¿Cómo colocar una mesa cuando vienen invitados? ¿Se puede entrar fumando a casa ajena? ¿Qué simboliza el orden de las banderas cuando hay una reunión de dirigentes políticos? ¿Qué tipo de atuendo debemos llevar a una boda? ¿Y a una fiesta? Estas y otras muchas cuestiones de formalidad son analizadas en dos libros: ‘Protocolo’ y ‘Buenas maneras’ (Libros Cúpula, editorial Planeta). Los expertos Juan Sunyé, Pablo Batlle y José Carlos Sanjuán despejan nuestras dudas e inquietudes.
"El saber estar, la educación, la urbanidad y la cortesía no entiende de clases sociales"
"Desde el punto de vista social, el acto más complicado de organizar es una boda"
"La época romana y en España la musulmana han sido épocas doradas para el protocolo"
"En España faltan buenos oradores"POR MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ/ ESTHER PEÑASFOTOGRAFÍAS: JORGE VILLA
"El saber estar, la educación, la urbanidad y la cortesía no entiende de clases sociales"
"Desde el punto de vista social, el acto más complicado de organizar es una boda"
"La época romana y en España la musulmana han sido épocas doradas para el protocolo"
"En España faltan buenos oradores"POR MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ/ ESTHER PEÑASFOTOGRAFÍAS: JORGE VILLA
Ustedes citan a Goethe: “el comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su verdadera imagen”. A grandes rasgos, ¿cómo nos comportamos los españoles en materia de urbanidad y buenas maneras?
Pablo Batlle (PB): Teníamos fama de ser un país donde se cuidan mucho las formas, muy corteses y buenos anfitriones, pero, actualmente, por desgracia, hemos perdido estos calificativos y ahora estamos un poco “de capa caída” en esta materia.
José Carlos Sanjuán (JCS): España siempre ha sido una referencia en este ámbito. Si lees la biografía de la Reina Victoria, quien, a la pregunta de su biógrafo, y siendo nieta de la Reina Victoria de Inglaterra, decía que el protocolo español era muy rígido y muy estricto (a principios del siglo XX).
¿Cuál es la imprudencia más reiterada de los españoles en nuestro comportamiento?
PB: La mala educación de forma generalizada, es decir, no saludamos, no pedimos las cosas por favor, no damos las gracias, hemos perdido la cortesía…
JCS: En el segundo libro, que trata sobre las buenas maneras, abordamos el problema de no saber estar, de no saber comportarnos, tanto si somos los invitados e incluso anfitriones de un evento.
El ridículo como sanción por transgredir o incumplir las normas sociales, ¿es suficiente para acatarlo?
PB: El problema es si somos conscientes de que hacemos el ridículo, ésa es la clave. Muchas veces no nos damos cuenta o no creemos que lo hemos hecho.
JCS: La cuestión es dónde está el límite del sentido del ridículo, algo que nosotros podemos considerar que no lo es, otras personas sí lo creen. Hay quien piensa que la observancia en la puesta de la mesa, la combinación de la ropa o la organización de una fiesta son cuestiones cuyo protocolo corresponde a la clase alta.
¿Entiende de clases sociales la buena educación y el protocolo?
PB: El saber estar, la educación, la urbanidad y la cortesía no entiende de clases sociales, de ricos y pobres, de formación, ni de ideologías políticas; todos debemos tener esas cualidades.
JCS: Estoy de acuerdo.
¿Cuál es el diagnóstico actual por el que pasan las buenas maneras?
PB: Hay quien dice que es de “pronóstico reservado”, pero pienso que su estado es “muy grave”. Pero, como nos gusta ser siempre optimistas, tengo que decirle que la juventud actual es muy consciente de la falta de conocimiento de las normas básicas del saber estar y manifiestan su interés en conocerlas, como es el caso de los jóvenes universitarios que entran a trabajar en instituciones y grandes empresas.
JCS: De ahí la gran demanda de formación para ejecutivos en este sentido, no sólo desde el ámbito institucional, sino también empresarial.
Protocolariamente, ¿qué acto es el más complicado de organizar y por qué?
JCS: Desde el punto de vista social, el acto más difícil sería una boda, porque no sólo tienen que ponerse de acuerdo los novios, sino también las familias de ambos contrayentes.
¿Ese grado de dificultad está en función de la clase social a la que pertenecen?
PB: Es igual de complicado en todas las familias.
JCS: Priman los intereses particulares de cada familia y hay que equilibrar la balanza.
En el libro se apunta a que en el S.XII a.C. ya existían normas de protocolo en China, también aparecen normas en la Biblia y en la civilización egipcia. ¿Cuál ha sido la época dorada del protocolo?
