viernes, mayo 25

Las buenas maneras

Conversamos con un doctor en Protocolo sobre la imagen pública de los candidatos
¿Se ha comprado un político y teme llevarle a una fiesta o un acto público por miedo a que le deje mal? La solución es ponerle un profe de buenos modales, al estilo de Audrey Hepburn en ‘My fair lady’. Lo más parecido en la vida real es un asesor de imagen, que según me cuentan los candidatos, no son una figura habitual en tierras murcianas, o bien acudir a Salvador Hernández Martínez, director de la Escuela de Protocolo de la Universidad Católica.

Me inclino por lo segundo –en parte porque lo del asesor suena a publicidad pura y dura mientras que con el protocolo uno imagina más ‘glamour’– y acudo al antiguo monasterio con un buen puñado de preguntas en la mochila.Al parecer, lo más importante en un político, en cuanto a la imagen se refiere, es que dé la impresión de natural. El problema es que esto se consigue sobre todo con experiencia, así que si no la tienes –es decir, si eres ‘el de la oposición’– tienes crudo lograr desbancar con tu poco entrenada naturalidad al político bien establecido en su cargo.Salvador me recuerda el caso de Jose Mari Aznar, que para toda la nación era, cuando comenzó, el hombre con menos carisma del planeta, un pobre paria sin un admirador que llevarse a la boca, y acabó siendo –todavía hoy lo es– un ídolo de multitudes, en la onda de Federico Jiménez Losantos. El doctor me dice que fue acertado que se distanciara de la gomina y que le quitaran pelo del bigote.El caso ‘Ansar’ venía a cuento de que no hay nada como la experiencia para hacer las cosas bien, y Salvador lo aplica a la ventaja que a su parecer le saca Ramón Luis Valcárcel a Pedro Saura en las comparecencias públicas.Al profesor no le gusta la sonrisa de Saura –en esto no debe de ser el único– , por forzada, y le daría unos cuantos consejos en cuanto al lenguaje corporal, ya que según cuenta “de lo que se comunica en una interacción pública, entre el 70 y el 80% es comunicación no verbal”.


Así, explica que “debería evitar gestos que realiza muy repetitivos y muy paralelos con las manos, a veces incluso por encima de la cabeza”. El truco está en colocar las manos en la zona del tronco, entre el cuello y la cintura, porque si están por encima de los hombros se pueden creer que quieres pegar a alguien o que avisas de un cataclismo que está al caer, y si están por debajo de la cintura es un poco ‘qué pasa, tronco’, de pasota total. De esta forma, hay que hacer movimientos con una mano, y si es con los dos, que no sean siempre iguales.


La variedad siempre es un punto, ya saben.Cuando un político habla, dicen los expertos, aún más importante que lo que dice es cómo lo dice, en buena parte porque al final, las disfracen de derechas o de izquierdas, las ideas expuestas no son muy diferentes, las pobres.Así las cosas, es primordial utilizar la entonación adecuada, y lo mismo pasa con la velocidad: quien habla precipitadamente, muy deprisa, “transmite incompetencia, que tienen ganas de terminar o que no controla lo que está diciendo”. Pero tampoco es recomendable –esto lo digo yo– un tipo excesivamente lento, pausado y teatral. Imaginen un rato a Quintero dando mitines.De Valcárcel le llama la atención que no se haya teñido el pelo, cosa que al parecer sí hacen la mayoría de los políticos, con su líder del partido, Rajoy, al frente.


No me lo cuenta como algo ni bueno ni malo: simplemente al ‘presi’ no le da por taparse las canas y ya está, no tiene más historia.“Hay muchos políticos que dicen: ‘A mí el protocolo no me interesa, soy muy poco protocolario’, pero luego son los primeros que te exigen dónde tienen que ir sentados”, cuenta el docente, que asegura que no se trata de unas normas que contemplen más los partidos de derechas. El protocolo tampoco entiende de signos políticos, y mejor así.

