El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, estrena este lunes su nuevo despacho en el Palacio de Comunicaciones, en la plaza de Cibeles, donde se ha trasladado en los últimos días todo su equipo más cercano, así como la Vicealcaldía y el Gabinete de Comunicación desde la Casa de la Villa, sede del Consistorio de la capital durante más de cuatro siglos.
Gallardón no pudo asegurar el pasado viernes que fuera a estar trabajando desde este lunes en la nueva sede municipal porque "puede haber detalles que no estén totalmente terminados". "Incluso es posible que la próxima Junta de Gobierno podría aún realizarse en la plaza de la Villa", añadió el acalde.
Pero lo cierto es que desde mediados del mes pasado se transportan ficheros, carpetas, ordenadores y mobiliario de un inmueble a otro. Será el propio alcalde, el vicealcalde, Manuel Cobo, y el equipo de prensa los que estarán en la plaza de Cibeles. El resto de concejalías y los grupos de la oposición permanecerán en la Casa de la Villa y en los otros dos edificios municipales, situados en los números 69 y 71 de la calle Mayor.
En principio, no será hasta principios de 2009 aproximadamente cuando se pueda terminar la mudanza de los responsables municipales. Aún así sólo el 20% del edificio estará ocupado por políticos y administrativos.
El 80% restante de superficie estará reservada a actividades culturales y sociales abiertas a todos los ciudadanos, aunque éstos tendrán que esperar al menos un año y medio mientras se culminan todas las obras de acondicionamiento del edificio.
"Este cambio responde a una evolución en la relación entre el Ayuntamiento y los ciudadanos. Ahora estaremos en un edificio histórico muy importante y en un eje privilegiado, en la misma línea que espacios como el Museo del Prado, el Thyssen o el Reina Sofía", subrayó Gallardón el pasado viernes. El alcalde señaló como positivo que el cambio de ubicación del Ayuntamiento permitirá recuperar la Casa de la Villa, "que a lo largo de sus cuatro siglos de historia como sede municipal ha sufrido intervenciones muy agresivas".
Los planes del Ejecutivo local para este edificio es convertirlo en un "espacio de la memoria de Madrid", donde puedan acudir los interesados en investigar y conocer la historia de la capital.
El coste de la obra, la crítica más dura
A pesar de las ventajas que el alcalde madrileño se esfuerza en subrayar, la oposición no se ha tomado muy bien la mudanza. Por una parte, critican a Gallardón por llevar a cabo una medida que los ciudadanos no demandan. Ante esto el alcalde se defiende aludiendo a que el PSOE llevaba una propuesta similar en su programa electoral para las municipales del 27-M.
Las críticas más duras han estado motivadas por el coste de la obra, que tanto IU como PSOE cifran en más de 400 millones de euros. En concreto, la coalición de izquierdas alude a que "sólo lo previsto en la reforma son 70 millones de euros por la licitación, sin contar las desviaciones al alza".
Además, hay que sumar todo el coste de mobiliario y de la futura reforma de la Casa de la Villa. Un dinero con el que ambos partidos consideran que podrían hacerse muchas otras actuaciones de mayor urgencia para la ciudad y con mayor impacto en la calidad de vida de los ciudadanos.
"Es absolutamente desproporcionado el dinero asignado en los presupuestos de 2008 a las reformas de equipamientos públicos de todo tipo y el dinero que se ha reservado el alcalde para financiar la suntuosidad de sus nuevas dependencias del Palacio de Correos", argumentó el edil de IU Daniel Álvarez, poniendo como ejemplo que "de los 59 millones previstos para reformar colegios, polideportivos y centros culturales, 20 millones se los llevará la nueva sede municipal".
Oscurantismo e ineficacia
PSOE e IU han criticado duramente el "oscurantismo" practicado por el equipo de Gallardón en todo lo relativo a este traslado, ya que según reprochó el portavoz del PSOE, David Lucas, "la oposición representa a miles de ciudadanos y es inadmisible que oculten cómo será el nuevo Ayuntamiento, quién irá para allá, su distribución o cómo será el Salón de Plenos".
Ambos partidos consideran que "la reforma de la Casa de la Villa habría bastado" y rechazan que "mientras el Ayuntamiento se deja esa suma de dinero para que Gallardón tenga un despacho de 80 metros cuadrados, los jóvenes madrileños siguen siendo los jóvenes europeos que más tardan en emanciparse".
La oposición considera que el Ayuntamiento ha gestionado de manera "ineficaz" los recursos municipales por no haber tenido en cuenta "las pérdidas de valor patrimonial derivadas de la permuta de edificios y suelo, y el gasto directo que supondrá la obra".
Y es que para poder trasladarse a Cibeles, Gallardón tuvo que suscribir un convenio en 2003 con el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que obligaba a la Administración municipal a ceder al Estado, a cambio del Palacio de Correos, el edificio de las Cariátides, de su propiedad, en Alcalá 49, para ser destinado a sede del Tribunal Constitucional.
Gallardón no pudo asegurar el pasado viernes que fuera a estar trabajando desde este lunes en la nueva sede municipal porque "puede haber detalles que no estén totalmente terminados". "Incluso es posible que la próxima Junta de Gobierno podría aún realizarse en la plaza de la Villa", añadió el acalde.
