miércoles, marzo 28

El alcalde estrenará nuevo despacho en el Palacio de Cibeles tras las elecciones


Las obras del Palacio de Telecomunicaciones de la Plaza de Cibeles, la nueva sede del Ayuntamiento de Madrid, continúan adelante, aunque con cierto retraso sobre los plazos previstos. No se espera un «estreno» oficial del edificio hasta después de las elecciones. El concejal de Hacienda y responsable de esta obra, Juan Bravo, confirmó a ABC que el traslado de los primeros despachos, incluido el del alcalde, no será posible hasta el verano.
Los trabajos de adaptación del palacio a sus nuevos usos comenzaron en septiembre de 2006, y tienen una duración prevista de 30 meses, lo que significa que el conjunto no estará terminado hasta el primer trimestre del año 2009. Para entonces, podrá ya utilizarse el nuevo salón de plenos, y la gran superficie central abierta al público y que se convertirá en lugar de actividades lúdicas y culturales.


Pero antes, será posible ocupar algunas partes del inmueble. En torno al mes de mayo estará ya acondicionada la zona que ocuparán los servicios jurídicos municipales. Éstos permanecen ahora en el edificio municipal de Mayor, 83, que por cierto está pendiente de su marcha para iniciar en él diversas obras de mejora.


Tras estos, llegarán los funcionarios adscritos a las áreas de coordinación, la secretaría técnica y la vicealcaldía. Y el alcalde estrenará su nuevo despacho en torno al verano, entre julio y agosto, una vez pasadas las elecciones y constituida la nueva Corporación municipal que salga de las urnas.


De momento, los primeros en trasladarse a la popular «catedral de las Telecomunicaciones» —llamada así por su belleza arquitectónica— han sido los responsables de la Oficina Olímpica Madrid 2016, que ocupan algunas salas del inmueble desde el pasado mes de febrero. Las obras de acondicionamiento del edificio, que siguen el proyecto del equipo de Francisco Rodríguez Partearroyo, tienen un presupuesto previsto de 67 millones de euros. Para este año 2007, existe una partida concreta de 10.821.726 euros para este fin. Las obras de reforma incluyen la construcción de un nuevo salón de plenos, además de una zona pública para exposiciones de un tamaño similar a varias veces la actual Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional de Madrid.


Ganó el concurso
El proyecto de Rodríguez Partearroyo para este edificio —proyectado por Antonio Palacios en colaboración con Otamendi— fue el ganador del concurso que convocaron a tal efecto el Ayuntamiento madrileño y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.


En él se incluye una cubierta acristalada sobre el actual patio interior, que permitirá utilizarlo en toda época del año y además, el acceso de luz natural al mismo. Todo ello, sin alterar el exterior del edificio, que cuenta con alta protección debido a su valor arquitectónico.
Un ascensor panorámico permitirá subir a la torre del inmueble, y en sus cuatro plantas se habilitarán pequeñas exposiciones explicativas. La última planta —que se corresponde con la número 11— será el lugar elegido para situar un mirador hacia la ciudad.


El acondicionamiento del palacio de Cibeles como sede del Ayuntamiento de Madrid ha sufrido todo tipo de avatares desde que se proyectó. La idea original procede del último gobierno de Álvarez del Manzano en la Alcaldía, y se plasmó —ya con Ruiz-Gallardón como regidor— en un convenio firmado en julio de 2003 para permutar este edificio emblemático y otros.
Un protocolo de 2004 rubricado por el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ponía el Palacio de Correos en manos del Ayuntamiento, que a cambio cedía al Ministerio de Industria otro inmueble en propiedad en el número 41 de la calle del Capitán Haya, una parcela de 70.000 metros cuadrados edificables en Sanchinarro y el «edificio de las Cariátides», en Alcalá 49, donde ahora está el Instituto Cervantes.


Desde entonces, se inició una pugna primero por desalojar el edificio de los inquilinos que lo ocupaban —funcionarios estatales—; y segundo por iniciar y realizar unas obras aún en marcha. Las previsiones iniciales apuntaban que la primera fase de las obras —el acondicionamiento de las zonas menos afectadas— se iniciaría en diciembre de 2004 para terminar en enero de 2005. Son los trabajos que ahora se espera terminar en torno a mayo.


La segunda fase, el grueso de las tareas, también están ya en marcha, y afectan a 33.000 metros cuadrados de edificio. Estas obras se espera que estén listas hacia el primer trimestre de 2009.

