Don Juan Carlos y Doña Sofía dieron un paseo triunfal por el centro de una ciudad que se volcó y vivió una jornada festiva.
Treinta años después, Don Juan Carlos y Doña Sofía volvieron a pisar ayer, esta vez como Reyes, la ciudad de Ceuta, volcada con la Corona en la que todos califican una jornada histórica. Con ese viaje y el de hoy a Melilla, los Reyes han completado ya el mapa de España en visitas oficiales.
Las 21 salvas de honor reglamentarias y el repique de campanas saludaron la llegada del Monarca, que pasó revista a la compañía de honores integrada por Regulares, Legión y Caballería, tras escuchar el himno nacional interpretado por la Unidad de Música de la Comandancia y la Banda de Guerra de la Legión en la plaza de Nuestra Señora de África. Fue entonces cuando, tras pasar revista a las tropas, empezó un verdadero paseo triunfal por el centro de la ciudad en torno al que se concentraron, según datos de la Policía Local, un tercio de los 75.000 habitantes.
Don Juan Carlos y Doña Sofía, cuya visita era una reclamación histórica de los ceutíes, recibían vítores, aplausos y saludos desde las aceras y los edificios. «Han sido muchas vuestras invitaciones y, también, muchos nuestros deseos de volver a visitar Ceuta», afirmaría minutos después el Rey, que se llevó la mano al corazón en señal de agradecimiento instantes antes de que el presidente de la ciudad, Juan Jesús Vivas, le entregara el bastón de mando. «Tenía un compromiso pendiente con Ceuta», donde ayer por la mañana se vivió una verdadera jornada festiva con el cierre de comercios y colegios.
Las 21 salvas de honor reglamentarias y el repique de campanas saludaron la llegada del Monarca, que pasó revista a la compañía de honores integrada por Regulares, Legión y Caballería, tras escuchar el himno nacional interpretado por la Unidad de Música de la Comandancia y la Banda de Guerra de la Legión en la plaza de Nuestra Señora de África. Fue entonces cuando, tras pasar revista a las tropas, empezó un verdadero paseo triunfal por el centro de la ciudad en torno al que se concentraron, según datos de la Policía Local, un tercio de los 75.000 habitantes.
Don Juan Carlos y Doña Sofía, cuya visita era una reclamación histórica de los ceutíes, recibían vítores, aplausos y saludos desde las aceras y los edificios. «Han sido muchas vuestras invitaciones y, también, muchos nuestros deseos de volver a visitar Ceuta», afirmaría minutos después el Rey, que se llevó la mano al corazón en señal de agradecimiento instantes antes de que el presidente de la ciudad, Juan Jesús Vivas, le entregara el bastón de mando. «Tenía un compromiso pendiente con Ceuta», donde ayer por la mañana se vivió una verdadera jornada festiva con el cierre de comercios y colegios.
La comitiva se dirigió a la sede de la Asamblea, desde donde los Reyes salieron a saludar desde el balcón antes de que Don Juan Carlos recibiera la llave de oro de la ciudad de manos del presidente Vivas. El Rey agradeció el «afecto y lealtad a la Corona» y transmitió su «firme respaldo y permanente aliento» de ésta a los ceutíes. Miles de personas que, desde las calles del centro y a través de pantallas gigantes, siguieron su intervención ante las autoridades locales en el salón del trono de la sede de la Asamblea, que inauguró en 1927 Alfonso XIII.
La normalidad democrática de la visita quedó reflejada en las palabras del Rey, que no entró en ningún tipo de polémica frente a las críticas que ha recibido de las autoridades de Marruecos, que siguen reclamando Ceuta y Melilla. «Ceuta es hoy una urbe moderna y dinámica que ha sabido crecer y prosperar en el marco de pluralismo y democracia que define a España», dijo.
Amistad con los vecinos
Don Juan Carlos, eso sí, destacó la plena integración de España, y por tanto de Ceuta, en los mecanismos de la Unión Europea que, «desde el respeto mutuo, cultiva relaciones de sincera amistad con sus vecinos», algo que fue puesto en duda durante la crisis migratoria en las vallas de las dos ciudades autónomas hace dos años.
La ciudad, como reconoció el presidente Vivas, está fuertemente marcada por su situación geográfica, su reducida extensión y su extrapeninsularidad, pero eso no impide que esté «marcada por un armónico espíritu de integración y convivencia», como destacó el Monarca. De hecho, la ciudad acoge en convivencia a las comunidades cristiana, musulmana, hebrea e hindú.
