sábado, julio 7

Defensa y los distintivos militares


EL titular de Defensa ha planteado al Consejo de Ministros la reforma de la normativa vigente en materia de recompensas militares con el objetivo de cerrar la polémica sobre el color del distintivo -rojo o amarillo- de las condecoraciones otorgadas a los soldados españoles que perdieron la vida en el Líbano. El departamento que dirige José Antonio Alonso ha procurado tipificar con precisión los diferentes supuestos para encajar en ellos a quienes mueren a causa de acciones violentas por atentados o minas. Quedan así equiparadas unas y otras situaciones, eludiendo el debate sobre si se trata o no de una «guerra» y modificando la exigencia, establecida por un real decreto de 2003, de que el distintivo rojo quede reservado para supuestos de conflicto armado en los que se demuestre un «valor acreditado». Es razonable cambiar las normas cuando quedan superadas por la realidad social, pero Defensa no tendría que haber esperado para promover la reforma a que se produjera esta intolerable agresión contra nuestras tropas. La situación de la política internacional contemporánea hace que la diferencia jurídica entre el estado de guerra y otras formas de conflicto resulte hoy día difusa y cambiante. Sin embargo, hay un exceso de oportunismo en esta decisión gubernamental, porque la simple lectura de la nueva regulación da a entender que se legisla en atención a una circunstancia concreta, algo que el PSOE reprochaba con frecuencia desde la oposición a los ejecutivos anteriores. La pretensión de otorgar efecto retroactivo a estas medidas hace justicia a los soldados que perdieron la vida al servicio de España, pero demuestra, sin lugar a dudas, que el objetivo principal es quitar argumentos a la oposición a la hora del debate político.

El PSOE pretende por todos los medios establecer una distinción tajante entre la presencia de soldados españoles en Irak, por una parte, y en Afganistán y el Líbano, por otra, dejando de lado que también existen resoluciones de Naciones Unidas en el caso iraquí, a favor de las cuales -por cierto- voto a favor el Gobierno que preside Rodríguez Zapatero. Nada de ello afecta a la brillante labor que desarrollan las Fuerzas Armadas en el exterior, que alcanza en ocasiones la categoría de heroísmo. De ahí que sea razonable equiparar circunstancias que son sustancialmente análogas, puesto que ya no es aceptable la concepción clásica de la guerra como una confrontación formalizada entre ejércitos regulares. El terrorismo, las acciones suicidas y las agresiones irregulares forman parte del panorama de los conflictos armados en este siglo XXI. La legislación que se anuncia atiende a las nuevas circunstancias, pero es irremediable que la opinión pública perciba una vez más ese tono de oportunismo electoralista que acompaña sin remedio a las últimas medidas del Gobierno. Parece que las críticas a las condecoraciones otorgadas, tanto al protocolo de su imposición como al rango de las mismas, han hecho mella en Defensa, que se dispone a rectificar con tanta prisa que se le nota demasiado.
Fuente:ABC
AUME valora decisión reformar ley de recompensas militares y pide colaborar
El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, informó ayer en el Consejo de Ministros sobre la reforma de la ley de recompensas militares, que permitirá la concesión de la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo a los muertos en acciones violentas, como atentados o minas, ante los que no es posible reaccionar.En un comunicado AUME anuncia que interesará del Ministerio de Defensa o, en su caso, del Consejo de Estado, trámite de audiencia, para aportar consideraciones que permitan mejorar esta disposición de carácter general y su extensión a los militares que resulten heridos.
Explica que su objetivo es que, antes de que la reforma entre en vigor, 'se aproveche esta ocasión para regular adecuadamente este tipo de condecoraciones, los elementos y parámetros utilizados para su otorgamiento, y los trámites y autoridades competentes para su concesión'.AUME recuerda que la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo estaba concebida a favor de quienes ejercen el mando, por lo que considera que esta 'disfunción' ha de tenerse en cuenta si la reforma 'pretende acomodarse a la realidad actual' de las Fuerzas Armadas y 'convertir en un instrumento justo, el otorgamiento de condecoraciones, como uno de los aspectos que conforman la disciplina'.Sin embargo, la Asociación Unificada de Militares Españoles critica que el Gobierno no haya decidido emprender las reformas legales necesarias para reconocer como víctimas del terrorismo a los militares que mueran o resulten heridos en misiones internacionales en las que se lucha contra el terrorismo, así como a sus familias.Por ello insiste en solicitar al Gobierno que proceda a otorgar esta condición a todos los miembros de las Fuerzas Armadas que se encuentren o hayan estado en esa situación.Asimismo insta al Ejecutivo a poner en marcha políticas 'integrales' de tratamiento para los militares heridos en acción terrorista fuera del territorio nacional, así como para sus familias.
Fuente:Terra