Las obras del Palacio de Telecomunicaciones de la Plaza de Cibeles, la nueva sede del Ayuntamiento de Madrid, continúan adelante, aunque con cierto retraso sobre los plazos previstos. No se espera un «estreno» oficial del edificio hasta después de las elecciones. El concejal de Hacienda y responsable de esta obra, Juan Bravo, confirmó a ABC que el traslado de los primeros despachos, incluido el del alcalde, no será posible hasta el verano.
Los trabajos de adaptación del palacio a sus nuevos usos comenzaron en septiembre de 2006, y tienen una duración prevista de 30 meses, lo que significa que el conjunto no estará terminado hasta el primer trimestre del año 2009. Para entonces, podrá ya utilizarse el nuevo salón de plenos, y la gran superficie central abierta al público y que se convertirá en lugar de actividades lúdicas y culturales.
Los trabajos de adaptación del palacio a sus nuevos usos comenzaron en septiembre de 2006, y tienen una duración prevista de 30 meses, lo que significa que el conjunto no estará terminado hasta el primer trimestre del año 2009. Para entonces, podrá ya utilizarse el nuevo salón de plenos, y la gran superficie central abierta al público y que se convertirá en lugar de actividades lúdicas y culturales.
Pero antes, será posible ocupar algunas partes del inmueble. En torno al mes de mayo estará ya acondicionada la zona que ocuparán los servicios jurídicos municipales. Éstos permanecen ahora en el edificio municipal de Mayor, 83, que por cierto está pendiente de su marcha para iniciar en él diversas obras de mejora.
Tras estos, llegarán los funcionarios adscritos a las áreas de coordinación, la secretaría técnica y la vicealcaldía. Y el alcalde estrenará su nuevo despacho en torno al verano, entre julio y agosto, una vez pasadas las elecciones y constituida la nueva Corporación municipal que salga de las urnas.
De momento, los primeros en trasladarse a la popular «catedral de las Telecomunicaciones» —llamada así por su belleza arquitectónica— han sido los responsables de la Oficina Olímpica Madrid 2016, que ocupan algunas salas del inmueble desde el pasado mes de febrero. Las obras de acondicionamiento del edificio, que siguen el proyecto del equipo de Francisco Rodríguez Partearroyo, tienen un presupuesto previsto de 67 millones de euros. Para este año 2007, existe una partida concreta de 10.821.726 euros para este fin. Las obras de reforma incluyen la construcción de un nuevo salón de plenos, además de una zona pública para exposiciones de un tamaño similar a varias veces la actual Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional de Madrid.
Ganó el concurso
El proyecto de Rodríguez Partearroyo para este edificio —proyectado por Antonio Palacios en colaboración con Otamendi— fue el ganador del concurso que convocaron a tal efecto el Ayuntamiento madrileño y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
En él se incluye una cubierta acristalada sobre el actual patio interior, que permitirá utilizarlo en toda época del año y además, el acceso de luz natural al mismo. Todo ello, sin alterar el exterior del edificio, que cuenta con alta protección debido a su valor arquitectónico.
Un ascensor panorámico permitirá subir a la torre del inmueble, y en sus cuatro plantas se habilitarán pequeñas exposiciones explicativas. La última planta —que se corresponde con la número 11— será el lugar elegido para situar un mirador hacia la ciudad.
El acondicionamiento del palacio de Cibeles como sede del Ayuntamiento de Madrid ha sufrido todo tipo de avatares desde que se proyectó. La idea original procede del último gobierno de Álvarez del Manzano en la Alcaldía, y se plasmó —ya con Ruiz-Gallardón como regidor— en un convenio firmado en julio de 2003 para permutar este edificio emblemático y otros.
Un protocolo de 2004 rubricado por el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ponía el Palacio de Correos en manos del Ayuntamiento, que a cambio cedía al Ministerio de Industria otro inmueble en propiedad en el número 41 de la calle del Capitán Haya, una parcela de 70.000 metros cuadrados edificables en Sanchinarro y el «edificio de las Cariátides», en Alcalá 49, donde ahora está el Instituto Cervantes.
Desde entonces, se inició una pugna primero por desalojar el edificio de los inquilinos que lo ocupaban —funcionarios estatales—; y segundo por iniciar y realizar unas obras aún en marcha. Las previsiones iniciales apuntaban que la primera fase de las obras —el acondicionamiento de las zonas menos afectadas— se iniciaría en diciembre de 2004 para terminar en enero de 2005. Son los trabajos que ahora se espera terminar en torno a mayo.
La segunda fase, el grueso de las tareas, también están ya en marcha, y afectan a 33.000 metros cuadrados de edificio. Estas obras se espera que estén listas hacia el primer trimestre de 2009.