martes, enero 23

Visita a la exposición ”Tudela,el legado de una Catedral” y a la Casa de Misericordia de Pamplona



A su llegada a la Plaza Vieja de Tudela, Doña Cristina y Don Iñaki fueron recibidos por el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz Sesma, el presidente del Parlamento de Navarra, Rafael Gurrea, el delegado del Gobierno en la Comunidad Foral de Navarra, Vicente Ripa, y el alcalde de Tudela, Luis Casado. Seguidamente, los Duques de Palma fueron saludados por el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Francisco Iribarren, y los consejeros Alberto Catalán, Luis Campoy y Juan Ramón Corpas, además de los tenientes de alcalde del Ayuntamiento de Tudela.
Doña Cristina y Don Iñaki se dirigieron a la Catedral de Tudela, y al llegar a la Puerta del Juicio fueron saludados por el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Fernando Sebastián Aguilar, y el deán de la Catedral, Jesús Zardoya. Una vez en el interior, los Duques de Palma fueron saludados por la directora general de la Fundación para la conservación del Patrimonio Histórico de Navarra, María Isabel Beriáin, el director de la Fundación Caja Navarra (entidad patrocinadora), Dámaso Munárriz, y los comisarios de la muestra.
A continuación, los Duques de Palma iniciaron su visita a la exposición "Tudela, el legado de una Catedral", que ofrece al público los tesoros que alberga el templo, puestos al descubierto tras una restauración de cuatro años y una inversión de más de nueve millones de euros. Ha sido comisariada por María Inés Tabar, Jesús Sesma, Javier Sancho Domingo y Mercedes Jover. Entre las áreas más destacadas, se encuentran la Capilla del Espíritu Santo, sometida a un complicado proceso de restauración que ha permitido recuperar la policromía original, y un conjunto artístico compuesto por la sacristía barroca, redecorada en estilo neoclásico, la antesacristía barroca, cuya pintura original se ha reconstruido, una antesala capitular, en la que se han recuperado las pinturas murales de motivos arquitectónicos neoclásicos, y la sala capitular, que el Deán Camargo quiso construir a imitación de otras grandes catedrales de la época y que fue ejecutada por el pintor Vicente Berdusán. Abierta el 22 de septiembre de 2006, la muestra podrá visitarse hasta el 21 de enero de 2007.


Visita a la Casa de Misericordia de Pamplona
Su Alteza Real la Infanta Doña Cristina y Don Iñaki Urdangarin, a su llegada a la Casa de Misericordia de Pamplona, fueron recibidos por el presidente del Gobierno de Navarra, el presidente del Parlamento de Navarra, el delegado del Gobierno en la Comunidad Foral de Navarra, la alcaldesa de Pamplona y presidenta de la Junta de la Casa de Misericordia, Yolanda Barcina, la consejera de Sanidad del Gobierno de Navarra, María Kutz, y el director de la Casa de Misericordia, Jesús Cía.
Tras acceder al interior, los Duques de Palma fueron saludados por los miembros de la Junta de Gobierno de la Casa de Misericordia, el equipo de Dirección, y el Consejo de Participación de los Residentes. Seguidamente, Doña Cristina y Don Iñaki accedieron a la Sala de Juntas, donde visitaron una exposición sobre la historia de la Casa de Misericordia, que celebra el tercer centenario de su fundación.
Después de un breve recorrido por la muestra, los Duques de Palma se trasladaron al Salón de Actos, donde se celebró un acto conmemorativo del tercer centenario de la fundación de la Casa de Misericordia. Una vez ocuparon Doña Cristina y Don Iñaki sus lugares en la mesa presidencial, Su Alteza Real abrió la sesión, y concedió sucesivamente la palabra al presidente del Gobierno de Navarra, a la alcaldesa de Pamplona y presidenta de la Junta de la Casa de Misericordia, y al secretario del Consejo de Participación de la Casa de Misericordia, Florentino Huarte.
Antes de levantar la sesión, Doña Cristina felicitó "a la gran familia de esta Casa de Misericordia de Pamplona" por su tercer centenario, y animó "a seguir trabajando en esta noble labor a favor de nuestros mayores". Seguidamente, los Duques iniciaron su visita a las instalaciones, recorriendo el pabellón de matrimonio y sala de estar, la zona de consultas médicas, el gimnasio de rehabilitación, el área de residentes asistidos y la sala de estar. A su término, Doña Cristina y Don Iñaki descubrieron una placa conmemorativa y compartieron café y refrescos con los residentes, con lo que finalizó la visita a la Casa de Misericordia.

