viernes, octubre 13

No me toques la bandera



Al alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes (PSOE), le han tocado la fibra sensible. Artífice de la recuperación para los actos oficiales del “Himno a Segovia” y firme defensor del segovianismo —llegó a declarar que se sentía segoviano y español, pero no castellanoleonés—, Arahuetes ha sentido como un “desprecio intolerable” la retirada la bandera de Segovia, después de ser izada, en un evento deportivo celebrado en la capital, en unas instalaciones de la Junta de Castilla y León y por decisión de la propia administración regional, según lo cree el alcalde.


Lo que podría interpretarse como una mera anécdota, para Arahuetes supone un auténtico desprecio hacia la ciudad y “la gota que colma el vaso” en la “larga lista de desaires” de la Junta de Castilla y León hacia el Ayuntamiento de Segovia, según apuntaron fuentes próximas al Gobierno municipal; que no dudan en lamentar “la falta de diálogo, compromiso y colaboración” de la administración regional en una docena de proyectos impulsados desde el consistorio segoviano.

Pero, ¿Qué pasó con la bandera?. Arahuetes lo cuenta en detalle en una carta dirigida al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, a la que ha tenido acceso este diario, y donde el alcalde, en un tono muy directo y en ocasiones duro, le trasmite su “más profunda indignación” por los hechos.

Como se recordará, Segovia fue escenario los días 6,7 y 8 del XXVII Campeonato Nacional de Caballos Árabes, un evento en el que colaboraba el Ayuntamiento y que se celebró en las instalaciones de la Escuela de Capacitación Agraria —perteneciente a la Junta de Castilla y León—, que se emplaza a la altura del kilómetro 5 de la carretera de Arévalo. Según explica Arahuetes a Herrera en la carta, los organizadores requirieron al Ayuntamiento el viernes día 6 de octubre dos banderas de la ciudad de Segovia para que estuvieran izadas en los mástiles del campeonato; dando cumplimiento a esa solicitud esa misma mañana. De esta manera, al día siguiente, el sábado día 7, una de las enseñas fue izada en uno de los mástiles, ondeando junto a la bandera de España y a la de Castilla y León. Sin embargo, el domingo día 8 el primer teniente de alcalde, Juan José Conde advirtió “para su sorpresa” que la bandera de Segovia había sido retirada y colocada en su lugar otra de la Junta de Castilla y León —quedando dos enseñas de la Comunidad Autónoma y otras dos de España—.

Conde pidió entonces explicaciones a una persona de la organización que le comunicó que “se han recibido órdenes de la Junta de Castilla y León de arriar la bandera de la Ciudad de Segovia”; una acción que, según dice Arahuetes en la carta, se realizó “a plena luz del día, en pleno desarrollo del campeonato y ante la perplejidad de los organizadores, la propia dirección de la Escuela, y, por supuesto, de todos los asistentes al concurso”.

“Por estos hechos quiero transmitirte mi más profunda indignación”, dice Arahuetes en la carta, donde asegura que lo ocurrido es “absolutamente lamentable y reprobable” ; añadiendo que la retirada de la enseña se efectúo “aprovechando un momento en que ningún representante de la ciudad estaba presente”. Arahuetes “exige” una explicación a Herrera porque aunque “ignoro quien dio la orden de arriada de la bandera (...) lo que sí estoy seguro —dice— es que el responsable último de esa decisión eres tú como presidente de la Junta de Castilla y León”.


El alcalde llega a decir a Herrera —a quien se dirige como ‘amigo Juan Vicente’— que está dispuesto a “aguantar prácticamente todo tipo de actuaciones” de la Junta de Castilla y León hacia el consistorio segoviano — tales como, según Arahuetes, la ausencia de diálogo y colaboración de la administración regional en proyectos liderados por el municipio— “pero lo que nunca estaré dispuesto a tolerar —recalca— es un desprecio por parte de nuestra Comunidad Autónoma a la ciudad de Segovia, realizada a través de la enseña más importante que tiene nuestro municipio, como es nuestra bandera”.

Y es que el alcalde aprovecha la carta para trasladar a Herrera su malestar por la falta de respaldo que ha ofrecido la Junta a una decena de proyectos liderados por el Ayuntamiento; y expresar su queja por lo que denomina como“desprecio institucional”, haciendo referencia a que distintos consejeros de la Junta no reciban a ediles del consistorio segoviano “y ni siquiera a este alcalde”. Arahuetes reprocha a la Junta la “ausencia de diálogo” ante el proyecto del teatro Cervantes, el edificio de Unión Previsora o el Palacio de Enrique IV; los “contínuos retrasos” en el inicio de las obras de la Casa de la Moneda o la “residual colaboración” con la Fundación Don Juan de Borbón —la Junta redujo su aportación a la mitad— o con la edición segoviana del Hay Festival.


Arahuetes habla de “desprecio institucional” al proyecto de Segovia para la Capitalidad Europea de la Cultura 2016 —en alusión a la ausencia en la gala de presentación del proyecto de la consejera Silvia Clemente o del propio Herrera—; de la “imposibilidad de cerrar la Agenda Local 21”, de la “contínua demora” en el convenio para la Ciudad Deportiva de La Albuera; de la falta de respuesta ante la petición de una nueva depuradora; o de la “nula aportación” en la promoción turística de la ciudad. Además, el alcalde hace referencia a la “escasa inversión” de la Junta en actividades culturales — “es la única capital de provincia de Castilla y León —recuerda— sin auditorio, construído o proyectado”— y reprocha la “ausencia de participación económica” de la administración regional en el Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT).

“Te diría —continúa la carta— que incluso estoy dispuesto a soportar que la representación institucional de la Junta, desde hace dos meses, recaiga, casi únicamente, en la directora general de la Función Pública, casualmente candidata a esta Alcaldía por el PP [Beatriz Escudero], pero lo que nunca estaré dispuesto a tolerar es el desprecio” de la Junta a la ciudad Segovia a través de “nuestra bandera”. “No creo que en un acto como éste, que se realiza en Segovia, una vez izada la bandera de la ciudad, es decir la de todos los segovianos y segovianas sin distinción deba o pueda ser arriada sin recibir explicación alguna”, termina la carta.
Fuente:El adelantado de Segovia

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