Pero lo cierto es que desde mediados del mes pasado se transportan ficheros, carpetas, ordenadores y mobiliario de un inmueble a otro. Será el propio alcalde, el vicealcalde, Manuel Cobo, y el equipo de prensa los que estarán en la plaza de Cibeles. El resto de concejalías y los grupos de la oposición permanecerán en la Casa de la Villa y en los otros dos edificios municipales, situados en los números 69 y 71 de la calle Mayor.
En principio, no será hasta principios de 2009 aproximadamente cuando se pueda terminar la mudanza de los responsables municipales. Aún así sólo el 20% del edificio estará ocupado por políticos y administrativos.
El 80% restante de superficie estará reservada a actividades culturales y sociales abiertas a todos los ciudadanos, aunque éstos tendrán que esperar al menos un año y medio mientras se culminan todas las obras de acondicionamiento del edificio.
"Este cambio responde a una evolución en la relación entre el Ayuntamiento y los ciudadanos. Ahora estaremos en un edificio histórico muy importante y en un eje privilegiado, en la misma línea que espacios como el Museo del Prado, el Thyssen o el Reina Sofía", subrayó Gallardón el pasado viernes. El alcalde señaló como positivo que el cambio de ubicación del Ayuntamiento permitirá recuperar la Casa de la Villa, "que a lo largo de sus cuatro siglos de historia como sede municipal ha sufrido intervenciones muy agresivas".
Los planes del Ejecutivo local para este edificio es convertirlo en un "espacio de la memoria de Madrid", donde puedan acudir los interesados en investigar y conocer la historia de la capital.
El coste de la obra, la crítica más dura
A pesar de las ventajas que el alcalde madrileño se esfuerza en subrayar, la oposición no se ha tomado muy bien la mudanza. Por una parte, critican a Gallardón por llevar a cabo una medida que los ciudadanos no demandan. Ante esto el alcalde se defiende aludiendo a que el PSOE llevaba una propuesta similar en su programa electoral para las municipales del 27-M.
Las críticas más duras han estado motivadas por el coste de la obra, que tanto IU como PSOE cifran en más de 400 millones de euros. En concreto, la coalición de izquierdas alude a que "sólo lo previsto en la reforma son 70 millones de euros por la licitación, sin contar las desviaciones al alza".
Además, hay que sumar todo el coste de mobiliario y de la futura reforma de la Casa de la Villa. Un dinero con el que ambos partidos consideran que podrían hacerse muchas otras actuaciones de mayor urgencia para la ciudad y con mayor impacto en la calidad de vida de los ciudadanos.
"Es absolutamente desproporcionado el dinero asignado en los presupuestos de 2008 a las reformas de equipamientos públicos de todo tipo y el dinero que se ha reservado el alcalde para financiar la suntuosidad de sus nuevas dependencias del Palacio de Correos", argumentó el edil de IU Daniel Álvarez, poniendo como ejemplo que "de los 59 millones previstos para reformar colegios, polideportivos y centros culturales, 20 millones se los llevará la nueva sede municipal".
Oscurantismo e ineficacia
PSOE e IU han criticado duramente el "oscurantismo" practicado por el equipo de Gallardón en todo lo relativo a este traslado, ya que según reprochó el portavoz del PSOE, David Lucas, "la oposición representa a miles de ciudadanos y es inadmisible que oculten cómo será el nuevo Ayuntamiento, quién irá para allá, su distribución o cómo será el Salón de Plenos".
Ambos partidos consideran que "la reforma de la Casa de la Villa habría bastado" y rechazan que "mientras el Ayuntamiento se deja esa suma de dinero para que Gallardón tenga un despacho de 80 metros cuadrados, los jóvenes madrileños siguen siendo los jóvenes europeos que más tardan en emanciparse".
La oposición considera que el Ayuntamiento ha gestionado de manera "ineficaz" los recursos municipales por no haber tenido en cuenta "las pérdidas de valor patrimonial derivadas de la permuta de edificios y suelo, y el gasto directo que supondrá la obra".
Y es que para poder trasladarse a Cibeles, Gallardón tuvo que suscribir un convenio en 2003 con el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que obligaba a la Administración municipal a ceder al Estado, a cambio del Palacio de Correos, el edificio de las Cariátides, de su propiedad, en Alcalá 49, para ser destinado a sede del Tribunal Constitucional.
Fuente:El Mundo
Vídeo
El convenio establecía la cesión de un segundo edificio o suelo apto para edificar donde reubicar los servicios del Ministerio de Ciencia y Tecnología, para lo que se alquiló por tres años un edificio en Capitán Haya, 41.
Asimismo, en el acuerdo figuraba que el Ayuntamiento debía mantener la unidad de Apartados Postales y la Oficina de Atención al Público de Correos, así como ceder a éste un inmueble de 600 metros cuadrados o dos de 300 para las unidades de reparto, y otro de 3.000 metros cuadrados para reubicar el Museo Postal y Telegráfico.
El convenio establecía la cesión de un segundo edificio o suelo apto para edificar donde reubicar los servicios del Ministerio de Ciencia y Tecnología, para lo que se alquiló por tres años un edificio en Capitán Haya, 41.
Asimismo, en el acuerdo figuraba que el Ayuntamiento debía mantener la unidad de Apartados Postales y la Oficina de Atención al Público de Correos, así como ceder a éste un inmueble de 600 metros cuadrados o dos de 300 para las unidades de reparto, y otro de 3.000 metros cuadrados para reubicar el Museo Postal y Telegráfico.
