martes, noviembre 20

Un alto funcionario de La Zarzuela ha sido designado para atender específicamente los asuntos y agenda de la princesa Letizia


Según informaciones recogidas por El Confidencial Digital en fuentes próximas a La Zarzuela, la persona designada para ocuparse más directamente de Letizia Ortiz es José Manuel de Zuleta y Alejandro, oficial de caballería y duque de Abrantes.
Zeleta lleva años en el equipo de la Casa del Rey. Hasta ahora trabajada en los servicios de protocolo y ahora, en ese nuevo cometido, ha quedado como adjunto al jefe de la Secretaría del Príncipe y principal consejero y hombre de confianza, Jaime Alfonsín, quien además tiene otro adjunto, Emilio Tomé.
En su día se habló de que La Zarzuela había iniciado un proceso de selección para poner al servicio de Letizia Ortiz una mujer de apoyo, incluso con el perfil de que tuviera la carrera de Derecho, y hasta se habló de que finalmente habían quedado tres candidatas.
Fuente:ECD

El Concejo de Erice de Iza dispondrá de escudo propio

Un Acuerdo del Gobierno de Navarra ha aprobado el escudo del Concejo de Erice de Iza, cuya descripción heráldica es: “En campo de plata, dos lobos de sable andante, en jefe cuatro aspas de gules puestas en faja.”
Este escudo se ajusta a lo establecido en el artículo 27 de la Ley Foral 6/1990, que establece que “En los libros, comunicaciones y demás documentos oficiales, las corporaciones locales podrán utilizar un escudo o emblema distintivo, fundamentado en hechos históricos, tradicionales o geográficos, en características propias de la corporación, o en su propio nombre”, tal y como se acredita en el expediente.
El artículo 22 de esta Ley Foral establece, asimismo, que “el acuerdo municipal deberá ser remitido a la Administración de la Comunidad Foral para su aprobación por el Gobierno de Navarra”.
Por ello, y dado que la entidad local ha cumplido con los trámites procedimentales establecidos, el Gobierno de Navarra ha apoyado hoy la solicitud del Concejo de Erice de Iza de disponer de un escudo propio, con la aprobación de este Acuerdo.
Fuente:navarra.es

Los primeros doctorados honoris causa en la Universidad de Salamanca (1922-1934)

