El fútbol está haciendo revivir la imagen de la Argentina en el exterior; y no sólo este deporte, sino la enorme mayoría de compatriotas que en Alemania se portan como cualquier nacional de los países civilizados. Salvo unos pocos inadaptados que ocuparon asientos que no les pertenecían -creerían que estaban en cualquier cancha de nuestro país- el resto, que fueron por lo menos quince mil, estuvieron a la altura de las circunstancias. Es más, el país precisaba mostrarse de esta manera en el escenario mundial, sobre todo después de las burlas a cientos de miles de ahorristas europeos por parte del actual gobierno.Lo cierto es que con frecuencia ha sido el deporte nuestro mejor embajador. Es público que Maradona ha hecho más por la Argentina en cuanto a imagen que decenas de embajadores y gobiernos.
Cuando uno cae a un país en el que no entiende el idioma automáticamente le preguntan si es del país de este futbolista. Así, sin llegar a su fama hubo muchos que hicieron quedar a la Argentina al nivel de los mejores. Lo lamentable es que el esfuerzo de esta gente se degrada cuando uno advierte los equívocos en que se sumerge a la Argentina por sus malos gobiernos, algunos repletos de funcionarios mal educados.
No le hace bien a la Argentina por ejemplo que el presidente Kirchner se niegue a ponerse un “frac” para comer con el Rey de España. Él ha de suponer que con este traje de noche deja de ser Kirchner, o es menos o es más, olvidando que una persona es lo que está dentro del traje, no se confunde con él. Y el ceremonial en los países avanzados es algo importante, pues implica jerarquía, buen gusto, adhesión a costumbres seculares, igualdad con los demás. Esta forma de ser se consubstancia con las naciones avanzadas. Suponer que uno es “popular” por no usar un traje de ceremonia es bastante tonto o simple, y demuestra sólo complejo de inferioridad.Es probable que el modelo de Kirchner sea Evo Morales o alguien parecido; no Perón por supuesto, que no perdía la ocasión de vestirse como la ceremonia mandaba. Sobran sus fotos en “frac”; y ni hablar de Eva Perón, deslumbrante con sus vestidos de gala. Y ellos no dejan de ser populares por vestirse así.
Cuidaban de esa manera la imagen del país, esa que protegen los hinchas argentinos y los jugadores del Seleccionado.
Sería interesante que desde Cancillería se le explique al Presidente qué significan las palabras “ceremonial” o “imagen”, pues seguramente las desconoce. Así la Argentina estará mejor representada y su prestigio se alzará por sobre los bajos niveles en que la han ubicados sus gobernantes.
Fuente: Diario La calle, www.lacalle-online.com
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