El portavoz del PP en Baleares, Miquel Ramis, y la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, recordaron ayer que el delegado del Gobierno, Ramon Socías, tiene la obligación de hacer que la presidenta mallorquina Maria Antònia Munar cumpla la Ley 39/1981 que regula el uso de la bandera española en todos los edificios oficiales.
Una Ley que Munar pretende eludir en el acto central de la Diada del 12 de septiembre, que consistirá en un multitudinario homenaje a una gran bandera mallorquina de seis metros cuadrados en los jardines de La Misericòrdia. El estricto cumplimiento de la Ley 39/1981 exigiría que el Consell coloque «en el lugar preeminente y de máximo honor» una bandera española, de al menos el mismo tamaño que la monumental senyera de Munar.
«Desconozco si el acto organizado por el Consell es legal o no», indicó ayer Miquel Ramis en declaraciones a EL MUNDO/El Día de Baleares, «lo que está claro es que el delegado del Gobierno tiene el deber y la responsabilidad de defender los intereses del Estado y hacer cumplir las leyes que regulan el uso de sus símbolos oficiales».
En opinión de Ramis, Socías está incumpliendo hoy esta responsabilidad, pues varios municipios mallorquines gobernados por Unió Mallorquina y el PSM (entre ellos el de Costitx, presidido por la propia Munar) han retirado todas las banderas de su fachada para no tener que exhibir la española, al igual que hacen los consistorios vascos gobernados por la izquierda abertzale.
Al margen de los aspectos legales, Ramis quiso dejar claro que rendir homenaje a la bandera mallorquina le parece «una excelente idea. En el PP nos sentimos absolutamente identificados con la bandera mallorquina, igual que con la española».
También la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, preguntada al respecto, recalcó ayer que el delegado del Gobierno «tiene la obligación de velar por el cumplimiento de la Ley en Baleares». No obstante, se mostró confiada en que los servicios de protocolo del Consell cuidarán que la normativa estatal se cumpla en el acto del día 12. «La Diada», indicó la alcaldesa, «no es un acto de afinidad a un partido político, sino una muestra de orgullo y satisfacción de ser mallorquines».
Cirer criticó que ayuntamientos como el de Costitx estén incumpliendo la Ley que regula el uso de la bandera española. «No está bien que se falte a ese deber constitucional», señaló, «del mismo modo que alguien se puede sentir muy republicano, pero si gobierna está obligado a respetar el cuadro del Rey».
Una Ley que Munar pretende eludir en el acto central de la Diada del 12 de septiembre, que consistirá en un multitudinario homenaje a una gran bandera mallorquina de seis metros cuadrados en los jardines de La Misericòrdia. El estricto cumplimiento de la Ley 39/1981 exigiría que el Consell coloque «en el lugar preeminente y de máximo honor» una bandera española, de al menos el mismo tamaño que la monumental senyera de Munar.
«Desconozco si el acto organizado por el Consell es legal o no», indicó ayer Miquel Ramis en declaraciones a EL MUNDO/El Día de Baleares, «lo que está claro es que el delegado del Gobierno tiene el deber y la responsabilidad de defender los intereses del Estado y hacer cumplir las leyes que regulan el uso de sus símbolos oficiales».
En opinión de Ramis, Socías está incumpliendo hoy esta responsabilidad, pues varios municipios mallorquines gobernados por Unió Mallorquina y el PSM (entre ellos el de Costitx, presidido por la propia Munar) han retirado todas las banderas de su fachada para no tener que exhibir la española, al igual que hacen los consistorios vascos gobernados por la izquierda abertzale.
Al margen de los aspectos legales, Ramis quiso dejar claro que rendir homenaje a la bandera mallorquina le parece «una excelente idea. En el PP nos sentimos absolutamente identificados con la bandera mallorquina, igual que con la española».
También la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, preguntada al respecto, recalcó ayer que el delegado del Gobierno «tiene la obligación de velar por el cumplimiento de la Ley en Baleares». No obstante, se mostró confiada en que los servicios de protocolo del Consell cuidarán que la normativa estatal se cumpla en el acto del día 12. «La Diada», indicó la alcaldesa, «no es un acto de afinidad a un partido político, sino una muestra de orgullo y satisfacción de ser mallorquines».
Cirer criticó que ayuntamientos como el de Costitx estén incumpliendo la Ley que regula el uso de la bandera española. «No está bien que se falte a ese deber constitucional», señaló, «del mismo modo que alguien se puede sentir muy republicano, pero si gobierna está obligado a respetar el cuadro del Rey».
Fuente: El Mundo-El Día.com
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