—; de la “imposibilidad de cerrar la Agenda Local 21”, de la “contínua demora” en el convenio para la Ciudad Deportiva de La Albuera; de la falta de respuesta ante la petición de una nueva depuradora; o de la “nula aportación” en la promoción turística de la ciudad. Además, el alcalde hace referencia a la “escasa inversión” de la Junta en actividades culturales — “es la única capital de provincia de Castilla y León —recuerda— sin auditorio, construído o proyectado”— y reprocha la “ausencia de participación económica” de la administración regional en el Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT).

“Te diría —continúa la carta— que incluso estoy dispuesto a soportar que la representación institucional de la Junta, desde hace dos meses, recaiga, casi únicamente, en la directora general de la Función Pública, casualmente candidata a esta Alcaldía por el PP [Beatriz Escudero], pero lo que nunca estaré dispuesto a tolerar es el desprecio” de la Junta a la ciudad Segovia a través de “nuestra bandera”. “No creo que en un acto como éste, que se realiza en Segovia, una vez izada la bandera de la ciudad, es decir la de todos los segovianos y segovianas sin distinción deba o pueda ser arriada sin recibir explicación alguna”, termina la carta.
Fuente:El adelantado de Segovia

El Consell aprueba doce escudos y cuatro banderas entre enero y septiembre de este año

La Generalitat, a través del Consell Tècnic d'Heràldica i Vexil.lologia, ha aprobado entre enero y octubre de este año un total de doce escudos y cuatro banderas, tal y como ha señalado el director general de Administración Local, José-Blas Molés, informaron hoy fuentes del Consell.

Por provincias, en la de Valencia se han aprobado durante este año siete escudos, que pertenecen a los municipios de Alcublas, Chulilla, Montroy, Potríes, Guadassuar, Villar del Arzobispo y Antella.

Por su parte, en la provincia de Castellón fueron aprobados dos escudos durante los nueve primeros meses de 2006, los de Cortes de Arenoso y Torreblanca, y tres banderas, las de Matet, Montán y Toga.

Del mismo modo, durante el periodo enero-septiembre de 2006 se aprobaron los escudos de los municipios alicantinos de Relleu, Salinas y Pilar de la Horadada, así como la bandera de Granja de Rocamora, según indicaron las mismas fuentes. José-Blas Molés destacó que la conselleria de Justicia, Interior y Administraciones Públicas, a través de la Dirección General de Administración Local, "continúa con la labor de recuperación de los símbolos municipales con el fin de mantener las señas de identidad de las localidades de la Comunitat Valenciana".

El director general de Administración Local explicó que el Consell Tècnic nació con el objetivo de "asesorar sobre la adopción de escudos y banderas, emblemas, tratamientos y honores de los municipios valencianos a partir de criterios históricos".


En 1990, la Generalitat decidió crear el Tècnic d'Heràldica i Vexil·lologia, que actualmente se encuentra adscrito a la Conselleria de Justicia, Interior y Administraciones Públicas. Hasta ese momento la Generalitat, que tenía las competencias en la materia desde 1984, continuaba solicitando informes a la Real Academia de la Historia y, en algunos casos, a Pere María Orts y Enric Llobregat, especialistas en heráldica valenciana para resolver las cuestiones planteadas en la materia, explicaron las mismas fuentes.

ORGANO CONSULTIVO

El Consell Tècnic d'Heràldica i Vexil·lologia es un órgano consultivo dependiente de la Conselleria de Justicia, Interior y Administraciones Públicas, especializado en heráldica, vexilología y distinciones, al que le corresponde emitir el dictamen de los procedimientos de adopción, rehabilitación o modificación de escudos y banderas, tratamiento y honores de las entidades locales, comentaron.

Este órgano tiene como objetivos recuperar parte de la historia del pueblo valenciano a través de su heráldica municipal, incorporar criterios y principios heráldicos que dignifiquen la heráldica municipal y recuperar aspectos de la heráldica valenciana, así como orientar a las corporaciones locales en el momento de aprobar, modificar o rehabilitar su escudo o bandera y dotar de identidad propia distintiva los escudos municipales valencianos.

El Consell Tècnic d'Heràldica i Vexil·lologia sigue como primer criterio a la hora de informar sobre un escudo la historia o los antecedentes heráldicos de un municipio, por ejemplo, los señoríos eclesiásticos o laicos a los que ha pertenecido el municipio, aunque nunca se utilizarán solas las armas de un linaje o una orden, según las mismas fuentes.

En el caso de que no existir antecedentes heráldicos o históricos para componer un escudo, se recurre a la etimología científica de la localidad, a elementos topográficos y arquitectónicos más destacados del municipio, así como castillos, torres o elementos religiosos como santos o patronos.
Fuente:Europa Press