Los familiares de nueve de las víctimas del incendio de Guadalajara abandonaron el funeral que se oficiaba en la iglesia del Fuerte de San Francisco de la capital alcarreña en rechazo a la asistencia de políticos de la Junta de Castilla La Mancha.
Los familiares recordaron que el funeral se había convocado con carácter privado y "sin protocolos", y quejándose de que los bancos de la primera fila, los que salen siempre en las fotos de los periódicos y en los noticieros de televisión, estuvieran ocupados por políticos o reservados para ellos.
En el interior del templo, cuando comenzaron a acceder los familiares de los fallecidos en el incendio, se encontraban ya el vicepresidente primero de la Junta de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, el delegado de la Junta en Guadalajara, Ángel Padrino, y el alcalde de la ciudad, el socialista Jesús Alique.
Las familias siguen insistiendo en que fue la negligencia de las autoridades lo que facilitó la tragedia y que todavía no se les ha dado una explicación aceptable.
Poco antes de que comenzara el funeral oficiado por el obispo de Sigüenza, José Sánchez, los familiares de nueve de las once víctimas del incendio de Guadalajara han abandonado el templo.
Al comprobar que los políticos habían ocupado las primeras filas, los familiares decidieron abandonar la iglesia. Lo hicieron llorando y explicaron que ellos habían puesto como condición que sería un funeral "sin protocolos" y "abierto a todo el mundo" porque no deseaban que este acto hubiera cualquier vinculación política.
Fuente Periodista Digital y Semanal Digital
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