Los laudes se celebraron con el cuerpo presente del que fuera arzobispo emérito de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española entre los años 1987 y 1993.
Media hora antes de comenzar el acto litúrgico acudieron a la cripta catedralicia de Santa María la Real de la Almudena el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, y la segunda teniente de alcalde y concejala de Empleo, Ana Botella, donde dieron el pésame a los familiares del cardenal.En el libro de firmas, Manuel Cobo, que acudió como alcalde en funciones de la capital por la ausencia de Alberto Ruiz-Gallardón, de viaje oficial en Costa Rica, expresó el dolor por el fallecimiento de Suquía en el nombre de los ciudadanos de Madrid.
Ana Botella, por su parte, se sumó 'al sentimiento de cariño y afecto' por la muerte del cardenal, en el nombre de los madrileños y en el suyo propio.En posteriores declaraciones a los medios, Ana Botella recordó el impulso que dio Angel Suquía para que se terminara de construir la catedral de la Almudena, pero 'lo más importante -dijo- fue su labor dentro de la Iglesia católica'.
Fuente: Terra.es
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