Con la presencia de la Presidente de la República, ministros, parlamentarios y diplomáticos, evangélicos oraron por Chile y sus autoridades, en el marco de la celebración de su Independencia Nacional que, este 18 y 19 de septiembre, corresponde al Centésimo Nonagésimo Sexto aniversario.
Conforme al protocolo oficial de Fiestas Patrias, el Gobierno de Chile contempla dos cultos religiosos en domingos que preceden a la fecha aniversario: El primero en un templo evangélico y el segundo en la catedral católica. En esta ocasión, como en años anteriores, el pueblo evangélico se reunió a orar por Chile y sus máximas autoridades, en el Templo Catedral Evangélico de Santiago.
La comitiva oficial, encabezada por la señora Presidente de la República, doctora Michelle Bachelet Jeria, fue recibida en medio de un extraordinario despliegue de seguridad, que enfrió las espontáneas y cálidas demostraciones de afecto y hermandad que caracteriza el mover de las congregaciones de tradición pentecostal, que representan el 80 por ciento de los evangélicos en Chile.
No obstante, las palabras de bienvenida del pastor local, Rev. Eduardo Durán y luego el mensaje central del culto a cargo del obispo Ulises Muñoz, de la Iglesia Pentecostal de Chile, lograron romper el hielo impuesto por funcionarios de seguridad fuera y dentro del templo.
El obispo Ulises Muñoz Moraga, basado en el texto bíblico de Génesis, exhortó a construir proyectos con Dios, para no ser confundidos como aquellos que quisieron llegar con la Torre de Babel al cielo, apoyados en el poder de sus fuerzas, en una construcción que desafiaba a Dios y era innecesaria para el pueblo: “porque un proyecto de sociedad sin Dios, no prospera”, sentenció.
Refiriéndose al flagelo de la cesantía, de la delincuencia y la drogadicción invitó a trabajar por la restauración de la justicia de Dios y a proclamar como el profeta. Yo también tengo un sueño: que nuestros niños sean instruidos en la fe evangélica en todos los colegios; que en las Fuerzas Armadas haya un espacio para que los funcionarios evangélicos practiquen su fe; que las iglesias evangélicas de Chile sean una, trabajando unidas con aires espirituales que oxigenen el alma de la sociedad, con el Espíritu Santo de Dios", expresó.
"Mi sueño es (con respeto a quienes aún quieren vernos en pugna con los hermanos católicos, decirle que pasaron esos tiempos) que junto a ese 70% de católicos cumplamos con el deseo de Cristo “trabajar en justicia, paz y en la integración de toda la creación para un país más humano y más solidario”, finalizó el Obispo.
Las palabras finales y la bendición estuvieron a cargo del Obispo Presidente de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, Reverendo Bernardo Cartes Venegas, quien es también Presidente de la Unión de Iglesias Evangélicas de Chile.
Conforme al protocolo oficial de Fiestas Patrias, el Gobierno de Chile contempla dos cultos religiosos en domingos que preceden a la fecha aniversario: El primero en un templo evangélico y el segundo en la catedral católica. En esta ocasión, como en años anteriores, el pueblo evangélico se reunió a orar por Chile y sus máximas autoridades, en el Templo Catedral Evangélico de Santiago.
La comitiva oficial, encabezada por la señora Presidente de la República, doctora Michelle Bachelet Jeria, fue recibida en medio de un extraordinario despliegue de seguridad, que enfrió las espontáneas y cálidas demostraciones de afecto y hermandad que caracteriza el mover de las congregaciones de tradición pentecostal, que representan el 80 por ciento de los evangélicos en Chile.
No obstante, las palabras de bienvenida del pastor local, Rev. Eduardo Durán y luego el mensaje central del culto a cargo del obispo Ulises Muñoz, de la Iglesia Pentecostal de Chile, lograron romper el hielo impuesto por funcionarios de seguridad fuera y dentro del templo.
El obispo Ulises Muñoz Moraga, basado en el texto bíblico de Génesis, exhortó a construir proyectos con Dios, para no ser confundidos como aquellos que quisieron llegar con la Torre de Babel al cielo, apoyados en el poder de sus fuerzas, en una construcción que desafiaba a Dios y era innecesaria para el pueblo: “porque un proyecto de sociedad sin Dios, no prospera”, sentenció.
Refiriéndose al flagelo de la cesantía, de la delincuencia y la drogadicción invitó a trabajar por la restauración de la justicia de Dios y a proclamar como el profeta. Yo también tengo un sueño: que nuestros niños sean instruidos en la fe evangélica en todos los colegios; que en las Fuerzas Armadas haya un espacio para que los funcionarios evangélicos practiquen su fe; que las iglesias evangélicas de Chile sean una, trabajando unidas con aires espirituales que oxigenen el alma de la sociedad, con el Espíritu Santo de Dios", expresó.
"Mi sueño es (con respeto a quienes aún quieren vernos en pugna con los hermanos católicos, decirle que pasaron esos tiempos) que junto a ese 70% de católicos cumplamos con el deseo de Cristo “trabajar en justicia, paz y en la integración de toda la creación para un país más humano y más solidario”, finalizó el Obispo.
Las palabras finales y la bendición estuvieron a cargo del Obispo Presidente de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, Reverendo Bernardo Cartes Venegas, quien es también Presidente de la Unión de Iglesias Evangélicas de Chile.
Fuente:ALC Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario