El Rey Don Juan Carlos I designó al presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, como Delegado Regio en los actos institucionales de la tradicional Ofrenda Nacional al Apóstol, que se desarrollarán el 25 de julio en la Catedral de Santiago.
El presidente del Gobierno gallego actuará en nombre del Rey en los actos religiosos que tendrán lugar en la Catedral de Santiago, donde su invocación al Santo será respondida por el arzobispo compostelano, monseñor Blanco.
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El anuncio de que el socialista Emilio Pérez Touriño, presidente de la Xunta de Galicia, sería este año el delegado regio encargado de presentar la ofrenda al Apóstol Santiago este martes, 25 de julio, ha motivado que el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, y los cinco conselleiros del Bloque Nacionalista Galego decidiesen desvincularse institucionalmente del acto, reclamando "que la ofrenda representa una sumisión del poder civil ante el poder eclesiástico", además de su condición de partido laico. Se presenta una ofrenda al Apóstol con marcado aire de confrontación.
Emilio Pérez Touriño, desde el primer momento, cargó contra sus socios de gobierno, diciendo que "no le puedo fallar a la Corona, a Santiago ni a Galicia" y apelando al carácter institucional que esta tradición compostelana, iniciada por Felipe IV, el penúltimo de los reyes de la Casa de Austria a mediados del siglo XVII, era más un acto cívico que una conmemoración religiosa
Y así, el Gobierno bipartito gallego llega a la celebración del Día (Nacional) de Galicia, dividido en lo ceremonial, con los socialistas -que oficialmente han cerrado filas- lanzando pullas a sus socios de Gobierno, que éstos, naturalmente se apresuran a devolverles con creces.
Fuente: ociocritico.com
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Será la primera vez en 350 años que parte del Gobierno gallego no asista al acto más emblemático de Galicia - El presidente de la Xunta, que será el delegado regio, advierte de que no permitirá que nadie «falle a Galicia y a la Corona».
Asimismo, el BNG trasladó tanto a la opinión pública como a su socio, el presidente Emilio Pérez Touriño la idea de que «es el momento de modificar determinados protocolos» que se mantuvieron durante los 16 años de Gobierno de Manuel Fraga, por ello, le plantearon la modificación de algunos contenidos de la Ofrenda al Apóstol que consideran «caducos» porque reflejan «una visión cerrada de la unidad de España». El presidente gallego rechazó de lleno la propuesta nacionalista de convertir las celebraciones religiosas del 25 de julio «en un símbolo de la nueva etapa política que vive Galicia» mediante la eliminación o bien de las medallas Castelao o de las Galicia para que estos distintivos «recuperasen prestigio» y así celebrar «un acto renovado» pactado con la Casa Real y una recepción institucional a la sociedad gallega para visualizar un cambio semejante al impulsado por José Luis Rodríguez Zapatero.
Fuente: La Razón
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