Abanderados de la diplomacia

Hace una semana, el cónsul honorario de Cuba para el Norte de España, Alejandro Fuertes, visitó el Principado. Viajó a la región desde Santiago de Compostela, sede del consulado, para presentarse ante las autoridades asturianas. Nieto de asturianos, nació y vivió en Cuba. Ahora vuelve a sus orígenes con la tarea de representar a su país en toda la cornisa cantábrica. Pero, ¿quiénes son los cónsules que viven en el Principado? ¿Y qué historias se esconden tras su cargo?La de María del Carmen Vigil, cónsul honoraria de México, también tiene que ver con la inmigración y los viajes de ida y vuelta. Nacida en el Distrito Federal, guarda como un tesoro el documento sellado por el cónsul de México en Gijón el 27 de noviembre de 1927, el visado que permitió a su padre viajar en el 'Alfonso XIII' con la Compañía Trasatlántica de Barcelona a las Américas, por 585 pesetas de entonces. «Se fue para buscar trabajo, con una maletita nomás. Resulta curioso que este visado lo firmara el último cónsul que hubo aquí. Como tras la Guerra Civil España y México no tuvieron relaciones, no volvió a haber otro cónsul hasta que llegué yo, que lo puse a funcionar en 1992», relata María del Carmen.Arropada por la bandera tricolor de su país natal, para ella es «un honor» recibir a sus compatriotas en su casa del número 20 de la calle de Cabrales, en Gijón, que «siempre ha estado, está y estará abierta a los mexicanos».
Jesús Silva Herzog era el embajador de México en España cuando María del Carmen fue nombrada cónsul honoraria. Éste es un cargo que se rige por el Convenio de Viena, explica Manuel del Castillo, cónsul honorario de Chile y secretario general del cuerpo consular en Asturias. «Los consulados son consulados, independientemente de que sea un cónsul general, un cónsul honorario, un vicecónsul o una agencia consular», recalca Del Castillo.
Piensa que es un cargo necesario y lamenta que muchas veces se caiga en «errores de protocolo» al no tener en cuenta la figura del cónsul honorario, quien «a todos los efectos, es el representante legal de un país extranjero en otro, aunque no sea diplomático de carrera». Del Castillo destaca que «no es lo mismo honorario que honorífico».
Funciones
En Asturias hay diez cónsules honorarios (Alemania, Chile, Finlandia, Hungría, Marruecos, Noruega, Países Bajos, República Checa y Suecia), un agente consular (Francia) y un vicecónsul (Italia). Las funciones de estos doce representantes de otros tantos gobiernos son, principalmente, dos. Por un lado, actuar como notario del país extranjero a la hora de validar documentos y gestionar trámites como la expedición de pasaportes. En segundo lugar, potenciar las relaciones comerciales entre ambos lugares. Al ser honorarios, no cobran por su trabajo. Y por el hecho de no haber estudiado en la Escuela Diplomática no están exentos de pagar impuestos y tampoco se benefician de las exenciones arancelarias de la conocida 'valija diplomática'.
Casi todos estos representantes consulares tienen sede en Gijón. Sólo Italia, con Paolo Ercolani; la República Checa, representada por Amalio García; y Marruecos, cuyo cónsul es Jacobo Cosmen, están en Oviedo. «Los consulados nacieron unidos al tráfico de mercancías por mar. En un principio, el cónsul tenía sus oficinas en el puerto, porque resolvía conflictos mercantiles», señala Casimiro González Ayesta, cónsul honorario de Suecia desde el 13 de marzo de 1989. Su tío Casimiro fue vicecónsul y luego su padre heredó este cargo.Los puestos se quedan muchas veces en la familia. Nacen de unas relaciones comerciales y desembocan en una tradición. «Mi tío era consignatario de buques, agente de una naviera sueca, y así empezó todo. Para mí, ser cónsul no es una satisfacción material, pero me gusta por una razón de afinidad con el país y de tradición; son cuestiones intangibles», asegura Casimiro.Guillermo Tóth, cónsul honorario de Hungría desde 2000, siente que su gobierno, al nombrarlo cónsul, ratificó «una vuelta a la normalidad».
Desde 1979, Tóth trabaja en Duro Felguera. Antes, en su país había desempeñado «cargos importantes de comercio exterior». En 1989 cambiaron las condiciones políticas en Hungría, con la caída del Muro de Berlín, y el «gobierno pluripartidista democrático optaba a entrar en la Unión Europea, por lo que comenzó a designar cónsules».Unos 300 húngaros viven en Asturias y Guillermo Tóth, natural de Zeged, explica que su principal papel «es el de notario, ser fedatario para las autoridades húngaras» y «cuidar» a sus compatriotas. «El cónsul honorario es el que no recibe honorarios», bromea Tóth, para quien una parte muy importante de su labor radica en promocionar el turismo en Hungría.
Actividades culturales
Manuel del Castillo también destaca las actividades culturales y de conocimiento mutuo entre Asturias y Chile: «Una vez al año, intentamos organizar un acto o una exposición, como la que hicimos con motivo del centenario de Pablo Neruda».Ahora, Manuel del Castillo se encuentra pendiente de una reunión en la embajada para definir el programa de 2007. Su padre fue cónsul de Chile durante 25 años y él solicitó el consulado «para retomar la tradición» iniciada a principios del siglo pasado por Dionisio Velasco.La familia Alvargonzález también aparece indisolublemente unida a estas tareas diplomáticas. Juan y Romualdo Alvargonzález Figaredo representan, respectivamente a los gobiernos de los Países Bajos y Finlandia. «Mi abuelo había sido vicecónsul de los Países Bajos en el año 1929 por las relaciones comerciales que tenía con ellos, establecidas con el puerto de Rotterdam», narra el naviero. Tras la Guerra Civil, el señor Castro, de Ceferino Ballesteros e Hijos, ocupó el cargo, que en 1988 solicitó a la Corona Holandesa Juan Alvargonzález. «Para mí es importante, porque viene de la familia, y es un cargo que el país da a una persona honorable de la ciudad, tras una investigación sobre ella», subraya.Alvargonzález explica que los cambios políticos repercuten en su actividad. «Ahora damos asistencia a los ciudadanos, fe de vidas o una cierta labor comercial y de turismo, o vamos a Villabona a visitar algún preso, una labor humanitaria», enumera el decano del cuerpo consular asturiano. La Unión Europea ha cambiado mucho las relaciones consulares. «Antes, los consulados teníamos que llevar un registro de los ciudadanos, ahora no», explica Alvargonzález.Casimiro González Ayesta pone otro ejemplo de cómo cambian, año a año, las cosas: «Cuando yo empecé, Suecia no estaba en la OTAN y definía su posición neutral. Tras la caída del Muro de Berlín, hubo un cambio radical en la política exterior. Desde abril de este año, ya no voy a poder hacer pasaportes, para renovarlos habrá que ir a la embajada de Madrid, según una circular que acabo de recibir». González Ayesta comenta que para los 40 suecos que residen en Asturias no será un gran trastorno, pero sí podría serlo para los cientos de suecos que residen en Torrevieja o Canarias.Precisamente, el cónsul Noruego de Torrevieja es un médico licenciado por la Universidad de Oviedo, apunta Benito Fernández Manovel, cónsul honorario de Noruega desde 1979 y vicecónsul antes, desde el 77, con el rey Olav. En Asturias sólo hay nueve noruegos registrados, pero «viven más, de hecho esta semana apareció una doctora de Medicina que está haciendo el MIR en Oviedo», indica Fernández Manovel. Este año, en junio, conocerá en persona al Rey Harald, «ya que existe una invitación para todos los cónsules noruegos a pasar una semana en Noruega, a la que iré con mi esposa», cuenta.
Contactos comerciales
El letrado milanés Paolo A. Ercolani, vicecónsul de Italia, considera que su puesto «es muy importante» y pretende «canalizar los contactos comerciales, reforzar ese terreno». María del Carmen Vigil también ha viajado a México con delegaciones comerciales asturianas. ¿Podría desaparecer el cargo, su función no resulta importante? «Creo que somos necesarios, siempre viene bien una mano amiga que te ayude a solucionar un problema, nunca está de más», argumenta la cónsul.
Fuente:El Comercio

