domingo, octubre 28

Ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2007.

La ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2007 se convirtió hoy en un alegato en defensa de valores como la tolerancia, el respeto por la diversidad cultural, la democracia y la dignidad humana. La ceremonia fue traducida a cuatro lenguas -francés, alemán, inglés y hebreo.
La emotiva gala celebrada en el teatro Campoamor de Oviedo, bajo la presidencia de los Príncipes de Asturias, contó con la asistencia de seis de los ocho galardonados. No fue posible que estuvieran sobre el escenario para recoger el galardón Bob Dylan (Artes) ni el sociólogo Ralf Dahrendorf en cuyo nombre fue entregado el premio a su esposa Christiane Dahrendorf.

Ésta pronunció unas palabras en nombre de su marido con las que agradeció el premio como "un reconocimiento a unas Ciencias Sociales de las libertades". "Mi marido sabe que coincido con él aunque mi vida no sea de política ni de ciencias sociales, sino de medicina y arte: o del individuo más que de las teorías. Eso significa que intentamos tener puentes entre tres culturas", leyó Christiane Dahrendorf.

Uno de los momentos de mayor emotividad se produjo durante el minuto de silencio que el Campoamor rindió en memoria de todas las víctimas del Holocausto a petición de los galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de La Concordia, el Yad Vashem, tras recoger el galardón. El silencio quedó roto por un gran aplauso del público a los diez representantes de supervivientes del genocidio y Justos entre las Naciones que se encontraban de pie enlazados por las manos.


Representación institucional
Los galardonados estuvieron arropados durante la ceremonia por una amplia representación institucional y de autoridades internacionales de diferentes ambitos. El Gobierno español estuvo representado por los Ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; Educación, Mercedes Cabrera, y Cultura, César Antonio Molina. Además de los Príncipes de Asturias, en representación de la familia real acudió como cada año la Reina Doña Sofía que ocupó su palco de honor en el Campoamor.

En la lista de autoridades destacaba además del presidente del Congreso, Manuel Marín, la presidenta del Tribunal Constitucional Manuel Marín, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el ex presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, además del Gobierno regional con el presidente Vicente Álvarez Areces a la cabeza, y representantes de las principales instituciones autonómicas. Los premiados acudieron además arropados por una delegación institucional de su país.

El Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, se comprometió durante su intervención a contribuir a "hacer de España una sociedad más cohesionada en torno a valores de la Constitución" y resaltó los valores de los galardonados, que representan "la lucha por la vida y la dignidad de las personas".

Amos Oz
El escritor Amos Oz, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, ha manifestado hoy en Oviedo que los europeos no tienen por qué elegir entre Israel o Palestina, sino que deben estar a favor de la paz, dada la "responsabilidad" que atribuye a Europa en la resolución del conflicto árabe-israelí.

Durante el discurso que ha pronunciado esta tarde en el Teatro Campoamor con motivo de la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, Oz ha defendido que la literatura es "un puente entre los pueblos porque estimula la capacidad de imaginar al prójimo, "un modo de inmunizarse contra el fanatismo".

El autor ha advertido de la incapacidad de muchos judíos y árabes para imaginarse unos a otros y ha asegurado que ello es parte importante de la "tragedia" árabe-israelí, cuando los dos pueblos tienen "algo en común", el haber sufrido "bajo la pesada y violenta mano de Europa". "Cabría suponer que dos víctimas de un mismo perseguidor desarrollarían cierta solidaridad entre ellas", ha reflexionado Oz para concluir que "desgraciadamente" este lazo no se crea "ni en las novelas ni en la vida real" porque los árabes ven a los judíos como "nuevos cruzados" y el pueblo hebreo personifica en aquellos a "los responsables de los pogroms y los nazis".

Museo de la Memoria del Holocausto de Jerusalén
El presidente del directorio del Yad Vashem (Museo del Holocausto de Jerusalén), Premio Príncipe de Asturias de Cooperación, Avner Shalev, ha pedido hoy que la lucha contra la maldad y contra quienes han decidido seguir el camino de los nazis no compete sólo a un organismo, sino a toda la humanidad.

En un discurso pronunciado en hebreo, "la lengua de los profetas", y después de que se guardase un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del Holocausto, Shalev ha intervenido ante la mirada atenta de una decena de supervivientes del genocidio que han compartido escenario y protagonismo con Yad Vashem, institución que desde 1953 vela por el recuerdo de seis millones de judíos asesinados.

Para Shalev, la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Cooperación al Museo del Holocausto supone una victoria del bien sobre la maldad "que sobrevive y se renueva en nuestros tiempos del antisemitismo, el racismo y la xenofobia en todo el mundo".

Al Gore
El ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore ha pedido hoy en Oviedo "valentía moral" para salvar el equilibrio ecológico del Planeta frente a la amenaza del cambio climático, una "verdad" de los científicos sobre la que llamó a "encontrar el consenso" necesario para concienciar a la sociedad.

El presidente de la Alianza por la Defensa del Clima ha hecho esta afirmación durante su discurso en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias en la que ha recibido el galardón de Cooperación Internacional por su defensa del medio ambiente.

Gore, que ha comparado la violencia ejercida sobre la tierra con el Holocausto judío durante la II Guerra Mundial, con algunas de cuyas víctimas compartió el escenario del Teatro Campoamor.

A su juicio, los responsables del Museo del Holocausto de Jerusalén, premio de la Concordia, representan a una institución que "levanta" la conciencia sobre la verdad del pasado al igual que los científicos tratan ahora de "elevarla a lo que podría suceder en el futuro" si no se tiene en cuenta el desequilibrio ecológico. "Depende de nosotros en el presente elegir el futuro en el que vamos a vivir", ha advertido el ex vicepresidente estadounidense.

Ambiente en las calles
La entrega de los Premios Príncipe de Asturias congregó en las calles a cientos de personas para ver el paso de la comitiva desde el Hotel de la Reconquista hasta el Campoamor. Varias pantallas gigantes instaladas en las calles hicieron posible que el público pudiera seguir la llegada de los galardonados así como de las autoridades y el transcurrir de la gala. Decenas de gaiteros tocaron también en las calles durante casi todo el día.

Los premiados fueron aclamados a la entrada del teatro al igual que a algunos de los invitados, como el piloto de Formula I, el asturiano Fernando Alonso que fue Premio Príncipe de Asturias de Los Deportes en 2005. En esta ocasión, el galardonado en esta categoría fue Michael Schumacher, que fue vitoreado en varias ocasiones durante su estancia en Oviedo.