La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, ha elegido el País Vasco como puerta de entrada para su visita oficial a España.
Recorrió el Museo Guggenheim Bilbao junto a Juan Ignacio Vidarte, su director, y un indiscreto séquito de medio centenar de personas en el que se posaron todas las miradas.Era difícil no fijarse en la comitiva de la cuarta mujer más poderosa del mundo, según la revista 'Forbes', que avanzaba como una gran melé por las salas de la exposición 'Rusia!'. Una docena de miembros de su guardia personal (uniformados como en las películas: traje negro, camisa blanca, corbata oscura y pinganillo) rodeaba al numeroso grupo, en el que había también algunos miembros de las fuerzas de seguridad españolas (de paisano, que no de incógnito). En media hora de visita guiada, Macapagal, que habla un perfecto castellano, se mostró de lo más reservada. Se limitó a asentir con la cabeza ante las indicaciones, en inglés como cortesía al resto del grupo, del director del museo. Un detalle que agradecieron numerosos turistas, que apagaban sus audioguías y seguían las palabras de Vidarte cuando coincidían frente a un cuadro.
Los que más gustaron a la segunda mujer que alcanza la presidencia de Filipinas fueron la 'Novena Ola', del pintor ruso IK Aivazovsky, y un pequeño lienzo de Kandinski.
Macapagal es el primer jefe de Estado extranjero en activo que aterriza en el aeropuerto de Loiu. Llegó el lunes procedente de Roma, donde celebró una audiencia con el Papa Benedicto XVI. Un récord menor para la persona que ostenta el honor de haber sido el político más votado en la historia de su país: en 1995 resultó reelegida senadora con 16 millones de sufragios. Parca en palabras, la presidenta ha aprovechado esta escala de carácter privado para visitar San Sebastián; Getaria, donde comió chipirones en el restaurante Kaia; la basílica de San Ignacio de Loiola, y la catedral de Santiago de Compostela, a donde voló ayer.
Fuente: El Correo Digital
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