Se imaginan que los españoles se enteran de los embarazos de doña Letizia por la prensa europea? Pues algo así viene ocurriendo con la familia más seguida de Marruecos, la familia real. La esposa de Mohamed VI, princesa pero no reina, vuelve a estar embarazada. El asunto era desde hace semanas la comidilla en los mentideros del reino, pero nadie se atrevía a confirmarlo, ni a desmentirlo, ni siquiera a pronunciarse.
Pero, como en otras ocasiones, la exclusiva la ha dado la revista francesa «Paris Match», que ha demostrado una vez más que nadie tiene más abiertas las puertas de palacio que ellos. Así, los medios marroquíes han vuelto a ir a remolque y algunos no han ahorrado críticas contra la política informativa del entorno de Su Majestad. De nada sirve en estos casos la admiración que sienten casi todos por la familia real.
Lala Salma Bennani espera su segundo hijo para dentro de cinco meses. Según publicó ayer el diario editado en árabe «Al Massae» las pruebas realizadas el pasado agosto en París anunciaron que lo que viene de camino es una niña. ¿Será verdad que los trae de allí la cigüeña? «Los médicos han tranquilizado al Rey» y «aseguraron que el embarazo de la princesa transcurre en buenas condiciones», como recogía este periódico en su portada de ayer lunes. La Princesa se habría trasladado a Casablanca, donde estaría ya instalada hasta que llegue el momento de dar a luz.
El primer hijo de Salma y Mohamed VI nació el 8 de mayo de 2003 en Rabat y, por primera vez en el Reino, fue presentado como heredero al trono alauí. Sus contadas apariciones en público son sonadas y el país vivió con auténticos fastos nacionales la circuncisión del niño el año pasado en Fez.
Las salidas en público de su madre también son seguidas de cerca por un pueblo que, cuando se casó en 2002 con el Rey, tenía la ilusión de que llegara a convertirse en una especie de Rania de Jordania o en una Lady Di a la marroquí. Sin llegar a tanto, nada tiene que ver la vida que lleva esta ingeniera informática con la misteriosa existencia de la madre del Monarca, a quien apenas se pudo ver en décadas de reinado junto al difunto Hasán II.
Alternando trajes occidentales con la tradicional chilaba o el elegante caftán, la princesa suele comparecer ondeando su extensa melena rojiza. Su papel ha sido fundamental en las dos últimas visitas de la Reina Doña Sofía a Marruecos, en enero de 2005 junto a Don Juan Carlos y un mes después para visitar proyectos de la cooperación española. Como si de maestra y alumna se trataran la Reina cogió del brazo a la joven Salma y decidida avanzó calle abajo intimando con ella como quien ignora la nube de periodistas que esperaba unos metros más abajo. Doña Sofía llegó incluso a romper el protocolo de palacio al saludar durante una recepción antes a Lala Salma que a Mulay Rachid, hermano del Soberano.
Los pilares del palacio temblaron semanas después cuando un semanario se atrevió a publicar, para disfrute de muchos marroquíes ávidos de cotillear, algunos datos de la vida privada de la princesa. Salma pesa 58 kilos y es fan de Chanel, Dior y Valentino. En casa olvida el protocolo y anda descalza. Su comida favorita es el «tajín» (guiso de carne) y en algunas ocasiones llega a compartir mesa con los sirvientes. Cuando no está el rey, claro.
Fuente:ABC.es
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