El Consell de Mallorca no invitó ayer a los altos cargos del Govern, Parlament y Ayuntamiento de Palma, todos del Partido Popular, al Gran Premi Nacional de Trot, a pesar de que en los años anteriores siempre había guardado un sitio para ellos en la tribuna presidencial.
Ante esta situación, varios de ellos decidieron asistir de todos modos al hipódromo de Son Pardo, donde se encontraron con el presidente del Institut de l'Esport Hípic, Nicolau Tous, que les insistió en que, a pesar de todo, ocuparan un lugar en la tribuna presidencial. La alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, y el edil de Deportes, Rafael Durán, aceptaron; la vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, y el conseller de Medio Ambiente, Jaume Font, no.
Como medida de protesta, ambos mandatarios del Govern se sentaron en la grada junto a las 20.000 personas que, según la organización, asistieron al gran premio. Les acompañaron la consellera de Agricultura, Margalida Moner, y el alcalde de Manacor, Antoni Pastor.
En un principio, el Institut de l'Esport Hípic se vio en un apuro para entregar los premios Ayuntamiento de Palma y Parlament. Sin embargo, finalmente la alcaldesa se prestó a conceder la estatuilla que le correspondía, mientras que el propio Tous se vio obligado a conceder el galardón del Parlament en sustitución del presidente de la cámara balear, Pere Rotger.
Contacto telefónico
De hecho, el presidente del Institut de l'Esport Hípic se puso en contacto con Rotger para intentar que asistiera. Según fuentes populares, el presidente del Parlament se negó; según fuentes del Institut de l'Esport Hípic, Rotger se disculpó alegando que tenía otro acto que exigía su presencia. Estas últimas fuentes también aseguraron que el acontecimiento había sido un «éxito» con un gran «récord» de asistencia.
No es la primera vez que la proximidad de las elecciones y la rivalidad existente entre los dos partidos que lideran Govern y Consell de Mallorca a través de un pacto de gobernabilidad, PP y UM, provoca situaciones parecidas a la acontecida ayer en Son Pardo.
Concretamente, durante la inauguración del Teatro Principal, celebrada el pasado 20 de abril, el Consell estuvo a punto de negarle a Estaràs un lugar en el palco presidencial. Finalmente, el jefe de Protocolo del Govern logró que la vicepresidenta tuviera un asiento junto al resto de autoridades. Al parecer, estaba previsto que acudieran a la inauguración tanto el president del Govern, Jaume Matas, como Cirer. Sin embargo, finalmente, el president se inclinó por otro acto en la Part Forana y una fuerte migraña impidió a la primera edil de Cort acudir al evento. Como consecuencia de todo ello, fue Estaràs la encargada de representar a Matas, algo que, al parecer, no agradó a Munar.