«En campo de plata, un roble de sinople, fustado de su color, asomando de su copa los tres cabos de la cruz, de gules . Bordura general de oro, cargada con ocho aspas de gules». Esta es, palabra por palabra, la auténtica descripción del escudo de Vizcaya, «circundado por una corona de hojas de roble con bellotas de oro» y cargado de historia y simbología. Las Juntas Generales han enmendado los errores de la norma foral aprobada en 1986 sobre los signos de identidad que comparten todos los vizcaínos.
La descripción que contenía incurre en errores que pasan desapercibidos para el profano pero resultan imperdonables en el exigente lenguaje heráldico. «No la hicieron expertos», afirma el apoderado del PP Arturo Aldecoa, impulsor de la iniciativa aprobada ayer. En el texto se mencionaban los colores rojo, verde y blanco, que en esta ciencia simplemente no existen. Se denominan, respectivamente, gules, sinople y plata. Además, se incumple la regla principal de «no emplear metal sobre metal ni color sobre color».
Esto último tiene más importancia de lo que parece. De hecho, obligará a cambiar parte del escudo, ya que los cabos de la cruz que asoman tras el árbol -que ahora son blancos y no destacan sobre el fondo- pasarán a ser rojos. O, mejor dicho, gules, «siguiendo la tradición del escudo de Vizcaya desde hace siglos». Aunque todos los partidos están de acuerdo, corregir estos errores llevará su tiempo. Habrá un periodo transitorio de seis meses «para adaptar la simbología a los diferentes soportes», según una enmienda introducida por el PNV.
En los edificios declarados monumentos que puedan sufrir daños con la alteración del emblema «se dejará como está».Los lobos de HaroLas Juntas repararon ayer otro agravio, en este caso para el pueblo de Areatza. A pesar de su larga historia, que se remonta al siglo XIV, la villa ha estado hasta ahora huérfana de escudo y bandera.
El Ayuntamiento utilizaba un emblema «que tiene su origen en un sello eclesiástico» formado por una casa, un árbol y un ángel. El escudo aprobado ayer, basado en el informe de un experto vexilólogo, hunde sus raíces en la historia del municipio.El elemento más destacado es una torre que recuerda la fundación de la villa en 1338 «y los linajes que se asentaron en la misma».
Al pie lleva una representación de las aguas «que hacen referencia al Arratia y el Gorbea» y al otro lado, los lobos de la casa de Haro, ya que se fundó en honor de la señora de Vizcaya y hasta 1980 fue conocida como Villaro. Areatza ya puede lucir con orgullo su escudo y su bandera, al igual que Orduña ha corregido recientemente los errores que contenía. Estas excepciones de la heráldica son casos curiosos, pero no únicos. «Todo el mundo tiene algo que cree que es su escudo o bandera, pero en algunos casos no es así», explica Aldecoa.
Fuente:El Correo