lunes, julio 17

El Consell aprueba nueve escudos y cuatro banderas durante el primer semestre

Por provincias, en la de Valencia se aprobaron cinco escudos, que pertenecen a los municipios de Alcublas, Chulilla, Montroy, Potríes y Guadassuar, mientras que en la provincia de Castellón, fueron dos escudos --Cortes de Arenoso y Torreblanca--, y tres banderas --Matet, Montán y Toga--.
Del mismo modo, durante el periodo comprendido entre enero y junio de 2006 se aprobaron los escudos de los municipios alicantinos de Relleu y Salinas, así como la bandera de Granja de Rocamora.
José-Blás Molés explicó que el Consell Tècnic nació con el objetivo de "asesorar sobre la adopción de escudos y banderas, emblemas, tratamientos y honores de los municipios valencianos a partir de criterios históricos".
Según las mismas fuentes, la Generalitat decidió crear en 1990 el Consell Tècnic d´Heràldica i Vexil·lologia, que actualmente se encuentra adscrito a la conselleria de Justicia, Interior y Administraciones Públicas.
Hasta ese momento, la Generalitat, que tenía las competencias en la materia desde 1984, continuaba solicitando informes a la Real Academia de la Historia y, en algunos casos, a Pere María Orts y Enric Llobregat, especialistas en heráldica valenciana para resolver las cuestiones planteadas en la materia.Este departamento tiene como objetivos recuperar parte de la historia del pueblo valenciano a través de su heráldica municipal; incorporar criterios y principios heráldicos que dignifiquen la heráldica municipal y recuperar aspectos de la heráldica valenciana; orientar a las corporaciones locales en el momento de aprobar, modificar o rehabilitar su escudo o bandera y dotar de identidad propia distintiva los escudos municipales valencianos.
Fuentes de la Generalitat señalaron que el Consell Tècnic d´Heràldica i Vexil·lologia sigue como primer criterio a la hora de informar sobre un escudo la historia o los antecedentes heráldicos de un municipio, por ejemplo, los señoríos eclesiásticos o laicos a los que perteneció el municipio, aunque nunca se utilizarán solas las armas de un linaje o una orden.En el caso de que no existir antecedentes heráldicos o históricos para componer un escudo, se recurre a la etimología científica de la localidad, a elementos topográficos y arquitectónicos más destacados del municipio, así como castillos, torres o elementos religiosos, como santos o patronos.
Según explicó el director general de Administración Local, la Conselleria de Justicia, Interior y Administraciones Públicas, a través de la Dirección General de Administración Local, "continúa con la labor de recuperación de los símbolos municipales con el fin de mantener las señas de identidad de las localidades de la Comunitat Valenciana".

El cardenal Suquía, enterrado en la Almudena


El cardenal arzobispo emérito de Madrid
Ángel Suquía se ha convertido en la primera persona enterrada en la catedral de la Almudena, tras una misa presidida por el actual arzobispo, el cardenal Antonio María Rouco Varela, y concelebrada por otros cuatro cardenales, siete arzobispos y 25 obispos.

Llevado por ocho sacerdotes, el ataúd entró por la puerta principal de la catedral precedido de un grupo de seminaristas, seguido de cerca de 300 sacerdotes con estola morada y de otro grupo formado por los arzobispos, los obispos y los cardenales, una comitiva que llamó la atención de muchos de los turistas que visitaban el centro de la capital.

Junto a los numerosos familiares que participaron en la procesión y después en el funeral, muchos procedentes de Guipúzcoa, provincia natal de Suquía, destacó la presencia de las autoridades madrileñas, entre quienes se encontraban el vicepresidente segundo de la Comunidad, Alfredo Prada, junto a varios consejeros; el alcalde en funciones, Manuel Cobo, y la segunda teniente de alcalde, Ana Botella.

Entre los asistentes a la misa estaban además el eurodiputado del PP Jaime Mayor Oreja, el ex alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano y varios académicos de la Real Academia de la Historia, de la que Suquía era miembro.

El féretro quedó durante toda la ceremonia a los pies del altar, cubierto por un báculo, una mitra y por la casulla que portó el Papa Juan Pablo II cuando consagró la catedral de la Almudena en 1993, una túnica que más tarde llevaría Suquía en numerosas ocasiones.
Durante la homilía, Rouco Varela destacó la "entrega y celo apostólico" de Suquía, junto a su "trato lleno de exquisita cortesía" y su "intensa espiritualidad"


Tras la ceremonia, el féretro fue trasladado tras el altar y fue sepultado en la capilla en la que se encuentran los restos de San Isidro.

Impuestas condecoraciones en la reapertura del Salón de Honor “Simón Bolívar”



En la sede de la institución castrense, se llevó a cabo el acto de reapertura del Salón de Honor General en Jefe Simón Bolívar, el bautizo de los libros Buque de la Armada Venezolana y Patrimonio Artístico del Ministerio de la Defensa y la imposición de condecoraciones al Almirante Orlando Maniglia, Titular Castrense, a integrantes del Alto Mando Militar, Comandantes de Componentes, oficiales superiores, oficiales subalternos y suboficiales profesionales de carrera de la Fuerza Armada Nacional.
Entre las condecoraciones entregadas en tan importante acto se encuentran: La “Orden Militar de la Defensa de la Nación”, en sus diferentes grados: Comendador, Oficial y Caballero; la “Orden Militar General Rafael Urdaneta”, en su primera clase, la cual fue entregada al Almirante Orlando Maniglia, Titular de la Cartera Castrense, al General en Jefe Raúl Isaías Baduel, actual Comandante General del Ejército, próximo Ministro de la Defensa, al General de División Melvin López Hidalgo, Inspector General de la FAN y al Vicealmirante Carlos Alberto Millán Millán, Jefe del Estado Mayor Conjunto, entre otros. Así como también la “Medalla Servicios Distinguidos del MD”, en su única clase y la “Barra Honor al Mérito del MD” a oficiales superiores, oficiales subalternos y suboficiales de profesionales de carrera.
Asimismo, dijo que tuvo la suerte de poder bautizar el libro los Buques de la Armada de 1900 a 1950, del Capitán Navío Tomás Antonio Mariño Blanco, Presidente del Centro de Estudios Geopolíticos de Venezuela.