La de ayer fue una mañana de insignias, emblemas, estandartes y rituales en Santo Toribio. Llegaron caballeros y damas de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, a la explanada del monasterio. Su lugarteniente del Occidente de España, el caballero denominado Gran Cruz, José Ramón Pardo de Santayana y Coloma, les acompañaba.
Una vez allí, tuvo lugar la formación del capítulo y posterior bendición del estandarte de la sección de la Orden en Cantabria. Seguidamente, los padres franciscanos les acogieron con la Canción del Peregrino, que todo cruceno está instado a entonar, para atravesar la Puerta del Perdón.
Al culto, que estuvo presidido por el arzobispo de Oviedo, monseñor Carlos Osoro, asistió el consejero de Cultura, Francisco Javier López Marcano. Otros visitantes ilustresMás voces se sumaron en el canto inicial a las de los caballeros del Santo Sepulcro, eran las de las distintas cofradías que acompañaban y arropaban a los integrantes de la del Zapico, estos últimos estaban de celebración, su quinto capítulo, que más tarde tuvo lugar en el Centro de Estudios Lebaniegos, de Potes. Nuevamente se dejaron ver por tierras lebaniegas, los 'hojaldreros' de Torrelavega con sus atuendos marrones. También junto al Zapico estaban los Guardianes de la Alquitara. La joven Cofradía del Aguardiente de Orujo de Liébana quiso participar de una jornada de excepción en la antesala del final de un año de excepción.
Fuente:El Diario Montañés