jueves, octubre 19

Un gafe de la Cancillería incomoda y genera malestar


Un poncho rojo y un chicote en la espalda (símbolo de las autoridades indígenas) distinguían al nuevo director general de Ceremonial del Estado, Cancio Mamani, que ayer recibió el saludo protocolar del cuerpo diplomático asentado en Bolivia.
En una de las paredes laterales del Salón Verde de la Cancillería destacaba una mesa con un gran pastel de quinua y habas secas que amablemente Mamani invitó a comer a sus invitados, quienes aún no lograban digerir el discurso de bienvenida que minutos antes había pronunciado, en el que apelando a sus conocimientos en nutrición aseguró que los bolivianos no tienen un buen rendimiento intelectual debido a su mala alimentación.


“Especialmente al interior del mundo indígena, porque desde guagüitas (niños) no se han alimentado bien, entonces el cerebro no crece adecuadamente y hay deficiencia en cuanto al desarrollo intelectual, ésa es nuestra preocupación”, explicó Mamani después de su discurso.


Sus palabras provocaron molestias en los asistentes bolivianos, que en voz baja reclamaban por esas declaraciones, que hicieron recordar otro polémico comentario que en ese mismo escenario hizo meses atrás el canciller David Choquehuanca, cuando sugirió reemplazar el desayuno escolar compuesto de leche y pan por coca, defendiendo así la “calidad nutricional” del arbusto que identifica al Gobierno.
Mamani es antropólogo y comunicador, hizo una maestría en seguridad alimentaria y hace algunas semanas fue nombrado Director de Ceremonial del Estado.


Los periodistas le preguntaron a qué se debió su comentario y entonces explicó que había recordado el Día Mundial de la Alimentación, pero quedó en figurillas cuando uno de los comunicadores le recordó el origen del presidente Evo Morales y le preguntó si entonces no era suficientemente inteligente para gobernar el país. Las preguntas confundieron a Mamani, que al final dijo: “Creo que metí la pata”.

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