miércoles, febrero 7

La guerra de los símbolos

La manifestación celebrada el pasado sábado en Madrid, convocada por el Foro de Ermua y apoyada por el PP, ha desatado una dura pugna dialéctica entre Gobierno (PSOE) y oposición. La razón es el uso que se hizo de la enseña nacional durante el transcurso de la marcha por las calles de la capital y del himno de España al finalizar la misma.
El Ejecutivo consideró que los manifestantes que mostraban su rechazo a la negociación con la banda terrorista se apropiaron indebidamente de estos símbolos que son patrimonio de todos los españoles. El PSOE se apoyó para esta crítica en un Decreto aprobado por el Gobierno de Aznar. La norma de la discordia es el artículo tres del Real Decreto 1560/1997, de 10 de octubre, por el que se regula el Himno Nacional que señala que será interpretado en su versión completa “en los actos de homenaje a la Bandera de España”, “en los actos oficiales a los que asista Su Majestad el Rey o Su Majestad la Reina”, en los que asista “la Reina consorte o el consorte de la Reina” y “en los demás actos previstos en el Reglamento de Honores Militares”. Su versión breve procede interpretarla en actos oficiales a los que asistan los Príncipes de Asturias o Sus Altezas Reales los Infantes de España, en actos “oficiales a los que asista el Presidente del Gobierno”, en los “deportivos o de cualquier otra naturaleza en los que haya una representación oficial de España” y “en los demás casos previstos en el Reglamento de Honores Militares”.
Todo cambia según la interpretación que se haga de esta norma. El PP replicó por boca de Gabriel Elorriaga que sólo es “una bobada” utilizada por el PSOE para desviar la atención y “no responder a los miles de ciudadanos” que reclamaron que no se negocie con ETA. En la misma línea, el secretario general del PP, Ángel Acebes, negó que la manifestación se tratara de una concentración de “extrema derecha” y aseguró que participaron votantes del PSOE y del PP. Resumió la marcha como una muestra de civismo, pluralismo y buena fe, ante la cual el Gobierno ha dado una respuesta “lamentable y desoladora”.
“En lugar de atacar e insultar a los ciudadanos que quieren derrotar a ETA, Zapatero debería sumarse a ellos para, juntos, acabar definitivamente con el terrorismo”, afirmó. En su opinión, el Gobierno debe escuchar la “voz de la calle” y renunciar a la negociación con la banda terrorista que, según dijo, “ha dejado claro que no tiene voluntad de dejar la violencia”.
El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, se refirió también ayer a su asistencia a la manifestación. En este sentido, calificó como “kafkiano” que “nos digan que utilizar la bandera de España y escuchar el himno nacional es dividir” cuando, según dijo, “los socios de gobierno necesarios del PSPV se presentaron con una bandera que no es constitucional y con una senyera que no es estatutaria”.