jueves, abril 26

Rusia despide a Yeltsin con todos los honores



Rusia despidió hoy con duelo nacional, honores militares y servicios religiosos a Borís Yeltsin, su primer presidente y el hombre que acabó con el régimen comunista soviético. Los restos de Yeltsin fueron sepultados en medio de salvas de artillería en la alameda central del cementerio moscovita de Novodiévichie, donde descansan los personajes ilustres del país. Decenas de personalidades y altos cargos extranjeros se dieron cita en Moscú para dar el último adiós a la figura que cambió la historia de Rusia y también la escena internacional a comienzos de los años noventa del pasado Siglo.




El armón con el féretro de Yeltsin, precedido por oficiales que portaban las condecoraciones del primer presidente de Rusia, fue recibido en Novodiévichie por una guardia militar de honor con banderas rusa enlutadas con crespones negros. Ya junto a la tumba, la bandera que cubría el ataúd, todavía abierto, del ex presidente fue entregada a Naína Yeltsin que, como es tradición en Rusia, se despidió con un beso de su marido. Lo mismo hicieron las dos hijas del matrimonio Yeltsin, Elena y Tatiana, tras lo cual un pope celebró el ultimo oficio religioso antes de que el féretro del ex jefe del Estado fuera cerrado y depositado en su tumba. La misa de cuerpo presente fue oficiada en la Catedral de Cristo Salvador por el miembro del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa y metropolitano de Krutitsk y Kolomna, Juvenal. Gracias precisamente a Yeltsin fue reconstruida esa catedral, que fue dinamitada por el régimen comunista el 5 de diciembre de 1931.




Miles de moscovitas acudieron ayer y hoy al templo mayor de la Iglesia Ortodoxa para despedirse de Yeltsin, quien falleció el pasado lunes a la edad de 76 años en el Hospital Clínico Central de la capital rusa a consecuencia de una insuficiencia cardiaca severa. «Nuestra patria, Rusia, vive una vida plena y regresa a sus antiguas tradiciones. Prueba de ello es que por primera vez en más de cien años despedimos a un jefe del Estado en un templo», dijo Juvenal, al leer un mensaje del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Alejo II, quien no asistió por hallarse convaleciente. La ceremonia religiosa, que tuvo una duración de cerca de una hora y media, fue transmitida en directo por las principales cadenas de televisión del país.




El presidente ruso, Vladímir Putin, y su esposa, Liudmila, ambos de luto riguroso, estuvieron al lado de Naína Yeltsin, la viuda del ex mandatario, y de los miembros de su familia. Entre los jefes de Estado que asistieron a los funerales estaban los presidentes de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev; Bielorrusia, Alexandr Lukashenko; Estonia, Toomas Hendrik Ilves; y Lituania, Valdas Adamkus. Asimismo estuvieron presentes el presidente de Alemania, Horst Koehler; el príncipe Andrés, Duque de York, en representación de la Corona británica, y la Comisaria de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Benita Ferrero-Waldner. España estuvo representada en la exequias por la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas.




Asistieron también los ex presidentes estadounidenses Bill Clinton y George Bush, el primer y último presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, ex presidentes como Leonid Kuchma, de Ucrania; Algirdas Brazaukas, de Lituania; Guntis Ulmanis, de Letonia, y el ex primer ministro británico John Major. La capital rusa no asistía a un sepelio tan solemne desde marzo 1985, desde los funerales de Konstantín Chernenko, el secretario general del Partido Comunista de la URRS que antecedió a Gorbachov en la jefatura del Kremlin. La Duma del Estado o Cámara de Diputados guardó un minuto de silencio en memoria de Yeltsin, boicoteado por los diputados del grupo del Partido Comunista, que ni siquiera se pusieron de pie durante el homenaje.


Fuente:La Razón