martes, mayo 22

Historia y protocolo de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén


Historia de la Orden


Según la premisa de los Estatutos de esta Orden, la Caballería se define: “Como autodisciplina, generosidad y valentía. Quien no tuviera la firme voluntad de desarrollar y profundizar estos comportamientos en su vida, jamás puede convertirse en sepulcrista. El celo por la renuncia en medio de esta sociedad de la abundancia, el compromiso generoso a favor de los más débiles y la falta de protección, la lucha valiente por la justicia y la paz, son las características de la Orden del Santo Sepulcro”.


La Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, cuya creación se ha atribuido durante mucho tiempo a Godofredo de Bouillon, probablemente tuvo su origen en la investidura de Caballeros que en el siglo XII fueron a Tierra Santa para defender el Reino Latino de Jerusalén.

La Orden aparece de este modo como una rama característica de la antigua caballería cristiana inspirada en el modelo propuesto por San Bernardo en “De laude novae militiae”, encarnando el espíritu de los cruzados.

Tras la caída de Jerusalén en el año 1187, perdieron su base de asentamiento en la ciudad Santa y se convirtieron en unos “caballeros peregrinos”, encargado de mantener vivo el espíritu de cruzada que permitiera volver a recuperar los Santos Lugares, pertenecientes a una Orden caballeresca que formara una gran fraternidad, asentada y reconocida en las principales Cortes europeas, aunque sin depender de un mando común, pues la desaparición del Reino de Jerusalén como entidad territorial les hizo perder a su Maestre y dispersarse por toda Europa.

A principios del siglo XV, los Soberanos Pontífices se hicieron cargo de esta compleja situación, otorgando a la Orden el estatus de una verdadera Orden de Caballería, confiándole la custodia de Tierra Santa y el privilegio exclusivo de crear “Caballeros del Santo Sepulcro”.

En 1847 el Papa Pío IX, restableció el Patriarcado Latino de Jerusalén y se reorganizó la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén. El nuevo Patriarca se convirtió en el Gran Maestre de la Orden, reorganizándose de esta forma la Orden, siendo sus estatutos revisados permitiendo de esta forma el cruzamiento de nuevos miembros fuera de Jerusalén con la aprobación del Patriarca.

En el año 1868 el Papado decidió asumir directamente el Gran Maestrazo de la Orden, y los caballeros dispersos por todo el mundo se unieron de nuevo, si bien perdieron todo carácter cortesano o bélico, para transformarse en unos “caballeros custodios”, pertenecientes a una Orden Ecuestre encargada de mantener viva la presencia del cristianismo en Tierra Santa, mediante medios pacíficos, a través de su ayuda y apoyo a los Santos Lugares y a la población autóctona cristiana residente en ellos.

En 1888, Su Santidad León XIII aprueba la decisión del Patriarca de aceptar Damas como miembros de la Orden creándose entonces el Brazo de Damas Nobles del Santo Sepulcro.

El 3 de mayo de 1907, Pío X, con su carta apostólica “Quam Multa”, confirma todos los privilegios de la Orden, reservándose para sí el título de Gran Maestre, continuando el Patriarca con el poder y facultad de nombrar caballeros y Damas como Lugarteniente del Gran Maestre, que administraría y dirigiría la Orden en su nombre. Sus principales modificaciones dentro del Estatuto de la Orden fueron las siguientes:

      Se concede a los miembros de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, el privilegio de adornar la venera de la Orden con el trofeo militar, que ha de colocarse en la parte superior de la Cruz de Jerusalén.
      Se aprueba la decisión de elegir algunos caballeros, conforme a las necesidades de cada país, que hagan las veces del Patriarca en todo lo referente a la Orden.
      Encima del atuendo utilizado hasta ahora se podrá usar capa blanca con una cruz roja en el lado izquierdo.
      Los tres grados existentes de Caballero, Comendador y Gran Cruz, se completan con uno más que es el de Caballero Gran Oficial.

En 1940 el Papa Pío XII, dio a la Orden un nuevo Estatuto y nombró como Protector a un Cardenal, para posteriormente en 1949, el Cardenal Protector, se convirtiese en Gran Maestre y el Patriarca Latino de Jerusalén en el Gran Prior.