Fuente:El Faro de Murcia

«Qué hacemos con Letizia»

No crean que nos estamos saltando desde esta página el protocolo que hay que respetar con los miembros de la Familia Real al hacernos semejante pregunta. La cuestión la planteará hoy el experto en esta materia, Fernando Ramos, en el curso sobre protocolo que se celebra en la Facultade de Ciencias Sociais. Y es que Ramos abordará la necesidad o no de crear un Estatuto específico para el Príncipe de Asturias, como defienden algunos monárquicos, ante los «errores» que se vienen cometiendo al atribuirle funciones y privilegios que chocan con lo previsto en la Constitución «para quien, por sí misma, no es un cargo ni una institución». «El Real Decreto -indica Ramos- de tratamiento para la Familia Real indica que salvo el Príncipe o en su caso la Princesa de Asturias, nadie puede llevar ese título. Están el Príncipe y su cónyuge, que aquí hacemos princesa por extensión. Pero ella no es princesa, no es heredera de nada.. Y si el Príncipe falleciese, la heredera es su hija Leonor, no Letizia». En resumen, no hay documento oficial que fije que la ex periodista pueda tener su agenda propia: «está asumiendo un papel que la Constitución no le da; ella no ha jurado la Constitución y no representa a un poder del Estado».
Respecto a la evolución de Letizia Ortiz en el cumplimiento del protocolo, Fernando Ramos afirma que «ha mejorado bastante y cuida más las formas». Eso sí, sepan que ni ante ella ni siquiera ante el Rey es necesario hacer una genuflexión como saludo.. «No hay un protocolo de Corte, sólo de Estado, y por lo tanto hay que desterrar esas formas de servilismo impropias de una democracia», añade este especialista. Y respecto al citado Estatuto para la figura del Príncipe de Asturias, también hay opiniones, según este experto. Están los que mantienen que debería ser similar al de su padre Don Juan Carlos y los que apoyan que habría que cambiar algunas cosas «como el hecho de que sea una figura inviolable; es otro privilegio que hay que revisar». Pero el curso de protocolo, al que asisten doscientos estudiantes de las universidades gallegas, así como profesionales de la comunicación de empresa e instituciones y jefes de protocolo, aborda otras muchas cuestiones. Entre los ponentes de esta jornada estará también el jefe de protocolo de la presidencia del Gobierno, Juan Carlos Gafo, que hablará sobre la necesidad de la reforma del Real Decreto de Precedencias del Estado.
De momento y que sepamos, no hay un código protocolario para colocar obras de arte en una exposición -difícil imponer algo así a un artista-. La que ya está colgada es la reproducción bordada de la inmortal obra de Pablo Picasso, El Guernica, en la exposición que la artesana -como se define- ponferradina Teresa Lago tiene abierta hasta final de mes en el local de la Asociación de Vecinos San Roque. Es la tercera vez que esta mujer, afincada en Salamanca, expone en Pontevedra y para la inauguración no le yhabía dado tiempo a acabar la obra que refleja el horror de la contienda civil española. Ahora, terminada en Pontevedra y enviada a enmarcar a Salamanca, donde la conocen y saben su estilo, la reproducción del Guernica está ya colgada junto a obras medievales, escudos, pinturas románticas y motivos vegetales reproducidos con una fidelidad absoluta. Licenciada en Historia, Teresa Lago dedica unas cinco horas diarias a sus bordados, en la técnica de matizado. Le gusta mucho reproducir El Guernica y confiesa que hay hizo tres. En cuanto al tiempo que emplea en plasmarlo, dice que «es como la gestación de un niño, nueve meses como mínimo».
Fuente:La Voz de Galicia

Una exposición sobre banderas y estandartes saca los colores historia alemana

'Los colores de la Historia. Banderas' invita a partir de hoy hasta el próximo 9 de septiembre a un viaje histórico por 350 años de historia europea a través de 180 objetos y 35 banderas originales, centrándose en la historia de Alemania.Las banderas que se exhiben forman parte de la colección del Museo Histórico Alemán (DHM) de Berlín, que tiene una de las mayores colecciones de banderas, estandartes y pendones militares de Europa.
En la muestra se exhiben desde un estandarte de caballería del Gran Elector de Brandeburgo de 1677 hasta el mar de banderas con los colores nacionales que los alemanes exhibían sin pudor el pasado verano durante el Mundial de fútbol, pasando por la bandera nazi con la esvástica y la bandera de la República Democrática Alemana (RDA).
Las banderas aparecen en la exposición como símbolo de guerreros y de naciones, de victoria, como trofeo y botín de guerra y al servicio de partidos e ideologías políticas.En la exposición se explica que durante el Tercer Reich hubo un culto a la bandera nazi, que Adolf Hitler diseñó en 1919 con los colores blanco-negro-rojo, evocando la continuidad del Reich alemán, y la esvástica como símbolo antisemita.En la muestra también se puede ver cómo tras la Segunda Guerra Mundial las dos Alemanias, la República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA), se quisieron apropiar de los colores negro-rojo-dorado para sus respectivas banderas.
También se pueden ver curiosidades como la bandera de la amistad de la ciudad ucraniana de Kriwoj Rog con el lema 'proletarios del mundo uníos', que quisieron destruir los nazis, que los comunistas escondieron durante la segunda Guerra Mundial y cuya historia explotaron en la RDA.El pasado verano Alemania vivió durante el Mundial de fútbol una ola de patriotismo y los alemanes, que hasta ahora parecían tener problemas con su bandera, exhibieron con orgullo los colores nacionales por las calles.Además de esta exposición, Berlín acogerá el próximo mes de agosto el XXII Congreso Internacional de Vexilología, donde participarán estudiosos de las banderas.
Fuente:Terra

