La princesa Ana de Inglaterra, quien visitará Punta Arenas el día 22 de enero, abandonó ayer las islas Falkland o Malvinas, después de tres días de visita oficial, con destino a las islas Georgias del Sur, donde recorrerá una base británica. Luego se embarcará en el HMS Endurance, nombrado así en honor al buque que comandó sir Ernst Shackleton, y en el cual seguirá rumbo a la Antártida. El Endurance es el único navío Real Naval en la región antártica. Durante su visita al continente helado, la princesa tomará conocimiento de las últimas investigaciones científicas y ambientales, que tienen relación con el calentamiento global. La princesa Ana es la integrante de la familia real que trabaja más por su reino; sólo en el último año asistió a 595 deberes oficiales, de los cuales 104 fueron en el extranjero. Luego de su visita al continente blanco, su alteza real arribará a Punta Arenas, donde permanecerá un día.
UN TE CON LOS MAGALLANICOS
Cuando la princesa Ana descienda del avión, será recibida por las autoridades regionales, quienes se atendrán al protocolo: deberán saludarla diciendo “su alteza real” e inclinando la cabeza. Luego, al dirigirse a la princesa, deberán llamarla “m’aam” , que es una abreviación de “madame”. Las reverencias ya no se usan en la realeza inglesa y sólo se utilizan ante la reina. La única reunión con la comunidad magallánica será un té que la princesa compartirá con quienes integran la colonia residente. La visita de su alteza se regirá estrictamente por la agenda, que ya fue programada hace meses. El cónsul honorario de Gran Bretaña, John Rees, manifestó que “no hay tiempo, ni siquiera para ir al Colegio Británico, lo que me da mucha pena, ya que es tan antiguo e importante en la región”, señaló. La III Zona Naval ofrecerá una cena a su alteza real, a bordo del Pontón Muñoz Gamero, que fue un emblemático velero británico del siglo XIX y cuya cámara se utiliza para eventos especiales de la Armada. Otra actividad de la princesa en la región será una visita a la industria de capitales ingleses Standard Wool, camino al aeropuerto. La princesa Ana es resguardada por dos guardias, altamente entrenados para cuidar su integridad, quienes la protegen en todo el mundo. Sin embargo, el gobierno de Chile dispondrá de escolta adicional para su alteza real y su comitiva. Los medios de comunicación que cubrirán la visita deben acreditarse ante la embajada y ya se ha informado que los integrantes de la familia real británica no conceden entrevistas.
Fuente:Prensa Austral