Suecia ha homenajeado hoy a la princesa heredera Victoria en su trigésimo cumpleaños con un programa que se dividió en dos partes, celebradas en Estocolmo y en la isla báltica de Öland.La jornada se abrió con una recepción oficial en el Palacio Real de Estocolmo, a la que asistieron miembros del Parlamento y del Gobierno suecos, a la que precedió una ceremonia religiosa íntima en la iglesia del complejo.Victoria recibió varios regalos de la Suecia oficial, entre los que destacaron una televisión de pantalla plana para su despacho que le entregó el primer ministro, Fredrik Reinfeldt.
Baño de masas y salvas de cañón
Las puertas del palacio se abrieron después a cientos de suecos, que se acercaron al patio real para saludar a la princesa, vestida con un traje lila, una chaqueta blanca y flores de adorno en el pelo.
Salvas de cañón fueron disparadas en su honor desde la cercana isla de Skeppsholmen, y un breve desfile militar cerró luego los actos en la capital sueca.La celebración se trasladó a continuación a Öland, escenario habitual de las vacaciones de verano de la familia real.Allí, en el parque de la residencia de Solliden, Victoria volvió a ser homenajeada por sus súbditos, que le entregaron flores y fotos como presentes.
Se saltó el protocolo
La hija mayor de los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, presentes en el acto, rompió el protocolo y se acercó a repartir abrazos a algunos de los congregados.En el palacio de Deportes de Borgholm, los reyes, Victoria y sus dos hermanos, los príncipes Carlos Felipe y Magdalena, han acudido luego a un concierto en honor de aquélla, en el que estaba previsto que intervinieran varios destacados músicos suecos, un acto previo a una cena familiar para cerrar el día.Tanto Victoria como su madre han acudido vestidas con el traje tradicional de la isla de Öland.El homenaje a la princesa se completa con una exposición, abierta hace unas semanas y que se podrá contemplar hasta septiembre en el Palacio Real de Estocolmo, con fotos y vestidos de Victoria.
Fuente:El Periódico