Valdemoro promueve la difusión de su patrimonio histórico, cultural y paisajístico con un premio sobre heráldica y un certamen de fotografía

El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Cultura y Turismo, ha convocado el Premio de investigación histórica “Villa de Valdemoro” y el I Concurso de fotografía “Villa de Valdemoro”, dos certámenes con los que el Consistorio pretende divulgar el acervo cultural y el patrimonio paisajístico, histórico y artístico del municipio. Entre ambos certámenes, en los que pueden participar todas las personas que lo deseen, se otorgarán premios en metálicos por valor 9.100 euros.
El premio de investigación histórica, en cuya convocatoria participa la revista de la Asociación de Comerciantes de Valdemoro, El Bazar, y cuenta con el patrocinio del Grupo Inmobiliario TPC, se podrán presentar estudios sobre heráldica relacionados con el municipio, ya se trate del escudo de armas de la villa, como el de algunas de las familias vinculadas a la población a lo largo de su historia.
Los escritos tendrán una extensión de entre 50 y 100 folios y se presentarán por duplicado bajo lema y plica indicando: “Revista El Bazar de Valdemoro”, Concurso de investigación histórica “Villa de Valdemoro 2007”, calle Gaspar Bravo de Sobremonte, s/n 28340 Valdemoro (Madrid). El jurado, que estará formado por personas de reconocido prestigio en la materia, otorgará un único premio dotado con 5.000 euros, aunque éste podrá quedar desierto.
Concurso fotográfico
Con la convocatoria del I Concurso fotográfico “Villa de Valdemoro” el Ayuntamiento quiere poner en valor el patrimonio artístico del municipio pero también sus fiestas, tradiciones o paisajes; para ello se han establecido dos categorías: en una podrán presentarse imágenes con tema libre y en la otra fotografías relacionadas con el patrimonio histórico de la villa. En cada caso se concederá un primer premio dotado con 1.000 euros y un segundo premio de 500 euros. También se reconocerá al mejor fotógrafo local con un premio de 600 euros y se entregarán cinco accesits de 100 euros cada uno.
Las imágenes tendrán un tamaño no inferior a 24x30 centímetros, ni superior a 40x60, y se remitirán al área de Patrimonio Histórico, situada en el Centro de Asociaciones, calle Río Manzanares, 4. 28340 Valdemoro (Madrid), indicando en el sobre I Concurso Fotográfico “Villa de Valdemoro” y el numero de fotografías que contiene.
El plazo de presentación de ambos certámenes finaliza el 29 de junio y las bases pueden consultarse en la página web del Ayuntamiento de Valdemoro, http://www.ayto-valdemoro.com
Para el Concejal de Cultura y Turismo, Juan Fernando Prado, “con estos concurso queremos canalizar el interés que la historia, el arte, el paisaje, las tradiciones y la cultura despiertan entre los vecinos de Valdemoro, y queremos hacerlo extensivo a todas aquellas personas que estén interesados en realizar trabajos de investigación relacionados con la heráldica de la villa. Por otra parte, pretendemos destacar la belleza del patrimonio artístico de Valdemoro, así como sus fiestas y costumbres populares mediante el arte de la fotografía. Creo que ambas propuestas contribuirán a difundir dentro y fuera de Valdemoro el extraordinario patrimonio artístico y natural que tenemos en el municipio y la riqueza cultural de sus tradiciones”.
Fuente:Gabinete de Prensa
Ayuntamiento de Valdemoro

Casco Vello retira las banderas de su muestra al exigirle la de España


La polémica parece rodear este año a las actividades paralelas a la Festa da Reconquista. Primero, la contienda política que sobrevoló sobre la designación de los Vigueses Distinguidos y la Medalla de la Ciudad. Ahora la controversia se ha trasladado a la exposición de los trajes de época que organiza la Asociación del Casco Vello. En la muestra se exhibían -además de los vestuarios tradicionales- las banderas de Vigo, Galicia, Francia y Portugal, pero no la española. Por ello, el Concello obligó a la inclusión de la roja y amarilla, "conforme a la Ley de Símbolos de Galicia". Sin embargo, en lugar hacerlo, la asociación ha decidido retirar todas las enseñas."No queremos entrar en polémica, que es lo que intentan crear los que protestan por una cosa como ésta", arguye Enrique Macías, presidente de la Asociación Casco Vello. "Así que retiramos las banderas sin tener que pedir disculpas a nadie, pues sólo las pusimos como fin decorativo y no por obligación", añade.


El concejal de Cultura, Ignacio López Chaves, asegura que el día de la inauguración de la exposición comunicó personalmente a los responsables que "debían exhibir la bandera española, al encontrarse en un edificio público y conforme a la Ley de Símbolos" pero la asociación desoyó su advertencia. "Esta semana enviaremos un escrito para que incluyan la bandera española", anunciaba ayer el concejal popular, al ignorar la decisión de los organizadores de suprimir todas las banderas, en vez de incorporar la española. Así que la notificación oficial llegará tarde.