El 15 de agosto de 1945, por un “Motu Propio”, el Papa Pío XII, otorga a la Orden la Iglesia y el Conventos de San Onofre, situada en el Janísculo del Estado de la Ciudad del Vaticano, como sede espiritual.,

Durante el año 1950, el mismo Papa, inaugura la restauración del Palacio de la Rovere, construido en el siglo XIV, por el Cardenal del mismo nombre, estableciéndose en el mismo la sede del Gran Magisterio de la Orden.

En 1977 el Papa Pablo VI, con el contenido que está actualmente en vigor, aprueba el actual Estatuto, siendo modificados los artículos 1 y 4, posteriormente por Juan Pablo II.

Con el Breve de 16 de enero de 1994, Su Santidad Juan Pablo II confirmó a la Santísima Virgen, en su advocación de Nuestra Señora de Palestina, como Patrona de la Orden, festividad que se celebra el día 22 de agosto. En el último mensaje a la Orden del Santo Padre Juan Pablo II, hecho con ocasión de la Consulta del año 2003, transmitió a todos los Caballeros y Damas de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, el siguiente mensaje: “Forma parte de vuestra misión responder a las necesidades de la Iglesia en Tierra Santa, pero resulta aún más necesario dar un testimonio coherente de fe. Sea, pues, vuestro primer desvelo el de tender a la santidad, que es vocación universal de todos los cristianos”.

La Orden tiene presencia en más de 31 países a través de Lugartenencias o Capítulos. En este momento existen 48 Lugartenencias y 2 Delegaciones Magistrales. Habiendo países que tienen varias Lugartenencias, debido a su magnitud geográfica o a su número de Caballeros. Estados Unidos tiene 9; Australia, Canadá e Italia con 4 cada uno; Brasil y España con 2 respectivamente. Ascendiendo a un número aproximado de 20.000 el total de Caballeros y Damas que configuran en este momento la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén a comienzos del III Milenio.

En España como hemos dicho anteriormente existen dos Lugartenencias, la primera de ellas la de Castilla y León, con sede en Madrid, siendo aprobado su actual reglamento el 1 de marzo de 2004, por el Gran Magisterio y comprende las Comunidades de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, País Vasco, Canarias, Andalucía, La Rioja, Asturias, Cantabria, Extremadura y Madrid y la segunda la Lugartenencia de Aragón, que comprende Cataluña, Baleares, Navarra y Valencia.


SIMBOLOGIA, PRECEDENCIAS Y UNIFORMIDAD


LA CRUZ DE GODOFREDO:

Se llama así a la cruz que lleva en los extremos de cada brazo un travesaño, denominándose también como cruz potenzada. Ya desde tiempos muy antiguos se convirtió en la divisa y emblema de la Orden esta cruz, con el añadido de cuatro cruces más pequeñas en los cuatro ángulos y que según cuenta la tradición fue denominada cruz Jerosolimitana o de Godofredo de Bouillon, porque según la tradición fue el primero en llevarla.

BLASON Y SELLO:

Por una tradición muy antigua la Orden ostenta como blasón el escudo atribuido al Reino Latino de Jerusalén, que es sobre fondo de plata, la cruz de Jerusalén de oro y esmaltada en color gules (rojo). Yelmo de oro, coronado con corona de espinas, similar a la que le fue impuesta a Jesús de Nazaret, en la cimera, por el globo rematado por la cruz, flanqueada por dos banderas de plata con la cruz púrpura de Jerusalén en el centro. Por tenantes, tiene dos ángeles con dalmática roja, uno a la diestra, sosteniendo el estandarte cruzado; el otro por la siniestra que rige el bordón y la concha de peregrino. El sello, es en forma de almendra, cerrada por una orla de oro corona de espina, ostenta repujada y destacada en plata, la figura de Cristo Resucitado del Sepulcro.

HERALDICA:

Los Arzobispos, Obispos y Prelados, así como los Caballeros y Damas que tienen título de nobleza pueden, cuartelar el blasón propio con la cruz de Jerusalén, en el caso de los primeros, mientras que los segundos pueden acolar el escudo propio con la cruz de la Orden.

