Interior tiene en estudio nuevas normas para mejorar la “imagen corporativa” de los policías autonómicos, en la que analiza cuestiones como el uso del buzo antidisturbios y del verduguillo (el gorro para ocultar la cara), pero también la utilización del castellano en las relaciones con el público, al que se aconseja que se trate como “clientes”.
La normativa, todavía en fase de discusión y que ha sido adelantada por El Correo, dice, entre otras cosas:
-- El empleo del verduguillo será “excepcional” y requerirá siempre autorización previa. (En los años 90, Interior prohibió esta prenda y sancionaba a quienes la portaban, pero después se regularizó el uso para actuaciones antiterroristas o aquellas en las que se preveían incidentes graves).
-- El buzo ignífugo antidisturbios será también de uso “excepcional”, decidida por los jefes de unidad. (Hoy es de utilización generalizada por parte de los agentes, pero se implantó durante la ofensiva de ETA 2001: después de que dos patrulleros fueran asesinados, la consejería lo consideró “uniformidad prioritaria”).
-- Aspecto exterior. Los agentes no llevarán ningún tipo de tatuaje que “contenga grabados que puedan herir la sensibilidad”. Los ornamentos no reflejarán “tendencias ideológicas o religiosas”.
-- Se prohíbe llevar pulseras, collares, “piercings”, pendientes o anillos “si pueden afectar a la seguridad de los agentes o resultan excesivamente ostentosos”.
-- No podrán fumar en público, y se propone que tampoco en vigilancias estáticas o en el interior de los vehículos. No podrán formar corrillos, deberán evitar posturas cansinas, que no parezcan suficientemente marciales.
De “usted” y en castellano o euskera
-- En el trato con los ciudadanos se usará el “usted”, a menos que el interlocutor apee de forma expresa el tratamiento.
-- Los agentes podrán emplear el castellano y el euskera, aunque una sugerencia apunta que el saludo sea bilingüe: “Egunon, buenos días”.
-- Cuando la persona se dirija en euskera y el ertzaina no lo entienda, “deberá excusarse y proponer que se utilice el castellano”.
-- Interior afirma que ha cambiado la relación de los ciudadanos con la policía. Los ertzainas son vistos, no sólo como autoridad, sino también “como prestadores de servicios públicos”. Y afirma que “el ciudadano se ha convertido en cliente”, un cliente que exige y que no duda en acudir a los medios de comunicación para quejarse.