La investidura de doctores honoris causa es sin duda la manifestación más conocida en el ámbito de las ceremonias que se desarrollan en las universidades de todo el mundo. Los medios de comunicación dan cuenta con frecuencia de la concesión de este galardón a personalidades de muy diversa índole, a veces acompañada de cierta polémica por la trayectoria vital del galardonado, muchas veces alejada del mundo académico.
En estas líneas, se aborda muy brevemente cómo se llevaron a efecto las ceremonias correspondientes a los seis doctores honorarios de la Universidad de Salamanca cuyo nombramiento se produjo antes del franquismo; en un contexto ciertamente distinto al actual y con un desarrollo que hoy pudiera sorprendernos.
En el caso de la Universidad en España y sin perjuicio de antecedentes como el del general Thiébault nombrado en 1811 “individuo honorario y doctor benemérito” de la Universidad de Salamanca; los primeros doctores honoris causa se sitúan en el contexto de los estatutos universitarios de 1921, redactados a raíz del decreto del ministro Silió de mayo de 1919 que regulaba la autonomía de las universidades españolas.
Al médico cántabro afincado en Argentina, Avelino Gutiérrez, cabe el honor de ser el primer doctor honoris causa en nuestro país. Su nombramiento fue acordado por el Claustro de la Universidad Central de Madrid el 24 de febrero de 1920 y la investidura tuvo lugar unos días después el 29 de febrero. (Foto 1).
Es conocido que Santa Teresa de Jesús es la primera honoris causa en nuestra Universidad, única mujer que ha obtenido hasta hoy tal distinción, con la excepción de la científica noruega Kirsten Kjelsberg Osen, que lo recibió en una ceremonia que tuvo lugar el 18 de abril de 1997, y la doctora María Telo Núñez cuyo nombramiento fue aprobado en el Consejo de gobierno de la Universidad el 26 de septiembre de 2007.
El obispo de Salamanca, Julián de Diego y García de Alcolea, quiso que las fiestas del III Centenario de la canonización de Teresa de Cepeda, celebradas en 1922, tuvieran todo el esplendor posible, contando incluso con la presencia de los reyes y el jefe del Gobierno. Además dirigió al rector y al claustro una solicitud para que la imagen de la santa pudiese ostentar las insignias doctorales y su petición obtuvo respuesta positiva y la oportuna aprobación por el Claustro pero, como recoge la prensa local, “sin representación de antiguos ceremoniales”. La comisión que informó la petición del prelado creyó conveniente iniciar el ejercicio de la potestad que permitía el nuevo estatuto de la Universidad con la figura de la santa y la investidura se desarrolló en dos actos celebrados los días 6 y 8 de octubre de 1922.
El primero de ellos tuvo lugar en el Paraninfo presidido por Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia y -sin imponer ninguna insignia doctoral- se sucedieron los discursos del rector Luis Maldonado; del obispo salmantino, que dio lectura a un escrito de cómo hubiera respondido Santa Teresa al galardón; Remigio Gandásegui, arzobispo de Valladolid; José Sánchez Guerra, presidente del Gobierno y, por último, intervino el rey. Resulta paradójico que en la fecha del acto, la autonomía universitaria ya se había suspendido y así lo indicó el propio rector al monarca, haciendo constar que “en el breve tiempo que estuvo vigente, no hizo colación de otro grado que el que afirmó sobre las sienes de Teresa de Jesús la borla, que, desde tiempo inmemorial, venía siendo gala de sus imágenes”
El día 8 de octubre, una comisión del claustro acompañó a los reyes a la basílica de Alba de Tormes y allí la imagen de Santa Teresa que conservan las Madres Carmelitas recibió del rey una pluma de oro, así como un birrete de joyería donado por las damas salmantinas, que organizaron una suscripción que recaudó diez mil quinientas pesetas con noventa y cinco céntimos. (Foto 2)



La Universidad ofreció un pergamino obra del dibujante Ochoa, un ejemplar fue entregado por la reina Victoria Eugenia para la comunidad carmelita y otra copia se encuentra hoy en la entrada de la capilla de San Jerónimo del edificio de las Escuelas Mayores.
Cuatro años después –el galardón no era tan frecuente como en la Universidad de hoy- se otorga un nuevo doctorado honoris causa. En esta ocasión corresponde al general Primo de Rivera, en plena dictadura, como agradecimiento de la Universidad por la resolución del pleito que permitió a la institución salmantina recuperar los fondos retenidos en el Banco de España desde 1871 y que eran reclamados desde 1904.
La fecha escogida fue el primero de octubre de 1926, coincidiendo con la apertura del curso académico. La ceremonia fue presidida por el general, que estuvo acompañado de Eduardo Callejo y del conde de Guadalhorce, ministros de Instrucción Pública y Fomento respectivamente. Además se dieron cita los rectores de todas las universidades españolas, y contó con la adhesión de numerosas universidades extranjeras.
El ministro Callejo declaró abierta la sesión y los decanos de Derecho, Letras, Ciencias y Medicina salieron a buscar al general que se hallaba fuera de la sala acompañado por el rector de la Universidad, Enrique Esperabé de Arteaga, y el propio ministro sería el encargado de entregar la medalla y la borla, como símbolos externos del título de doctor honoris causa.
James Brown Scott, presidente de la Sociedad Americana de Derecho Internacional y profesor en varias universidades estadounidenses, y Benjamín Fernández Medina ex ministro de Uruguay y plenipotenciario en España recibieron de manera conjunta el galardón el día 10 de noviembre de 1927, con motivo de la inauguración de la Cátedra Francisco de Vitoria de Derecho Internacional. El acto fue presidido por el ministro Callejo, a quien acompañaban en la mesa presidencial los nuevos doctores, el presidente de la Asamblea Nacional y de la asociación, José de Yanguas; el embajador de Estados Unidos, el doctor Barbosa Magalhaes de la Universidad de Lisboa y el Duque de Alba. Por su parte, el rector Esperabé de Arteaga ocupó el primer banco de la derecha, precediendo a las autoridades provinciales. (Foto 3).