También en el caso de los Caballeros y Damas, sin título nobiliario, pero que tengan blasón propio, pueden suspender la cruz de la Orden bajo la punta del escudo.

·      Los Caballeros con un nudo negro
·      Los Comendadores atada a una cinta negra limitada por la base del escudo
·      Los Comendadores con Placa, con trofeo pendiente de una cinta negra saliente de los flancos del escudo
·      Los Caballeros Gran Cruz, cercaran el escudo con la cinta de la Orden, de la que pende la cruz con trofeo
·      Los Caballeros del Collar, los componentes del Gran Magisterio, los Lugartenientes de la Orden en ejercicio y los Grandes Priores podrán empezar con la Cruz de Jerusalén en la distribución acuartelada desde la derecha.

RELACION DE PRECEDENCIAS:

Entre los miembros que desempeñan cargos dentro de la Orden, existe la siguiente precedencia:

1.     Cardenal Gran Maestre
2.     Patriarca Gran Prior
3.     Asesor
4.     Lugarteniente General
5.     Gobernador General
6.     Vice-Gobernadores Generales
7.     Canciller de la Orden
8.     Maestro de Ceremonias
9.     Otros miembros del Gran Magisterio
10.  Otro miembros de la Consulta
11.  Lugartenientes
12.  Grandes Priores de Lugartenencias
13.  Regentes de Lugartenencia
14.  Delegados Magistrales
15.  Grandes Priores de Delegación Magistral
16.  Regentes de Delegación Magistral
17.  Priores Coadjutores de Lugartenencia o de Delegación Magistral
18.  Presidentes de Sección
19.  Priores de Sección
20.  Delegados Locales
21.  Priores de Delegación Local

En el caso de la Lugartenencia de España Occidental de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, las precedencias son de la siguiente forma:

1.     Lugarteniente
2.     Gran Prior
3.     Canciller
4.     Secretario
5.     Tesorero
6.     Maestro de Ceremonias eclesiástico y seglar
7.     Fiscal
8.     Cargos de responsabilidad de la Lugartenencia que se consideren deban de ser Consejeros
9.     Otros Consejeros sin cargo especial, en número no superior a uno por cada cien miembros.


UNIFORMIDAD:

·      LA CAPA: es enteramente redonda, de paño blanco marfil, con una longitud de hasta 10 cm., por debajo de las rodillas, con cuello de terciopelo blanco, alamares de pasamanería blanca, tono de raso blanco, cruz de Godofredo (25 cm de alta), en paño rojo al centro de la pechera. La capa se lleva sin sombrero, sin condecoraciones, según las circunstancias. En cualquiera de los casos puede llevarse el birrete de terciopelo negro.
·      EL BIRRETE: de terciopelo negro, tiene forma de gorra sostenida verticalmente a la derecha por una banda de igual terciopelo, de ala levantada y moldeada, que gira en todo el contorno de la gorra, y baja ala izquierda hasta alcanzar una altura de 4 cm. En el lado de la faja, se aplica el distintivo con las distinciones de grado.
·      EL HABITO DE CORO: de paño blanco amplio con una gran circunferencia, largo hasta el suelo y con una cola, con sobrecuello de gola, cruz de Godofredo roja sobre el hombro izquierdo, de medida idéntica a la utilizada en la capa, un gran cordón con borlas igualmente con nudo corredizo.
·      MUCETA PARA LOS ECLESIASTICOS: los sacerdotes, pueden usar el roquete, con bocamangas negras salvo que les corresponda de otro color, por cualquier otra causa, muceta de color blanco de medida normal, con cruz de Godofredo, escarlata, sobre el hombro izquierdo.
·      LAS DAMAS: visten un vestido negro largo y de manga larga, velo negro en la cabeza y capa de terciopelo de seda negro, con cruz de Godofredo en paño rojo fileteado de oro.