Legión de Honor


Legión de Honor (Légion d'Honneur), la más conocida e importante de las condecoraciones francesas, establecida por Napoleón I. La orden se concede a hombres y mujeres, ya sean franceses o extranjeros, por méritos extraordinarios realizados dentro del ámbito civil o militar. Sus cinco categorías, en orden creciente, son: Chevalier o Caballero, Oficial, Comandante, Gran Oficial y Gran Cruz.


La efigie que adorna el anverso de la medalla ha ido cambiando con la historia. Hasta 1815 y entre 1848 y 1880 aparecía el perfil de Napoleón I, pero con la Restauración se cambió por el de Enrique IV. Desde finales de siglo XIX es una figura femenina la que decora la medalla.


En la orden de la Legión de Honor se entra desde el grado más bajo, el de Caballero, pudiendo progresar por meritos exhibidos. El cargo supremo es el de Gran Maestre que corresponde al Presidente de la República Francesa y que a su vez lo recibe de manos del Canciller.

El Canciller es elegido entre los que poseen el título de Gran Cruz y es quien preside el Consejo de la Orden. Para entrar en la Legión es necesario que un Ministro presente al candidato al Consejo de la Orden. Si el Consejo aprueba la propuesta ministerial, el candidato pasa a ser miembro, recibiendo una condecoración en el curso de una solemne ceremonia. Las condecoraciones también cambian según el orden jerárquico, principalmente por su tamaño. La de los Caballeros y Oficiales tienen un diámetro de 37 milímetros, mientras que la de los Comandantes es de 60.


Quien accede al título de Alto Oficial o de Gran Cruz, a parte de la condecoración, recibe una placa de 90 milímetros bañada en plata u oro. El 20 de mayo de 1802, el cónsul Napoleón Bonaparte instituyó la orden nacional de la Legión de Honor, retornando así a las condecoraciones publicas ya que las del Antiguo Régimen fueron abolidas con la Revolución de 1789. Había quien le criticaba diciendo que la nueva condecoración era un chupete para adultos a lo que el contestaba: “Es gracias a estos chupetes que los hombres me siguen”. El 15 de Julio de 1804 en una grandiosa ceremonia en Hôtel des Invalides en París, Napoleón entrega las primeras Legión de Honor a los mariscales, soldados, inválidos de guerra, científicos, artistas y escritores con méritos sobresalientes.


Días después, el 16 de agosto, en el campo de Boulogne, donde acampaban 200.000 hombres preparando el desembarco en Inglaterra, Napoleón procede a otra entrega de Legión de Honor en un ambiente de indescriptible entusiasmo. La primera mujer en recibir la Legión de Honor el 15 de agosto de 1851 fue Angelique Duchemin, sargento de las Fuerzas Armadas de la República Francesa y, antes del año 1900, otras 47 mujeres reciben esta distinción. En el transcurso de la Historia el prestigio de la Legión de Honor sigue creciendo y en 1914, cuando estalla la Primera Guerra Mundial, el Orden cuenta con 50.000 "legionarios”. Los terribles combates de la Primera Guerra Mundial y los actos de heroísmo de los soldados tienen como consecuencia un crecimiento de los miembros de la Legión de Honor, muchas veces lesionados o inválidos a consecuencia de las heridas recibidas en combate.

Tal es así que se hace necesario en 1921 la creación de la "Société d’Entraide des Membres de la Légion d’Honneur" - SEMLH -(sociedad de ayuda de los miembros de la Legión de Honor) por el General Dubail, para reafirmar y desarrollar la solidaridad entre los legionarios, y socorrer a los más necesitados, inválidos o lesionados. Con el tiempo, la SEMLH se consolida y amplía sus actividades. Hoy en día cuenta con más de 60.000 miembros y está presente tanto en Francia como en numerosos países del mundo con sus secciones locales, agrupando en una misma fraternidad legionarios extranjeros y franceses. Entre los argentinos que recibieron este premio, se encuentran el psiquiatra Juan David Nasio (1999); Estela de Carlotto (1999), titular de Abuelas de Plaza de Mayo; el cirujano Juan Carlos Chachqus; el presidente del Banco Central, Martín Redrado (2005); y este domingo lo recibió el director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim.

La Orden de Caballería del Santo Sepulcro adoró la Santísima Cruz


La de ayer fue una mañana de insignias, emblemas, estandartes y rituales en Santo Toribio. Llegaron caballeros y damas de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, a la explanada del monasterio. Su lugarteniente del Occidente de España, el caballero denominado Gran Cruz, José Ramón Pardo de Santayana y Coloma, les acompañaba.