JCS: La época romana y, en España, la época musulmana, porque existía en la celebración de los eventos un gran “glamour” y boato, destacando el caso romano con la figura del emperador y el musulmán con el califa. Aún perviven ciertas tradiciones en Córdoba y Sevilla.
PB: La vida social, política y ciudadana en la época romana se reflejan en la actualidad, por ejemplo, las antiguas túnicas son ahora las togas que llevan jueces y catedráticos, los estandartes romanos son ahora banderas, y una recepción de aquella época es ahora un viaje de Estado.
¿Qué falla en las formas que se expresan en el Parlamento español?
Las dos Cámaras en España funcionan muy bien, son un ejemplo democrático y lo que a veces falla pueden ser las formas, por eso el presidente es el encargado de reconducir esas situaciones. Lo importante es que los políticos, los actores y actrices, los responsables de los medios, deportistas, grandes empresarios y líderes de opinión tienen que cuidar mucho las formas porque son un reflejo muy importante para la sociedad y para la juventud.
¿Cómo valoran la oratoria de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy?
En España faltan buenos oradores. Zapatero es un buen comunicador y llega a la gente con más claridad y Mariano Rajoy es mejor orador, pero no comunica tan bien. A veces los políticos no hablan para el ciudadano de la calle.
¿Se puede hablar de países más o menos protocolarios?
JCS: Hoy es difícil, porque vamos camino de la globalización, cada país tiene sus propias tradiciones y tienen que trabajar para poder conservarlas. Es preferible que los países protocolarios sean democráticos. ¿Cómo interpreta la famosa frase del Rey Juan Carlos “por qué no te callas” en la Cumbre Iberoamericana de Chile?
JCS: El Rey ha sido siempre una persona muy respetada por su labor de puertas abiertas hacia la comunidad latinoamericana a la que servimos de puente.
¿Quien genera una situación de tensión es más culpable que el que responde a la provocación?Ni uno ni otro. El fallo estuvo en la presidencia de la República de Chile, que no fue capaz de dar la palabra a todos por igual. Chávez tendría que haber utilizado su turno sólo cuando le tocase, porque si no, el mensaje del otro no llega claro.
PB: Al Rey le molestó que un Jefe de Estado extranjero descalificara a un ex - presidente del Gobierno de España elegido democráticamente, que lo hiciera en un foro inadecuado y que se metiera con el mundo empresarial español que invierte en Iberoamérica. Pero lo que más le molestó fue que el presidente Chávez no permitiera al presidente del Gobierno de España contestarle a sus descalificaciones.
¿Hay momentos en los que está justificado que alguien pierda las formas?
PB: Las formas no se deben perder, pero no hay que olvidar que somos humanos y que puede ocurrir en algunas circunstancias especiales.
JCS: Lo más adecuado es abandonar el lugar si estás descontento, y una imagen vale más que mil palabras.
De hecho, el Rey Juan Carlos abandonó el lugar y el presidente del Gobierno se quedó con la delegación española…
PB: El abandono del Rey y el hecho de que el presidente del Gobierno se quede supone un toque de atención a lo que allí se dijo contra la democracia española, pero es verdad que si el presidente se hubiera ido también se abría creado una crisis diplomática mucho más grave.
JCS: Si se hubieran marchado todos hubiera sido una desconsideración a todos los jefes de Estado y primeros ministros allí presentes y también contra Chile como anfitriona del evento.
¿Qué nos pueden decir respecto al uso de palabras malsonantes?
En España, de cada tres palabras decimos dos “tacos”, pero, es verdad que, a veces, un “taco”, en un momento dado, puede decir más cosas que un discurso.
¿Cuáles son los principales aspectos del protocolo empresarial más necesarios?
Estamos en un mundo globalizado donde tenemos movilidad para viajar. La presencia de la inmigración en todo el mundo, el respeto a las religiones o las nuevas tecnologías influyen en el mundo de la empresa. Pero para ésta la imagen es importante, no solo los patrocinios, la publicidad o las ruedas de prensa, sino también las buenas maneras y la presencia, el saber estar y el comportamiento de sus integrantes.
¿Qué papel juegan las personas con discapacidad como asistentes a eventos a la hora de organizar el protocolo?
En una parte del libro destacamos la importancia de organizar el protocolo teniendo en cuenta a las personas con discapacidad, que deben sentirse cómodas, como uno más.
¿Quién observa más las normas de cortesía: los hombres o las mujeres?No hay diferencias. Ahora no llama la atención que una mujer diga una palabra malsonante en una reunión.