lunes, noviembre 13

San Gil estrena escudo en su VII aniversario

PLASENCIA-La entidad local menor está representada por una cierva a la que atraviesa una flecha El Ayuntamiento ha organizado una fiesta para recibir esta pieza que avala su identidad.


San Gil ha estrenado escudo en el séptimo aniversario de su constitución como entidad local menor. El diseño es obra de Abelardo Muñoz Sánchez, diplomado en Heráldica, y luce en un cuadro de azulejos sobre la fachada del Ayuntamiento, donde también ondea la bandera con el mismo motivo.

Las figuras que identifican al pueblo son una cierva atravesada por una flecha, sobre la que aparecen una torre plateada flanqueada por un castaño y un pino, mientras, sobre todo ello, se alza la corona española, con el fin de diferenciar el escudo municipal de los que representan a la nobleza.

Este estreno ha vestido de fiesta San Gil, un lugar del que los jóvenes no se marchan y que, al contrario, cada año va recibiendo a más familias placentinas que lo eligen como lugar de residencia.

En los últimos cuatro años se han construido alrededor de 60 viviendas y el consistorio acaba de vender terreno para seguir con esta tarea. «Casa que se pone a la venta, casa que se vende al día siguiente», asegura Blas Raimundo, el alcalde de esta entidad que hace siete años aprobó tener más independencia con respecto a Plasencia. Hasta entonces funcionaba como un barrio más de la capital del Jerte. «Pero para ser considerados de esta manera estábamos demasiado lejos». Con la nueva identificación municipal, el equipo de gobierno placentino sigue dando el visto bueno a cuestiones como las modificaciones urbanísticas del pueblo, pero es el Ayuntamiento sangileño, que también elabora sus propios presupuestos, el que proyecta directamente esos cambios.

Son solamente dos ejemplos de la autonomía que permite el hecho de que San Gil tenga identidad propia, algo que también les permite un acceso directo a las administraciones públicas, como la Junta y Diputación.Y lo cierto es que el esfuerzo hecho desde la pequeña administración local se advierte nada más entrar en el pueblo, desde la carretera que lleva a Coria.

No hay ni un papel en la calle, los contenedores están impecables y las flores lucen al pie de las fachadas que están siempre blanqueadas; en medio de tanta tranquilidad no hace falta siquiera la vigilancia de la policía, que según cuenta el alcalde, «solamente viene en las fiestas, para dar una vuelta».¿Cuál es el secreto de tanto orden? Raimundo cree que no es otro que «hablar mucho del pueblo a la gente del pueblo, para que lo sientan como algo propio que hay que cuidar. Lo hacemos desde que los vecinos son pequeños y ahí están los resultados.

Ni rompen farolas, ni bancos, ni papeleras; la gente no tira las cosas al suelo y, en definitiva, lo cuida porque siente que es su casa».Pues en medio de esa pequeña gran casa se ha vivido este fin de semana toda una fiesta. Empezó el viernes por la noche, con la presentación del escudo y continuó ayer, desde el mediodía, con matanza y charanga. Los vecinos estaban contentos, orgullosos de los colores rojo, amarillo y verde que lucen en su escudo, una pieza que ha servido para ratificarles en su identidad.
Fuente:Hoy Digital

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