lunes, abril 28

Reglamento, protocolo y alcaldía

Hace unos días cayó en mis manos (¿o fue sobre mi cabeza?) el Proyecto de Reglamento de Protocolo, Ceremonial, Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Zaragoza. Allí, entre otras lindezas, en el Título II ("La Corporación Municipal: sus tratamientos, orden de precedencia interna y distintivos") se establecen los actos a los que asistirán el Gobierno de la Ciudad y la Corporación Municipal. De entre todos esos actos, me limitaré a exponer los "actos solemnes", en los que dichas autoridades "irán precedidos de maceros, ujieres y Policía Local en traje de gala" (8.3.), si bien "los clarines y timbales" quedan ya al criterio de lo que disponga la Alcaldía (8.4.).
Llama la atención que en el Protocolo no se haga mención alguna de fiestas tan señaladas como el Día de la Constitución o el Día de Aragón, así como que queden relegados a un segundo plano (8.1.b) actos de singular relevancia, como las recepciones a jefes de estado, presidentes de gobierno y presidentes de Comunidades Autónomas en visita oficial.
Los actos solemnes, en cambio, que aparecen en primer término (8.1.a) son todos ellos festividades religiosas: San Valero, procesión del Santo Entierro, Corpus Christi, Día del Pilar y Rosario de Cristal. A renglón seguido, se especifican con todo lujo de detalles los distintivos (bandas, insignias, bastón de mando) que llevarán el alcalde (9.1.) y los concejales (9.2.). El artículo 13.1 del citado protocolo pone la guinda en ese pastelón churrigueresco: "Los miembros del Gobierno y de la Corporación Municipal deberán asistir a todos los actos oficiales solemnes".
ASÍ LAS COSAS, y si el sentido común no hace pronto unas cuantas horas extraordinarias en la mente de nuestros ediles, bajo el amparo de los concejales del PSOE, PAR Y PP el Reglamento de Protocolo puede resistir los embates de cuantas alegaciones puedan hacerse en el próximo pleno municipal, y pervivir así orondamente en los años venideros. El hecho es que, aunque el artículo 16. 3. de nuestra Constitución declara que "ninguna confesión tendrá carácter estatal", visto el Reglamento de Protocolo citado, parece que en el Ayuntamiento de Zaragoza una determinada confesión, la católica, tiene un inequívoco carácter municipal.
Obviamente, los creyentes tienen pleno derecho a que sus creencias, festividades y tradiciones sean respetadas, e incluso a exteriorizarlas públicamente a título particular. Sin embargo, tales actos no deben concebirse ni realizarse como si concerniesen al conjunto de la ciudadanía y a las instituciones y autoridades de todos.
Nada resulta objetable si el señor alcalde quiera asistir particularmente, por ejemplo, al Rosario de Cristal. Otra cosa es que aparezca por allí en calidad de alcalde de todos los zaragozanos, lesionando así el principio constitucional de que ninguna confesión religiosa tiene carácter estatal. Mucho menos entendible aún es que el Reglamento de Protocolo imponga a todos los miembros del Gobierno y de la Corporación municipal la obligación de asistir a "todos los actos oficiales solemnes", teniendo en cuenta de qué actos solemnes se trata en algunos casos.
Nuestro alcalde y nuestros concejales deberían plantearse si tiene mucho sentido político, social y cultural en el siglo XXI que asistan en calidad de tales a unos actos de carácter particular y privado, respecto de los cuales muchos zaragozanos y zaragozanas pueden y quieren sentirse totalmente ajenos. Por pura lógica de adecuación a los parámetros políticos y sociales contemporáneos, nuestro ayuntamiento debería ser un ayuntamiento realmente aconfesional, es decir, respetuoso, pero al mismo tiempo situado por encima de cualquier confesión y posición de conciencia, separado como institución pública y como institución perteneciente a toda la ciudanía zaragozana de cualquier ámbito ideológico, religioso y de culto. Las leyes, las normas y los reglamentos de nuestro ayuntamiento deberían reflejar públicamente sus verdaderas señas de identidad en una sociedad democrática y plural, y sus actuaciones públicas deberían ser consonantes también con esas mismas señas de identidad.
EL REGLAMENTO de Protocolo está pendiente actualmente de que los grupos políticos, las asociaciones ciudadanas y las personas particulares presenten alegaciones para el Pleno del Ayuntamiento que se celebrará a finales de mes. Algún colectivo aragonés, como MHUEL (Movimiento hacia un Estado Laico), quiere contribuir activamente a que el Reglamento de Protocolo que finalmente salga vigente sea acorde con una ciudad democrática, moderna, plural, dispuesta a mostrar sus auténticas señas de identidad no sólo en la Expo, sino también y sobre todo en el devenir diario de sus actos y de sus obras. A esta empresa y a estos objetivos pueden sumarse cuantos zaragozanos y zaragozanas quieran. Como escribió el presidente norteamericano Jefferson, "ninguna ley debe oficializar la religión, ni prohibir su libre ejercicio, erigiéndose así un muro de separación entre la Iglesia y el Estado".
ANTONIO Aramayona
Profesor de filosofía

