martes, octubre 10

El protocolo salva la cara a la alcaldesa


Si se le pregunta a un experto qué es el protocolo y para qué sirve, responderá que para hacer más fluidas las relaciones entre las instituciones y para que cada una de éstas esté siempre en el lugar que le corresponde. Si uno se ajusta a esta definición, el acto de ayer en la Subdelegación del Gobierno salió a la perfección.

El motivo, la firma de un convenio para construir unas infraestructuras que podían estar hechas desde hace un tiempo. Los protagonistas, el presidente de la Junta y la ministra de Fomento. El escenario, la Subdelegación del Gobierno. Los asistentes, la nómina casi íntegra de cargos públicos y orgánicos del PSOE, entre otros. La minoría de IU era Rosa Aguilar, Andrés Ocaña y Rosa Candelario. La anécdota, el senador Ángel Blanco, el único representante del PP sobre quien cayeron las críticas que se vertieron al Gobierno de Aznar por no hacer estas infraestructuras que ahora se han rubricado.

La alcaldesa ocupó un asiento preferente en la primera fila, como manda el protocolo. Escuchó los piropos que le dirigió Manuel Chaves por la coordinación, el diálogo y el consenso que existe entre la Junta y el Ayuntamiento.

Pero por encima de esta panoplia de buenas intenciones, las relaciones entre ambas partes atraviesan actualmente un momento tenso tanto por la ampliación del aeropuerto como por la situación de las parcelas incluidas en el área de protección de Medina Azahara. Eran dos peliagudos asuntos que estaban en la cabeza de todos pero que nadie quería poner encima de la mesa.

El recurso al protocolo fue la solución. Se firma el convenio, se desaloja el salón, las autoridades se toman un café y se acabó lo que se daba. A partir de este momento habló Magdalena Álvarez, habló Manuel Chaves y dijeron lo que querían decir sobre las parcelas y sobre el aeropuerto sin incomodar a los invitados de Izquierda Unida.
Fuente:Día de Córdoba

No hay comentarios:

Publicar un comentario