jueves, septiembre 7

Un mundo de rituales espera al bebé heredero japonés


¿Pañales de papel o de tela? Un día después de que la princesa Kiko diera a luz a un niño, los tabloides japoneses estaban repletos de cada pequeño detalle de la vida que le espera al primer heredero varón nacido en la familia imperial japonesa en más de cuatro décadas.

Lo más probable es que el bebé utilice pañales de tela, y éste, junto con otros detalles de la vida tras el telón del Crisantemo reflejarán las tradiciones de miles de años de antigüedad, aunque se espera que su formación sea menos rígida que la de los anteriores herederos al trono.

El hijo del príncipe Akishino, el más joven de los hijos del emperador Akihito, ya recibió su primera dosis de tradición el primer día, cuando una pequeña espada -un regalo del emperador supuestamente para apartar a los demonios- se colocó junto a su almohada.

El séptimo día será la ceremonia del bautismo, cuando Akishino escribirá el nombre en un trozo de "washi," papel elaborado a mano, y lo pondrá en una caja de madera junto a la almohada del bebé.

Además de su nombre, el príncipe recibirá un "sello," normalmente con la forma de una flor, para marcar sus posesiones.

Las ceremonias relacionadas con el nacimiento se completan a los cuatro meses, cuando tendrá que sujetar unos palillos metidos en una sopa, un ritual que también siguen algunos ciudadanos corrientes.

Aunque la monarquía está repleta de símbolos, los analistas están de acuerdo en que el nuevo príncipe tendrá más libertad y más derechos individuales de los que tuvieron los miembros de más edad de la familia imperial.

Hasta que la emperatriz Michiko, la abuela del bebé, rompió con la tradición de criar ella misma a sus hijos, éstos eran apartados para ser cuidados por las nodrizas y a menudo vivían lejos de sus padres.

FOMENTAR EL INDIVIDUALISMO
Akishino y Kiko, que ya tienen dos hijas, han dicho que querían fomentar su individualismo. La princesa mayor, de 14 años, incluso pasó este verano en una casa en Austria, algo muy poco habitual para un miembro tan joven de la familia imperial.
Y aunque el pequeño príncipe es el tercero en la línea de sucesión al trono, los observadores de la familia creen que no recibirá ni la educación especial ni la preparación para el liderazgo que recibían otros emperadores.

"Puede ser un heredero, pero por encima de todo es un ser humano," dijo Motohide Osakabe, quien fue profesor del príncipe heredero Naruhito en el secundario al que también acudió Akishino.

"También debería ser educado con libertad, y creo que eso es lo que hará el príncipe Akishino," añadió Osakabe, que ha dicho que Naruhito pudo no haber sido siempre un niño feliz, reprimiendo sus sentimientos por su posición.

Yohei Mori, un ex periodista que ha seguido a la Casa Imperial, dijo que los tiempos han cambiado y que ya no hay necesidad de ninguna preparación especial, llevada a cabo cuando se creía que los emperadores eran divinos.
"Lo único que necesitan es ser capaces de intercambiar saludos y, quizás, el idioma inglés," afirmó.


El padre de Akihito, Hirohito, fue el primero que renunció a su divinidad al perder la Segunda Guerra Mundial, y ahora no tienen autoridad política.

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