Será niño y el imperio del Sol Naciente podrá suspirar aliviado. Si se confirma la noticia avanzada ayer por la revista Shukan Bunshun y la Princesa Kiko de Japón da a luz a un varón la próxima semana, acabará la incertidumbre que rodea a la línea de sucesión de la Casa Real nipona.
Aunque su padre es Akishino, el segundo hijo del Emperador Akihito, el recién nacido desplazará de la línea de sucesión al Trono del Crisantemo a la hija del Príncipe Heredero, Naruhito, ya que en Japón rige la ley sálica y sólo los hombres pueden acceder a la Corona. Como en los últimos 40 años no ha nacido ningún varón en la Casa Real japonesa, el Gobierno había planteado la posibilidad de reformar la Constitución para que una mujer, en este caso la pequeña princesa Aiko, pudiera ocupar el trono.
Agria división
Dicha revisión generó una agria división en Japón por el carácter tradicional de esta milenaria Monarquía, una de las más antiguas del mundo, pero quedó paralizada tras conocerse el embarazo de la Princesa Kiko. La noticia dio esperanzas a los partidarios de no retocar la Constitución, que pueden ver cumplidas sus expectativas en caso de que nazca un niño.
De confirmarse su sexo masculino, el hijo de la Princesa Kiko será el tercero en la línea dinástica tras el Príncipe Heredero, Naruhito, y su propio padre, Akishino. Algo parecido a lo que pasaría en España, por ejemplo, si los Príncipes de Asturias tuvieran otro hijo en el futuro y resultara ser un niño, ya que desplazaría a su hermana, la Infanta Leonor, porque la Carta Magna prevé la supremacía del varón en la designación de los herederos de la Corona. De hecho, en España también se ha suscitado en algunos círculos el debate sobre la necesidad de acometer cambios en la Constitución para que Doña Leonor haga valer su condición de primogénita en la línea sucesoria.
Dicha revisión generó una agria división en Japón por el carácter tradicional de esta milenaria Monarquía, una de las más antiguas del mundo, pero quedó paralizada tras conocerse el embarazo de la Princesa Kiko. La noticia dio esperanzas a los partidarios de no retocar la Constitución, que pueden ver cumplidas sus expectativas en caso de que nazca un niño.
De confirmarse su sexo masculino, el hijo de la Princesa Kiko será el tercero en la línea dinástica tras el Príncipe Heredero, Naruhito, y su propio padre, Akishino. Algo parecido a lo que pasaría en España, por ejemplo, si los Príncipes de Asturias tuvieran otro hijo en el futuro y resultara ser un niño, ya que desplazaría a su hermana, la Infanta Leonor, porque la Carta Magna prevé la supremacía del varón en la designación de los herederos de la Corona. De hecho, en España también se ha suscitado en algunos círculos el debate sobre la necesidad de acometer cambios en la Constitución para que Doña Leonor haga valer su condición de primogénita en la línea sucesoria.
Al margen de estas controversias, habrá que esperar a la próxima semana para conocer el sexo del nuevo miembro de la Monarquía nipona, que nacerá por cesárea. Aunque la Casa Real aseguró que el estado de salud de la madre es bueno, ni desmintió ni ratificó la confidencia que, según la revista Shukan Bunshun, el Príncipe Akishino le hizo a un amigo al anunciarle que su hijo sería un varón.
Tampoco se sabe aún cómo se tomará la buena nueva la esposa del Príncipe Heredero Naruhito, la Princesa Masako. Deprimida por no poder darle un varón a su marido, podría liberarse de la presión ejercida por los funcionarios del Palacio Imperial o, por el contrario, sentirse más frustrada aún al comprobar que su hija no ocupará el Trono del Crisantemo.
Fuente: ABC.es
Tampoco se sabe aún cómo se tomará la buena nueva la esposa del Príncipe Heredero Naruhito, la Princesa Masako. Deprimida por no poder darle un varón a su marido, podría liberarse de la presión ejercida por los funcionarios del Palacio Imperial o, por el contrario, sentirse más frustrada aún al comprobar que su hija no ocupará el Trono del Crisantemo.
Fuente: ABC.es
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