CONDECORACIONES E INSIGNIAS


Las condecoraciones de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, se pueden dividir en tres clases y tienen las siguientes características:

      Caballeros y Damas del Collar:
Collar desanudable en dos porciones, con malla en la cruz de Jerusalén esmaltada en rojo (seis cruces), alternada por siete pares de plaquillas rectangulares de oro, con el lema “Deus lo vult”, del que pende hacia abajo el trofeo militar (lazo en el caso de las Damas), que rige la Cruz de Godofredo esmaltada en rojo, coronada por la figura en relieve, en oro, de Cristo Resucitado del Sepulcro, y contorneada por una guirnalda de hojas de oro, esmaltada de verde y plata. La placa es radiante, de plata, de 8,5 cm, coronada por un disco de oro de 4 cm, al que se superpone sobre fondo esmaltado de blanco la cruz de Jerusalén, esmaltada de rojo con figura aplicada en relieve, de oro, de Cristo Resucitado del Sepulcro, y contorneada por una guirnalda de hojas de olivo, de oro, esmaltada de verde.

      Caballeros:
Para los Caballeros Gran Cruz, Cruz de Godofredo esmaltada en rojo, de 5 cm, rematada por trofeo militar con banda terciada de derecha a izquierda, de seda jaspeada negra de 10 cm. La Placa es radiante de plata de 8,5 cm, sobre la que se superpone la cruz de Godofredo, esmaltada de rojo de 5 cm. Para los Comendadores con Placa, cruz de Godofredo de Bouillon esmaltada de rojo de 5 cm, rematada por trofeo militar, con Placa. La Placa es igual a la prevista a los Caballeros del Collar, sin la efigie de Cristo Resucitado del Sepulcro. Para los Comendadores, Cruz de Godofredo de Bouillon, esmaltada de 5 cm, rematada por trofeo militar. Para los Caballeros, Cruz de Godofredo, esmaltada de rojo de 3,5 cm rematada por trofeo militar.

      Damas:
Para las Damas Gran Cruz, Cruz de Godofredo, esmaltada de rojo de 5 cm, rematada por lazo, con banda terciada de seda jaspeada negra de 10 cm, que se lleva desde el hombro derecho al costado izquierdo y placa. La placa es igual a la prevista para los Comendadores con placa. Para las Damas de Encomienda con Placa, cruz de Godofredo, esmaltada de rojo, de 5 cm, rematada por lazo, con placa. La Placa es igual que la prevista para los Caballeros Comendadores con Placa. Para las Damas de Encomienda, Cruz de Godofredo de Bouillon, esmaltada de rojo de 5 cm, rematada por lazo. Para las Damas, Cruz de Godofredo esmaltada de rojo, de 3,5 cm, rematada por lazo.

La cinta de la Orden para todas las categorías es de seda jaspeada de color negro. La que sostiene al cuello la Cruz de Godofredo en el caso de los Comendadores con Placa y Comendadores es de 5 cm. Y la de los Caballeros es de 3,5 cm. Las Placas se han de llevar siempre en el lado izquierdo del pecho.

Esta Orden tiene en su haber otras tres formas de insignias, que son:

      Insignias de las Condecoraciones al mérito, cuya insignia está compuesta por una cruz potenzada de oro, esmaltada de rojo, con una corona de espinas de oro, que pasa entre los brazos de la cruz. La cinta es de seda blanca con tres rayas longitudinales rojas; el blanco recuerda la capa de la Orden y el rojo las cruces que lo adornan.
      Insignias de las Distinciones Especiales: Palma de Jerusalén, que puede ser en oro, plata y bronce. La Palma de l Orden (4x4 cm), lleva en el anverso la Cruz de Godofredo, sobre escudo de oro, plata o bronce, con el lema “Deus lo vult” en la parte alta, todo abrazado por dos palmas de forma elíptica, una de las ramas de olivo y la otra con hojas de laurel, esmaltadas ambas de verde. En el reverso lleva grabada la inscripción: “Palma Equestris Ordinis Sancti Sepulcri Hieroolymitani”. Estas condecoraciones se llevan pendientes de una cinta de seda jaspeada negra de 3,5 cm.
      Concha de Peregrino: Es el distintivo especial que rememora la concha de plata, de valva abierta frontalmente, sobrepuesta la Cruz de Godofredo esmaltada en rojo, fileteada de oro, de 2 cm.

Autor: José Carlos Sanjuán Monforte