El nieto mayor de los Reyes, Felipe Juan Froilán, recibe la Primera Comunión


Felipe Juan Froilán Marichalar y Borbón, nieto mayor de los Reyes, recibió hoy la Primera Comunión junto a diecinueve compañeros de su colegio, San Patricio, en una ceremonia religiosa a la que asistieron Don Juan Carlos y Doña Sofía.
La administración del Sacramento tuvo lugar, en un acto estrictamente reservado para las familias de los niños, en la iglesia de San Pedro Mártir del teologado de los Padres Dominicos de Alcobendas (Madrid).
Felipe, como le llaman familiarmente, se colocó junto a sus compañeros- nueve niños y diez niñas- en los tres bancos de la primera fila, mientras que sus abuelos, los Reyes, sus padres, los Duques de Lugo, y su abuela paterna, Concepción Sáenz de Tejada, condesa viuda de Ripalda, estuvieron en el banco que estaba inmediatamente detrás.
Sus tíos, el Príncipe Felipe y los duques de Palma de Mallorca, así como la hermana de Doña Sofía, la princesa Irene de Grecia, siguieron la ceremonia desde la tercera fila. Asistieron también los Duques de Soria, la Infanta Margarita y Carlos Zurita.
Como todos los padres, Doña Elena y su esposo, Jaime de Marichalar, fueron al recinto media hora antes de que se iniciase la administración del sacramento, en un vehículo en el iban también sus dos hijos, Felipe y Victoria Federica, y que conducía el Duque de Lugo.
Los últimos en llegar, segundos antes de la hora prevista para el acto religioso, fueron los Reyes, que posaron para los medios gráficos, a pesar del mal tiempo con fuertes tormentas que azota estos días a Madrid y a otras partes de España.
Felipe Marichalar y Borbón llevaba un traje de marinero, como van vestidos los niños del colegio San Patricio desde hace cincuenta años, mientras que las niñas iban con los trajes tradicionales para recibir la Eucaristía de organza con jaretas, informaron fuentes cercanas al colegio.
El primogénito de los Duques de Lugo, que el próximo mes de julio cumplirá nueve años, ha sido preparado para recibir el sacramento de la Eucaristía junto a sus compañeros de tercer curso por el padre Ángel.
A la salida de la ceremonia, que duró poco más de una hora, Felipe Juan Froilán, muy serio en todo momento, posó junto al resto de los miembros de la Familia Real en el porche de la entrada principal del convento de los Dominicos, porque la intensa lluvia impidió que la foto de familia se pudiera realizar en un marco más favorecedor.
Jaime de Marichalar, una vez que los Reyes y el Príncipe abandonaron el recinto, acarició cariñosamente la cabeza de su hijo mayor, que miraba atentamente las cámaras que estaban frente a él al igual que su hermana, Victoria Federica, con el mismo aspecto que su hermano de estar viviendo un día importante de sus vidas.
El centro educativo privado, de acuerdo con el testimonio de algunos padres, exige la mayor austeridad para esta ceremonia, por considerar que nada debe distraer a los niños la primera vez que reciben el cuerpo de Cristo e impide que incluso las familias de los pequeños realicen fotos.
Según la misma fuente, los niños entran en la iglesia con los brazos cruzados y las niñas con las mano juntas mirando hacia arriba, sin misales, ni cualquier otra cosa que pueda llamar su atención.
Faltaron al acto sus primos, tanto los hijos de la Infanta Doña Cristina como las dos niñas de los Príncipes de Asturias, y Doña Letizia, que tuvo a su segunda hija, la pequeña Sofía, hace tan sólo veinticuatro días y a la que alimenta personalmente.
Desde el 30 de mayo de 1975, en que hizo su Primera Comunión el Príncipe de Asturias, no había vuelto a haber una ceremonia similar en el seno de la Familia Real Española.
Antes que Don Felipe recibieron a Cristo sus hermanas, la Infanta Doña Elena, en 1972, y la Infanta Doña Cristina un año después, y los tres el 30 de mayo.
Fuente:ABC