La ceremonia de investidura del profesor Heinrich Finke, catedrático de Historia de la Universidad de Friburgo, tuvo lugar en un acto sumamente sencillo que se celebra el día 11 de abril de 1931, casi dos años después de su aprobación por el claustro el 21 de noviembre de 1929. Es escasa la documentación conservada, así como el eco que tuvo en la prensa local. Se celebró esta vez en la Sala de Juntas del Rectorado “con severa solemnidad”, presidido por el vicerrector Esteban Madruga y contó con la presencia del conde von Welezck, embajador alemán en España.
Para concluir este breve recorrido llegamos al único doctorado honoris causa conferido en Salamanca durante la Segunda República, otorgado en 1934 a Enrique de Castro, director de la Facultad de Letras de la Universidad de Coimbra. La solemnidad tuvo lugar el 30 de septiembre coincidiendo con el homenaje nacional al entonces rector, Miguel de Unamuno. El ministerio de Instrucción pública dictó una Orden disponiendo que no se celebrasen los habituales actos de apertura del curso, para que profesores y alumnos de toda España pudiesen asistir al acto en honor de don Miguel.
La solemnidad contó con la presencia del presidente Alcalá Zamora; Ricardo Samper presidente del Consejo; los ministros de Estado y de Instrucción Pública, Leandro Pita y Filiberto Villalobos; y el rector de Coimbra.


Declarado abierto el acto por el Presidente de la República, el secretario general de la Universidad, Eleuterio Población, dio lectura del acta de concesión del título de doctor honoris causa al director de la facultad de Letras de Coimbra, Eugenio de Castro. Terminada la lectura, y en medio de una estruendosa ovación, don Miguel de Unamuno colocó al nuevo doctor la medalla de claustral. En el acto, tras las palabras del rector salmantino que pronuncio su última lección; el ministro Villalobos presentó a Alcalá Zamora dos decretos correspondientes a la jubilación de Unamuno y a su nombramiento rector vitalicio, creando una cátedra con el nombre del rector, que también se asignaba al Instituto de segunda enseñanza de la capital bilbaína. El presidente Alcalá Zamora cerró el acto, antes de que los presentes se dirigieran a la actual facultad de Filología para descubrir el busto de Miguel de Unamuno, obra del escultor Victorio Macho. (Foto 4).
Esta rápida panorámica de nuestros primeros doctores honoris causa pone de manifiesto una realidad relativamente reciente en España que muestra, como pocas, las relaciones que la Universidad mantiene no sólo con sus ámbitos propios de la docencia y la investigación, sino también con el entorno socio-político de cada momento histórico. En ese camino, la conmemoración de determinados momentos o el reconocimiento de personalidades concretas exige –en el pasado y en nuestros días- una reflexión crítica sobre los símbolos que es preciso poner en juego para preservar y actualizar de manera adecuada la rica herencia de su patrimonio ceremonial.
Foto 1. Doctorado honoris causa de Avelino Gutiérrez (Revista "Blanco y Negro").
Foto 2. Doctorado honoris causa de Santa Teresa de Jesús ("ABC").
Foto 3. Doctorado de Brown Scott y Fernández Medina (Foto Venancio Gombau - Filmoteca de CyL).
Foto 4. Discurso de Camón Aznar en el descubrimiento del busto de Miguel de Unamuno ("El Adelanto").
Fuente:JERÓNIMO HERNÁNDEZ DE CASTRO
Jefe de Protocolo. Gabinete de Comunicación y Protocolo
Revista Digital EnRed
Universidad de Salamanca