Unos 9.000 empleados públicos podrán asistir a los cursos de formación del IVAP

Durante 2007, los cursos se desarrollarán en un total de 447 ediciones –76 en la provincia de Alicante, 55 en Castellón y 316 en Valencia-. Sanus ha indicado que “para el Govern de la Generalitat es una prioridad la formación del personal de la Administración autonómica, por lo que el objetivo de este plan es continuar fomentando la modernización de la administración y de los servicios que prestan sus empleados. Para ello el Consell, de acuerdo con la realidad actual, desarrolla políticas de aplicación de las nuevas tecnologías y de las nuevas conductas de prestación de servicios al ciudadano para dar respuesta a las exigencias de nuestra sociedad”.
Cerca de 10.000 horas de formación
Estos cursos, que se desarrollarán en 9.666 horas lectivas, se dividirán entre los de carácter presencial, semipresencial y los que se impartirán a través de Internet utilizando la plataforma de formación de la Generalitat. Por lo que respecta a la temática, los cursos que se realizarán durante 2007 mejorarán los conocimientos de los empleados públicos en diferentes aspectos como organización y protocolo de grandes eventos, técnicas para hablar en público, valenciano oral de atención al público, lenguaje administrativo, los ciudadanos extranjeros como nuevos clientes para la administración pública, informática e Internet, entre otros”, ha añadido Sanus.