domingo, noviembre 12

La última mudanza


Por aquel entonces José Jerez Colino era el alcalde de esta ciudad. Recuerda que en el año 83 se adquirió el solar de la Plaza de la Catedral por el procedimeinto de permuta para construir un edificio de 10.000 metros cuadrados, que vendría a sustituir la antigua Casa de Socorro y el parque de Bomberos.

Para la edificación de la nueva Casa Consistorial, el Ayuntamiento tuvo que destinar 350 millones de las antiguas pesetas, a lo que hay que sumar otros 75 millones que invirtió la Junta de Comunidades para el mobiliario del Auditorio Municipal. José Jerez explica que en aquella época «pasamos de tener 700 metros cuadrados a 10.000, por lo que la quinta planta del Ayuntamiento se quedó libre y en ella celebrábamos las recepciones oficiales».

También recuerda con cariño que, antes de que se instalara el mobiliario del Auditorio, «se improvisó una pequeña plaza para torear una becerra de Tomás Sánchez Cajo; recuerdo perfectamente a Llanos Rabadán toreando; yo tuve que taparme los pies con el capote porque la becerra era muy lista».

Califica de «histórico» cómo se realizó el traslado de un edificio a otro, pues tras pedir asesoramiento al historiador Guillermo García-Saúco, se celebró un ceremonial del siglo XVII consistente en iniciar un pleno extraordinario en el antiguo Ayuntamiento y terminarlo en el nuevo. «El recorrido entre la Plaza del Altozano y la Plaza de la Catedral lo hizo toda la Corporación municipal andando y tras la bandera de la ciudad».

Uno de los trabajadores municipales que más se implicó en este traslado fue Felio Martínez Cebrián, responsable del servicio de alguacilería y conserjes, que se encargó de cerrar la puerta principal del antiguo Ayuntamiento.

Previamente dirigió a un equipo de seis trabajadores que se encargaron de efectuar el cambio de toda la documentación de los servicios municipales en camiones. «Para realizar este trabajo -recuerda Felio Martínez- tuvimos que suspender durante tres días el servicio al ciudadano». Junto al por entonces alcalde socialista José Jerez también trabajaron intensamente sus secretarios particulares, María del Carmen García Alfaro y Ángel Alfaro. La primera de ellas, hoy en disciplina urbanística, asegura que el cambio de Casa Consistorial fue «uno de los actos más emotivos que he vivido en el Ayuntamiento». Dice que lo recuerda «con mucho cariño» y que nunca olvidará «la pena que me daba tener que dejar aquel edificio, porque tiene un salón de actos y una escalinata única en Albacete». De hecho, «no consentí venir al nuevo Ayuntamiento hasta que me obligaron». No obstante entiende que el cambio era «muy necesario» porque «en estábamos muy apiñados».

«Cuando salí de aquel edificio tuve el sentimiento de que abandonaba algo querido donde había pasado muchas horas de trabajo», comenta Ángel Alfaro -hoy en Gerencia de Urbanismo-. Dice que todavía hoy le embarga un sentimiento de nostalgia con los compañeros con los que trabajó en aquellos años, cuya carga de afectividad «todavía perdura».

Recuerda que, junto a Felio, fue el último en abandonar el antiguo Ayuntamiento «y corrimos por la calle para recibir a la Corporación en el nuevo y abrir la puerta del nuevo salón de sesiones».
Fuente:laverdad.es

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