IU e ICV piden eliminar crucifijo y Biblia en actos acatamiento Constitución

La solicitud, presentada en el registro de la Cámara Baja el pasado jueves, pretende modificar el protocolo de los actos en los que el presidente del Gobierno, o los ministros, acatan la Constitución mediante la fórmula de la promesa o el juramento.En tales actos, tales cargos públicos prometen o juran la Carta Magna ante un crucifijo y una Biblia.
IU e ICV quieren erradicar del protocolo de esta clase de ceremonias 'todo tipo de simbología religiosa' porque, argumentan, es lo que corresponde en un 'Estado aconfesional' como el español.Asimismo, solicitan la elaboración de un 'protocolo aconfesional' tanto para dichas ceremonias institucionales como para las relaciones con las distintas confesiones religiosas.Se trata, como indican Llamazares y Herrera en el texto de justificación de la iniciativa, de una 'asignatura pendiente' en un país en el que 'militares y policías desfilan en procesiones religiosas' y en el que 'aún quedan cruces en colegios'.
IU e ICV destacan que el uso y la presencia de los símbolos religiosos carecen de 'base legal'.Precisan que el Real Decreto que establece la forma de estos actos de acatamiento de la Constitución, y que permite elegir entre la promesa o el juramento de la Carta Magna, no hace por el contrario ninguna alusión a los símbolos religiosos.'No es entendible ni justificable que en un Estado aconfesional los ministros juren o prometan el acatamiento de la Constitución ante una Biblia y un crucifijo', apostilla el texto.
Fuente:Terra.es

Taller “Mil ideas para una Boda

Disfrutar de la organización de nuestra boda era uno de los objetivos marcados por la sesión informativa organizada por el taller de floristería Don Zoilo, de la capital abulense, con la invitación a tomar un Té a todas aquellas familias que este año tienen el compromiso de celebrar ese único acontecimiento. Numerosas fueron las futuras novias que recibieron las explicaciones de María de los Ángeles Álvarez, directora del taller, sobre arreglos florales, mostrando su nueva línea para “novias” de esta temporada, basada en los tonos verdes pistacho, naranja y granate, todo ello enmarcado en la tendencia minimalista que se está imponiendo este año. Les explicó y les mostró diseños tanto del ramo de novia como de los prendidos para el novio y la decoración en los banquetes nupciales y en la Iglesia o en el Ayuntamiento, si la boda es civil. “Mil Ideas para una Boda”, que así denominó el encuentro también exhibió un buen elenco de detalles para las madrinas, tocados de novia, una gran colección de Abanicos, que vuelven con furor, y una serie de nuevos arreglos para ceremonias y diseños especiales para banquetes.
También participó el experto en protocolo, José Luis Delgado, que habló sobre el “Protocolo y los grandes enemigos de las Bodas”. “La clave, dijo, de la elegancia y el buen gusto y la forma más segura de evitar el ridículo es mantenerse en el estilo de vida que uno lleva”.