La reina Isabel II y el príncipe Felipe celebran sus bodas de diamante


La reina Isabel II y su marido, el Duque de Edimburgo, recibieron el mejor regalo imaginable con motivo de la celebración de su sesenta aniversario de boda: tener a toda su familia reunida en torno a una mesa. Fue en Clarence House, residencia oficial del príncipe Carlos y sus hijos Guillermo y Enrique y estos, como buenos anfitriones, cuidaron de que todos los detalles estuvieran a punto para la ocasión. A pesar de que el día exacto es el martes, día 20 de noviembre, los hijos y nietos de la pareja no han podido esperar para festejar una convivencia que comenzó en 1947.La hoy Monarca era por entonces aún princesa heredera del país cuando le dio el sí quiero a su esposo, tras recibir cerca de 10.000 telegramas de felicitación y más de 2.500 regalos llegados de todos los rincones del mundo. Según los detalles difundidos por el palacio de Buckingham, fue la primera ceremonia real en la Abadía de Westminster en la que se introdujo el toque de trompetas y su filmación se proyectó en numerosos cines del país, donde miles de ciudadanos británicos pudieron verla. Durante este más de medio siglo juntos, el Duque no ha faltado a ninguna de los viajes que ha emprendido la Reina, acompañándola en todos sus compromisos oficiales.El templo en el que se juraron amor eterno será mañana de nuevo escenario de un multitudinario servicio religioso al que asistirán, además de la Familia Real británica, el Primer Ministro, Gordon Brown, los ex jefes de Gobierno, Margaret Thatcher y John Major, y otras 2.000 personas –entre ellas algunas parejas que se casaron el mismo día que la Soberana. Durante dicha ceremonia, el hijo mayor del príncipe Carlos, Guillermo, será el encargado de hacer una de las lecturas, mientras que la actriz Judi Dench leerá también una poesía.
El escenario es el mismo: los jardines de la mansión de Broadlands, en el condado de Hampshire, al sur de Inglaterra, lugar donde pasaron su noche de bodas. Las vestimentas de ambos son similares. Ella lleva puesto el mismo broche en la solapa de su chaqueta y el mismo collar de perlas, regalo de su padre, Jorge VI, al cuello. Y su brazo también se entrecruza cariñosamente con el de su esposo. Si no fuera por el inevitable paso del tiempo, nadie diría que entre estas dos imágenes distan sesenta años. Cuando faltan pocas horas para que cumplan seis décadas de la boda entre la princesa Isabel -hoy reina de Inglaterra- y el teniente Felipe Mounbatten -hoy duque de Edimburgo-, nada mejor que una imagen para retratar su larga y romántica historia. Y eso que la semejanza estre ambas instantáneas, según ha insistido el palacio de Buckingham, no haya sido más que una simple coincidencia, lo que le otorgaría, incluso, más significado. Cena familiar en Clarence House Son varios los actos que se han organizado para festejar las bodas de diamante de la pareja. Como preludio del aniversario, su hijo, el príncipe Carlos, heredero a la Corona británica, les ofreció anoche una cena en su honor en Clarence House, a la que asistieron los familiares más cercanos. Hoy, víspera de su aniversario, la Reina y su esposo volverán a recorrer el pasillo de la Abadía con motivo de un servicio religioso que oficiará el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, en recuerdo de tan memorable fecha. A la misa asistirán dos mil invitados, entre los que se encontrarán veinte británicos que contrajeron matrimonio el mismo día que la Soberana. Tampoco faltarán a la cita el actual primer ministro británico, Gordon Brown, y los ex jefes de Gobierno conservadores Margaret Thatcher y John Major, ha asegurado el palacio de Buckingham. El príncipe Guillermo de Inglaterra, primogénito de Carlos de Gales y segundo en la línea de sucesión a la Corona, realizará una lectura. Así como la actriz británica Judy Dench, quien leerá un poema escrito especialmente por el poeta inglés Andrew Motion.
Fuente:Hola!
Foto:EL Mundo

