Pasqual Maragall deberá situarse tras Jordi Pujol en todos los actos oficiales a los que acudan como ex presidente de la Generalitat a partir de la formación del nuevo gobierno, según establece sobre normas de protocolo y ceremonial en el ámbito de la Generalitat de Cataluña.
Los ex presidentes ocuparán un puesto tras el presidente de la Generalitat, el del Parlament, los consellers, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y el presidente del Consell Consultiu de la Generalitat.
No obstante, durante esta legislatura la existencia de un único ex presidente no había hecho necesario aplicar el precepto que determina el orden de ubicación de los ex presidentes.El decreto de protocolo establece en este sentido que los ex presidentes se situarán "de acuerdo con la fecha de cese, comenzando por la más antigua".
Una vez abandone la presidencia, Maragall podrá disponer de tres personas a su servicio, con dedicación especial, además de una dotación presupuestaria para gastos de oficina, atenciones de carácter social y, si es necesario, para gastos de alquiler de inmuebles.Igualmente contará con un vehículo de representación con chófer y servicios de seguridad.
En virtud de la ley 6/2003 del Estatut de los ex presidentes de la Generalitat, Maragall percibirá una asignación mensual equivalente al 80% de su sueldo por un periodo equivalente a la mitad del tiempo que ha estado en el cargo y, como mínimo, por una legislatura.Además, una vez superado ese plazo cobrará una pensión de jubilación vitalicia consistente en una asignación mensual del 60% del sueldo percibido como presidente.Estas asignaciones son incompatibles con la percepción de ingresos por el ejercicio de cualquier otro cargo público o de libre designación remunerado.
Fuente:Europa Press
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