lunes, marzo 12

Bolivia:La necesidad de cambiar al escudo "colonial"


La marca de un país es su escudo de armas, pero si éste no refleja a una nación ¿por qué seguir utilizándolo? Este tema ha empezado a ser debatido desde el pasado jueves en el Asamblea Constituyente (AC), donde se redactan las nuevas leyes para Bolivia y también los nuevos símbolos, entre ellos el escudo.Concretamente, la discusión se inició la mañana del jueves pasado cuando la Comisión de Visión de País de la AC organizó una disertación bajo el título de "Escudo de Bolivia, símbolo de Estado", a cargo del comunicador visual Fernando Navia.
Entre las varias interrogantes que se plantearon en la reunión, como ¿el escudo actual representa a todas las culturas que habitan este territorio? o ¿el nuevo texto constitucional será representando por el mismo escudo?
Un mito intocable
Sin duda es un tema tan delicado donde los sentimientos de pertenencia a una nación se enfrentan a la racionalidad para encontrar los verdaderos significados de los elementos que componen a nuestro escudo.Y las primeras reacciones no se hicieron esperar. "Muchos constituyentes ya tenían la idea de plantear un cambio al escudo nacional pero no sabían cómo hacerlo", explica Carlos Lara, representante de la Representación Presidencial para la Asamblea Constituyente (Repac). De esta forma la disertación ha servido para poner la piedra inicial de este debate, aunque también para que las voces conservadores se hagan escuchar. "Hubo mucho temor en alguna gente, principalmente en aquellos ligados a los gobiernos anteriores y que se sienten atacados ideológicamente con los cambios que ahora se están dando", informa Lara, desde la ciudad de Sucre, sede la AC.
El símbolo ajeno
A simple vista nuestro escudo parece cercano a nuestra realidad, pues refleja de alguna manera nuestras riquezas naturales y a todo un país, pero a través de una visión más aguda nos damos cuenta que no es así.El escudo boliviano consta de 19 elementos, de los cuales 12 representan al periodo colonial con origen ajeno a nuestra realidad y apenas los siete restantes son andinos. Por ejemplo, el gorro frigio es símbolo de la libertad, pero de la libertad francesa, y cuando aún figuraba el árbol del pan –hoy reemplazado por una palmera– nadie reparó que su origen data de Indonesia.Durante el periodo colonial los españoles introdujeron el haz de trigo, el árbol de pan, los pabellones, los fusiles, los cañones, el olivo y el laurel. "Es dar una forma a nuestros símbolos de forma crítica y redescubrir qué representan y expresan la etapa colonial que sufrió nuestra tierra y no refleja en absoluto la identidad del pueblo boliviano. Es necesario ingresar a un debate para cambiar a este escudo porque tiene un mensaje muy profundo sobre una identidad colonial", comenta el presidente de la Comisión de Visión de País de la AC, Félix Cárdenas.
Escudos a "decretazos"
Ocurrió desde un principio. El decreto del 17 de agosto de 1825 no explica qué motivos prevalecieron en los constituyentes de la época para optar por las figuras que conformaron al naciente escudo nacional y su respectivo significado. Tampoco formula la reglamentación que defina las características materiales del escudo y la forma de difusión del símbolo."Nunca se sabrán los motivos de la selección y la elección de las figuras que componen el escudo, precisamente por la ausencia de precisiones en los decretos, así como la falta de una reglamentación consecuente. Por esta razón, el escudo es un símbolo arbitrario", afirma Fernando Navia, autor del libro "Disfunciones iconosemióticas del Escudo de Bolivia".También señala que para la creación de símbolos como el escudo no se preguntó a la población qué símbolo quería que la represente. "Se impone vía decreto presidencial o sea crea un acuerdo parlamentario con este fin, en la letra, para luego convertirla en un símbolo".Desde la creación del escudo, en 1825, hasta la fecha el escudo nacional ha sufrido un sinfín de modificaciones. Hablando con papeles en la mano, hasta el 2004 se promulgaron 15 decretos supremos relativos la escudo, de todos ellos los más significativos son los del 17 de agosto de 1825 por Decreto de la Asamblea Constituyente; del 26 de julio de 1826 y el escudo definido durante el gobierno de Gregorio Pacheco en 1888, pues se realizaron modificaciones sustantivas.Desde 1888 no se realizó ninguna reglamentación sobre su uso y por tal situación es que cada presidente interpretaba a su manera la forma en que deberían plasmarse los diferentes objetos que componen al escudo. También deja mucho que desear los correspondientes a los departamentos. Un escudo paceño con un león o el chuquisaqueño, el más sangriento: con diez cabezas decapitadas en un marco interior, un águila bicéfala, dos castillos, una corona, una mano sujetando el mástil donde flamea la cruz de Jerusalén, símbolo de las cruzadas y guerras santas medievales. Muchos escudos del país fueron concedidos por diferentes reyes de España hace más de 400 años y hasta ahora siguen vigentes.
Para todo gusto
Basta revisar la papelería oficial del gobierno para darse cuenta que al escudo, ese símbolo que en escuela solíamos dibujarlo para conocerlo, se lo presenta de distintas y diversas formas. Tal es el caso de los membretes oficiales: en los documentos de la Presidencia de la República (2001) el cóndor aparece desfigurado, en otro del Honorable Senado Nacional (2003) se eliminaron las plumas del ave, en el correspondiente al Ministerio de Desarrollo Económico (2004) el escudo aparece distorsionado horizontalmente, en el de la Cámara de Diputados (2004) además de existir tres cerros la alpaca lleva carga y en el membrete del Ministerio de Salud (2004) el escudo aparece invertido estructuralmente.Ni qué decir en la papelería no oficial que lleva el escudo, como las escarapelas, monedas, billetes, sellos, impresos, bordados o tallados.Tantas son las presentaciones de nuestro escudo que el coleccionista Julio César Velásquez logró reunir más de 700 escudos durante los últimos 40 años y sus diferencias sirvieron para elaborar el libro "Reformas y deformaciones del Escudo de Armas de la República de Bolivia".
El oriente excluido
Al analizar el escudo –el reciente presentado con las modificaciones que hizo el ex presidente Carlos Mesa mediante decreto– muchas personas identifican a la palmera como una representación del oriente boliviano, lo cual sería lógico salvo el detalle de que se trata de una curiosa palmera que solamente crece en las alturas. "En el gobierno de Mesa se introdujo una palmera denominada Janchi Coco o Zunca, que supongo trataba de llenar este espacio vacío, de una representación del oriente. Pero esta palmera es de altura, o sea, crece en los departamentos de Potosí y Chuquisaca", explica Navia.Debido a los muchos elementos que componen a nuestro escudo Navia señala que es simple para un boliviano pero complejo para un asiático. "Tiene mayor valor simbólico para un observador del altiplano, no tanto para un observador del oriente". Mediante el decreto de Mesa se cambió la figura de la alpaca por una llama y también se ordenó la supresión del árbol del pan por la mencionada palmera.La última palabra para cambiar o no este emblema la dirán los asambleístas, pero en todo caso, como apunta Navia, en caso de conservarse el mismo escudo debe existir una reglamentación sobre cómo se debe transformar de la letra a la imagen con un significado claro y coherente con nuestra realidad.
Fuente:La-epoca.com