Fernández pide a Hereu que celebre de forma oficial el día de la Constitución

El presidente del grupo del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, reclamó ayer al consistorio conmemorar el próximo 6 de diciembre el día de la Constitución, una petición que presentará en la próximo comisión de Presidencia. En un comunicado, Fernández señaló que la intención es 'reforzar el compromiso con la validez y la estabilidad del modelo constitucional y sus principios de convivencia'.
Asimismo, el dirigente del PP pidió 'establecer una agenda de actos, simbologías y el protocolo que se merece esta fiesta', en la línea con lo que también reclamó para el 12 de octubre. En relación con la Constitución de 1978, Fernández señaló que 'significó más libertad política, mayor transparencia e igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos dentro de un Estado de derecho'.
Fuente:Terra

El Gobierno invoca el protocolo para no invitar a Camps y el Consell dice que es inconstitucional

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Antoni Bernabé; y el Departamento de Protocolo de la Presidencia del Gobierno han negado categóricamente que se haya relegado al presidente de la Generalitat, Francesc Camps, en el encuentro que celebrarán hoy en Valencia Fernández de la Vega con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para cerrar acuerdos sobre la futura base de la ONU.
J. P., Valencia Los tres coincidieron en que este encuentro no tiene nada que ver con el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, cuya clausura les ha traído a Valencia, y aseguraron que el protocolo se ha cumplido estrictamente. También han negado que se haya impedido a la alcaldesa de Valencia dar la bienvenida a Ban Ki-moon, ya que fue el propio secretario general de Naciones Unidas el que pidió que no se organizaran actos sociales y así lo comunicaron a la Generalitat. La primera en responder a los populares valencianos fue la vicepresidenta primera del Gobierno, quien aseguró que ella «respeta escrupulosamente el protocolo, y siempre desde la más absoluta lealtad institucional». «Quien diga lo contrario falta a la verdad», indicó. Por su parte, Antoni Bernabé acusó al Consell de «inventar polémicas y conflictos que no existen: el agua, el AVE y, ahora, una cuestión de protocolo», y aseguró que su verdadera intención es «ocultar la falta de argumentos ante la presencia constante del Gobierno en esta comunidad y el impulso en inversiones e infraestructuras» . Para precisar la actuación del Ejecutivo, el Departamento de Protocolo de la Presidencia del Gobierno emitió un comunicado en el que precisa dos cuestiones: La primera es que este encuentro sobre la base de la ONU se celebra al margen del foro sobre el cambio climático, al que sí asistirá el presidente del Consell. Para este acto sólo se ha invitado al conseller de Infraestructuras y a los alcaldes de Manises y Quart de Poblet, «dando cumplimiento así a las exigencias protocolarias del caso», dice el texto. La segunda es que el propio Ban Ki-moon pidió expresamente que no le programaran compromiso social alguno para la tarde noche de ayer, que es cuando llegó a Valencia, lo que justifica que no se haya organizado ningún acto de bienvenida como exige Rita Barberá. Asegura, además, que de esta petición expresa del secretario general de la ONU y del resto del programa se informó detalladamente a la Jefa de Gabinete del presidente de la Generalitat. Insistencia del PP Pese a estas aclaraciones, desde el PP se mantuvieron los reproches. El vicepresidente primero y portavoz del Consell, Vicente Rambla, remitió al Gobierno una «queja formal» por la «clara falta de respeto institucional» del Ejecutivo estatal a la Administración autonómica, una circunstancia que, según dijo, «está comenzando a reiterarse en las últimas semanas». Precisó que él mismo, a última hora del jueves, trasladó personalmente al delegado del Gobierno la queja del Consell, tras lo cual, indicó Rambla, a las 22.11 horas llegó un fax a la Conselleria de Infraestructuras en el que se invitaba al titular del área, Mario Flores, a estar presente en la firma del acuerdo sobre la base de la ONU. Rambla indicó que el propio Camps se ofreció al ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, para participar en toda la visita de Ban Ki-moon, sin embargo, dice en su queja, se ha rechazado cualquier encuentro entre ambos mandatarios incumpliendo el artículo 152 de la Constitución, que otorga al presidente autonómico la representación ordinaria del Estado. Por su parte, Rita Barberá acusó de «sectarismo» al Gobierno de Zapatero, al que acusó de impedir un recibimiento oficial por parte del Ayuntamiento.