Una vez allí, tuvo lugar la formación del capítulo y posterior bendición del estandarte de la sección de la Orden en Cantabria. Seguidamente, los padres franciscanos les acogieron con la Canción del Peregrino, que todo cruceno está instado a entonar, para atravesar la Puerta del Perdón.

Al culto, que estuvo presidido por el arzobispo de Oviedo, monseñor Carlos Osoro, asistió el consejero de Cultura, Francisco Javier López Marcano. Otros visitantes ilustresMás voces se sumaron en el canto inicial a las de los caballeros del Santo Sepulcro, eran las de las distintas cofradías que acompañaban y arropaban a los integrantes de la del Zapico, estos últimos estaban de celebración, su quinto capítulo, que más tarde tuvo lugar en el Centro de Estudios Lebaniegos, de Potes. Nuevamente se dejaron ver por tierras lebaniegas, los 'hojaldreros' de Torrelavega con sus atuendos marrones. También junto al Zapico estaban los Guardianes de la Alquitara. La joven Cofradía del Aguardiente de Orujo de Liébana quiso participar de una jornada de excepción en la antesala del final de un año de excepción.
Fuente:El Diario Montañés

Un 58% de los escudos municipales de Pontevedra no están legalizados

Presentan elementos de diseño que no cumplen los criterios de la normativa heráldica
Tan solo 17 concellos en toda la provincia los tienen aprobados por el Consello de la Xunta de Galicia.
De los 62 municipios de la provincia de Pontevedra hay 36 que en la actualidad no tienen su escudo municipal homologado, a pesar de que algunos llevan cerca de cien años utilizándolo. El empeño de la Comisión de Heráldica de la Xunta por adaptarlos todos a la normativa vigente los ha convertido en tema de actualidad, hasta convertirse en tema de debate entre los grupos políticos, como ocurrió recientemente en Mondariz, uno de los concellos cuyo renovado escudo se encuentra en fase de trámite para ser homologado. ?as visitas de expertos a algunos concellos, como el de la comarca de O Condado, han servido para que se produzca un mayor acercamiento a una realidad, la heráldica, una combinación de ciencia y arte en la que cada símbolo tiene un significado, siendo de reconocimiento internacional. La falta de expertos sobre la materia, en el momento en el que fueron concebidos los escudos, llevó a que éstos fueran diseños con más o menos gusto, pero basados en criterios artísticos, en ningún caso científicos.
Entre los errores más frecuentes figura la falta de uso de la corona Real cerrada en la parte superior, o formas no admitidas en la parte inferior, donde debe aparecer una superficie recta en su parte más alta y redondeada en la parte más baja. A ellos hay que añadir el uso de símbolos o combinaciones de colores que no se ajustan a lo establecido. Otro de los errores presentes en los escudos es el uso de adornos exteriores, como es el caso de la Cruz de Santiago, que representa a un caballero de una orden militar pero no a una administración.
Uno de los casos más curiosos de la provincia es el de la Illa de Arousa, que ante la falta de un emblema propio utiliza el escudo nacional. Una situación que pronto tendrá solución, dado que es uno de los 16 concellos que en este momento está tramitando ante la Comisión de Heráldica su nueva y renovada imagen institucional. Resulta curioso que Vigo, uno de los referentes de la provincia, figure entre los 20 concellos que no tienen homologados sus símbolos (escudo y bandera) y que tampoco iniciaron los trámites para cambiar la situación. Criterios básicos Además de los ya mencionados anteriormente, la curiosa ciencia de la heráldica establece que los metales oro y plata no pueden ir juntos, ni tampoco los colores rojo, verde azul y negro.
Una normativa que no hace fácil su dominio, de ahí que en la comisión de Heráldica de la Xunta se den cita catedráticos, historiadores y expertos en la materia. Si complicada es la citada ciencia, no menos lo es el proceso de homologación de un escudo. Desde la toma de contacto de los expertos con el concello correspondiente hasta que el Consello de la Xunta le da la aprobación definitiva, debe pasar por un comité científico, por la comisión de Heráldica, volver a la localidad para su aprobación plenaria, enviarlo de nuevo a la comisión y finalmente, lograr el visto bueno del Consello de la Xunta. En la actualidad, tan solo 17 concellos cuentan con sus símbolos homologados, aunque hay otros nueve legalizados, es decir, que cuentan con el beneplácito del Estado para su uso pero que no necesariamente se ajustan a la normativa heráldica en su totalidad.