viernes, noviembre 9

Presentación del libro "La Casa de Alba"

Su aparición continua en los medios de comunicación es un síntoma claro que seguimos fascinados por ese mundo de “glamour” que rodea a la nobleza. Esto señala José Luis Sampedro Escolar que acaba de publicar un libro en el que narra 1000 años de historia de una de las sagas familiares más celebres de nuestro país: “La Casa de Alba” (Ed. Esfera de los libros).
Sampedro explica que esta familia, aunque en los últimos años hayan padecido cierto oscurecimiento, no ha dejado de participar en las más altas esferas del Estado.
Los dos maridos de Cayetana fueron hombres muy influyentes. Luis Martínez de Irujo, el primero, fue presidente de la Academia de Bellas Artes y presidente del Instituto de España. Cargo que en el franquismo participaba en la elección del presidente de Gobierno. Jesús Aguirre, el segundo, fue un hombre importante en PRISA o en la editorial Taurus.
Con la nueva generación no ocurre lo mismo, de momento. José Luis Sanpedro reseña que los hijos de la duquesa han optado por no tener un fuerte protagonismo mientras viva su madre.
Por otra parte se tienen que enfrentar al trato escandaloso que reciben de parte de la prensa del corazón. Así, creo, han decido retirarse y jugar su papel en el terreno de las fundaciones, menos expuestos al público.
Sampedro lamenta profundamente que en 2007, cuando se cumplen 50 años de la subida al ducado de Cayetana y 500 años del nacimiento del III duque de Alba, todavía estemos más interesados en los amoríos de los hijos de la duquesa.
El tratamiento desmedido, por parte de la prensa, de los asuntos del corazón de la familia de Alba me parece síntoma de una patología que sufre la sociedad española.

Los títulos nobiliarios no están a la venta. Sólo los puede otorgar el Rey; o bien, tener en nuestro árbol genealógico algún título y restaurarlo.



Una gran fortuna nos puede ayudar a entroncar con la nobleza. No a través de la compra del título pero sí para iniciar el camino (donaciones, obras de caridad importantes) que lleven al ennoblecimiento de nuestra actividad.
Lo que si existe es una especie de mercado negro de los nobles. Si tienes en tu familia, explica Sampedro, algún antepasado noble puedes pagar a algún pariente más directo respecto al título para que se retire.
Se han llegado a pagar nueve millones de las antiguas pesetas por un título.


PARA QUE SIRVE
El autor de “La Casa de Alba” confiesa que un título nobiliario sirve para muy poco. Vanidad, tener un recuerdo en la familia, posición social… Pero no tiene beneficios especiales.
Aunque algo debe de tener cuando más de uno daría la mano derecha por un título nobiliario.


Biografía
Nació en Madrid en 1958.
Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y técnico superior de la Administración por oposición.
Diplomado en Protocolo y Ceremonial por la Universidad de Oviedo y la Escuela Diplomática.
Numerario de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía.
Vicepresidente de la Asociación de Diplomados en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria.

Tailandia. La Gran Ceremonia del Kathin



Fernando Mullor Bangkok, 5 nov (EFE).- El río Chao Praya, la arteriafluvial de Bangkok, acogió hoy una procesión fluvial en honor del reyde Tailandia,Bhumibol Adulyadej, a punto de cumplir 80 años, y que esta vez no pudopresidir el evento al encontrarse ingresado en un hospital porproblemas cardiovasculares.Un total de 52 barcas reales movidas a remo y 2.098 oficiales dela Marina ataviados con coloridos uniformes dieron vida a un paseo decasi cinco kilómetros de longitud que concluyó en el embarcadero frentea Wat Arun (Templo del Amanecer).La procesión de las embarcaciones, que se guardan celosamentecasi todo el año y constituyen una de las atracciones turísticas de lacapital tailandesa, suele ser encabezada por el monarca desde la naveinsignia, conocida por Suphannahongse (Cisne Dorado).


Pero esta vez fue el príncipe Maha Vajiralongkorn, heredero alTrono, quién presidió el desfile, que marca el inicio de los ritualesreligiosos de donación de nuevos hábitos a los monjes budistas de los14 monasterios ligados a la Corona.Vajiralongkorn iba a bordo de la nave insignia, construida en elsiglo XVIII durante el reinado de Rama I, fundador de la dinastíaChakri, y restaurada en 1911.


Tras ella una sucesión de barcazas, talladas con cabezas deanimales míticos, avanzando gracias a los movimientos sincronizados delos remeros, que, en una coreografía náutica, emularon con sus remos elmovimiento del cisne al extender sus alas.


El desfile, que estuvo amenizado por bandas de música, es tambiénun homenaje al río Chao Praya y a sus afluentes, que siglos atrásacaparaban casi todo el transporte de la capital y servían comoconducto a las barcazas militares encargadas de la vigilancia y de laseguridad de esas rutas fluviales Los festejos tuvieron lugar cuandoentre los tailandeses aumenta la preocupación por el estado de salud desu Rey, el decano de los monarcas del mundo, a quién ven como unpersonaje casi divino y por el que sienten sumo respeto y admiración.


El rey Bhumibol, noveno monarca de la dinastía Chakri, y que yaha sometido a dos operaciones por deficiencias coronarias, se hayaconvaleciente desde que a mediados del pasado octubre fue ingresado enel hospital Siriraj de Bangkok, aquejado de una falta de riegosanguíneo en el cerebro que le causó la parálisis de la parte derechade su cuerpo.Según el último parte médico de la Oficina de la Casa Real, lasalud del Rey mejora a diario y ya es capaz de caminar con la ayuda deun bastón.


Además del monarca, su hermana, la princesa Galyani Vadhana, seencuentra ingresada en el mismo hospital, donde, de acuerdo a losmédicos que la atienden, se recupera de la intervención quirúrgica a laque fue sometidas tras serle diagnosticado un cáncer.Desde 1946, año en que el Rey fue entronizado, el desfile debarcas se ha celebrado únicamente en quince ocasiones, la última enjunio del año pasado, con motivo del sesenta aniversario de sucoronación.


A ese desfile fueron invitados miembros de la realeza de casitodo el mundo, incluida la de España, que estuvo representada por lareina Doña Sofía.


El empleo de las barcas reales se reanudó durante el reinado deBhumibol, después de varias décadas de desuso a consecuencia de lacaída de la monarquía absolutista en 1932.