El Príncipe de Asturias asistió hoy junto al presidente estadounidense, George W. Bush, al acto con el que la Casa Blanca celebra cada año el mes de la herencia hispana, una comunidad que suma ya más de cuarenta millones de personas en Estados Unidos.
Un acto con el que el Príncipe ha puesto fin a una estancia oficial en Washington de cuatro días, de carácter exclusivamente hispano, durante los cuales ha podido tomar el pulso a la realidad de esta comunidad pujante.
En un acto de deferencia hacia el Príncipe, el presidente Bush le recibió en el Despacho Oval de la Casa Blanca, donde conversaron unos minutos, el tiempo suficiente para que don Felipe le informara de que a comienzos de mayo será padre por segunda vez.
Poco antes de las 18.30 horas GMT, don Felipe hacía su entrada en la Sala Este de la Casa Blanca, donde ya aguardaban al anfitrión, el presidente George W. Bush, sus más de trescientos invitados, representantes de la comunidad hispana llegados de diferentes lugares de los Estados Unidos.
El Príncipe se sentó en primera fila, frente al estrado desde el que poco después Bush hablaría y con el secretario de Justicia, Alberto Gonzales, de origen hispano, a su derecha.
A las 18.30 GMT en punto entraba Bush en el salón con gesto sonriente y entre aplausos y vítores del público. Con un "bienvenidos" en español saludaba a los congregados en la Casa Blanca, "la casa de todos", dijo también en español.
Tras los saludos y guiños cómplices a tan entusiasta audiencia, Bush destacó la presencia de un huésped tan ilustre como el Príncipe de Asturias, que se levantó para responder a los aplausos de los demás invitados.
"Gracias por venir", reiteró Bush, quien pidió al Príncipe de Asturias que se llevara a España los saludos de él y de su familia para "Su Majestad el Rey y para tu madre". "Yo -agregó- haré lo mismo, transmitiré tus saludos a mi padre y a su majestad mi madre", bromeó.
El presidente de EEUU agradeció al Príncipe que haya viajado a Washington para celebrar con él el mes de la herencia hispana, un gesto "amable y noble" de un país, España, "muy importante".
Bush, en un discurso de apenas quince minutos, rindió homenaje a los hispanos que viven en EEUU, un "país de inmigrantes", y de quienes destacó su contribución a la "cultura y el carácter nacional".
Entre los invitados por la Casa Blanca se encontraban los altos ejecutivos de cinco empresas españolas con intereses en Estados Unidos: José Ignacio Sánchez Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola; Rafael Montes, consejero delegado de FCC; Alfonso Líbano, consejero delegado de COBEGA Coca-Cola; Isaac Andic, presidente de Mango; y Enrique Bañuelos, presidente de la constructora valenciana Astroc.
Tras su discurso, Bush presentó la actuación de la cantante cubana-americana residente en Miami Ana Cristina, que a ritmo de bolero -"Contigo en la distancia" y "Bésame mucho"- puso sentimiento latino a la celebración.
"¿Una más?", propuso Bush quien, sentado con el Príncipe de Asturias a su derecha, había seguido el ritmo de los boleros con movimientos de su cabeza. La tercera canción fue ya en inglés: "At last".
Finalizado el acto, el presidente Bush se despidió del Príncipe y de los demás invitados, no sin antes acercarse a saludar a varios militares estadounidenses de origen hispano sentados también en primera fila.
El pasado 14 de septiembre, al anunciar el inicio del mes de la herencia hispana, George W. Bush hizo pública una declaración en la que rendía un homenaje a los estadounidenses de ascendencia latina que sirven en sus fuerzas armadas "con valentía y honor".
Bush recordaba que sus "esfuerzos están contribuyendo a que Estados Unidos sea más seguro y a que la libertad llegue a pueblos alrededor del mundo".
Antes de acudir a la Casa Blanca, don Felipe inauguró, en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo, la II Convención de Líderes Hispanos, ante quienes dijo que "España no puede ser indiferentes al porvenir de la comunidad hispana en Estados Unidos".
Este congreso ha reunido en Washington a miembros de la asociación que agrupa a los participantes en el programa Jóvenes Líderes Hispanos, una iniciativa que el Gobierno español lanzó en 1998 con el propósito de dar a conocer la realidad española a lo más destacado de la cada vez más influyente comunidad hispana de EEUU.
"Por encima de las diferencias de origen nacional y diversidades sociales, existe un cemento que nos une e identifica: una herencia cultural común poderosísima, que pervive y se fortalece diariamente", afirmó ante ellos el Príncipe.
Durante su estancia en Washington, el Príncipe de Asturias asistió a un acto académico de la cátedra que lleva su nombre en la Universidad de Georgetown, de la que es antiguo alumno, y a la gala anual del Congressional Hispanic Caucus Institute, una de las principales organizaciones hispanas de EEUU.
Fuente:La Razón.es
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