
A su llegada al Acuartelamiento Aéreo de Tablada, los Duques de Lugo fueron recibidos por el general de división Juan Luis Bonet Rivas, y ya en la Plaza de Armas, por la presidenta del Parlamento de Andalucía, María del Mar Moreno, el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, Francisco José García de la Vega, el general jefe de la Fuerza Terrestre, el teniente general Pedro Pitarch Bartolomé, el general jefe del Mando Aéreo General, el teniente general Carlos Gómez Arruche, la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero Cuadrado, y el jefe de la Agrupación del Acuartelamiento Aéreo de Tablada, el coronel Juan Francisco Alavés Lledó.
Doña Elena hizo entrega del Estandarte a un oficial de la Agrupación y dirigió unas palabras, en las que transmitió la felicitación y el saludo de Su Majestad el Rey a todos los miembros del Ejército del Aire y, en particular, a todos los que forman parte del Acuartelamiento Aéreo de Tablada, por volver a tener un nuevo Estandarte, así como su aliento, para seguir desempeñando con lealtad las importantes misiones recibidas al servicio de España.


Después de una salva de fusilería, se interpretó el Himno del Ejército del Aire y se rindió homenaje a los que dieron su vida por España. El acto castrense finalizó con un desfile aéreo y terrestre. Posteriormente, los Duques de Lugo firmaron en el Libro de Honor del Acuartelamiento y se celebró un vino de honor en el Pabellón de Oficiales, cuyo brindis corrió a cargo del Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire. A su término, Doña Elena y Don Jaime fueron despedidos por las mismas autoridades que les recibieron a su llegada.