Se trata de «una visita que tiene carácter institucional y que debe ser valorada desde la normalidad, porque Sus Majestades han cruzado el Estrecho pero no han salido de España», dijo Vivas en un discurso con el que, sin entrar al trapo de las críticas de Rabat, quiso dejar claro que no hay dudas que valgan en cuanto al carácter de la ciudad de Ceuta como parte de España y que «no hay que perder nunca la compostura ni el sentido común».
El presidente de la Ciudad Autónoma ensalzó la figura de «un jefe de Estado que es modelo de equilibrio, de cercanía, de moderación y de amor a España». «La figura más importante de nuestra historia contemporánea», como ya había calificado Vivas al Rey en la entrevista concedida a ABC con motivo de la visita oficial.
Vivas quiso destacar además la diversidad de Ceuta, en medio de Europa y África, a caballo entre Occidente y el mundo árabe, bañada por el Mediterráneo y el Atlántico, una conexión entre el norte y el sur que debe servir de «escenario singular para el encuentro, el diálogo y el entendimiento».
Ceuta pide ser escuchada
El presidente Vivas aprovechó la ocasión para reclamar ante el Monarca el derecho de la ciudad a reclamar la solidaridad nacional y que sus peculiares características «no supongan un obstáculo insalvable para alcanzar unos niveles de empleo, prosperidad y cohesión social iguales a los del resto de España».
Don Juan Carlos y Doña Sofía firmaron en el libro de honor y mantuvieron un almuerzo con trescientas personalidades antes de inaugurar el complejo deportivo Juan Carlos I. A media tarde, regresaron en helicóptero a la Península, desde donde hoy viajarán a Melilla en la que será una segunda jornada histórica por su primer viaje oficial a las ciudades españolas del norte de África.
La normalidad democrática de la visita quedó reflejada en las palabras del Rey, que no entró en ningún tipo de polémica frente a las críticas que ha recibido de las autoridades de Marruecos, que siguen reclamando Ceuta y Melilla. «Ceuta es hoy una urbe moderna y dinámica que ha sabido crecer y prosperar en el marco de pluralismo y democracia que define a España», dijo.
Amistad con los vecinos
Don Juan Carlos, eso sí, destacó la plena integración de España, y por tanto de Ceuta, en los mecanismos de la Unión Europea que, «desde el respeto mutuo, cultiva relaciones de sincera amistad con sus vecinos», algo que fue puesto en duda durante la crisis migratoria en las vallas de las dos ciudades autónomas hace dos años.
La ciudad, como reconoció el presidente Vivas, está fuertemente marcada por su situación geográfica, su reducida extensión y su extrapeninsularidad, pero eso no impide que esté «marcada por un armónico espíritu de integración y convivencia», como destacó el Monarca. De hecho, la ciudad acoge en convivencia a las comunidades cristiana, musulmana, hebrea e hindú.
Se trata de «una visita que tiene carácter institucional y que debe ser valorada desde la normalidad, porque Sus Majestades han cruzado el Estrecho pero no han salido de España», dijo Vivas en un discurso con el que, sin entrar al trapo de las críticas de Rabat, quiso dejar claro que no hay dudas que valgan en cuanto al carácter de la ciudad de Ceuta como parte de España y que «no hay que perder nunca la compostura ni el sentido común».
El presidente de la Ciudad Autónoma ensalzó la figura de «un jefe de Estado que es modelo de equilibrio, de cercanía, de moderación y de amor a España». «La figura más importante de nuestra historia contemporánea», como ya había calificado Vivas al Rey en la entrevista concedida a ABC con motivo de la visita oficial.
Vivas quiso destacar además la diversidad de Ceuta, en medio de Europa y África, a caballo entre Occidente y el mundo árabe, bañada por el Mediterráneo y el Atlántico, una conexión entre el norte y el sur que debe servir de «escenario singular para el encuentro, el diálogo y el entendimiento».
Ceuta pide ser escuchada
El presidente Vivas aprovechó la ocasión para reclamar ante el Monarca el derecho de la ciudad a reclamar la solidaridad nacional y que sus peculiares características «no supongan un obstáculo insalvable para alcanzar unos niveles de empleo, prosperidad y cohesión social iguales a los del resto de España».
Don Juan Carlos y Doña Sofía firmaron en el libro de honor y mantuvieron un almuerzo con trescientas personalidades antes de inaugurar el complejo deportivo Juan Carlos I. A media tarde, regresaron en helicóptero a la Península, desde donde hoy viajarán a Melilla en la que será una segunda jornada histórica por su primer viaje oficial a las ciudades españolas del norte de África.
Fuente:ABC.es
Fotos:EL Mundo.es
La España de las Autonomías: Ceuta y Melilla
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