Ha salido adelante la norma en la Cámara Alta por 210 votos a favor, ninguno en contra y catorce abstenciones, con el apoyo de estos tres grupos parlamentarios: PP, PSOE y Coalición Canaria, y la abstención de la Entesa, CiU y PNV. Al no haber prosperado ninguna enmienda con respecto al texto que se aprobó en el Congreso, la ley pasará directamente a ser publicada en el Boletín Oficial del Estado.
Sin referencias a la Corona
De la nueva reglamentación se excluyen los títulos de la Corona, los vinculados tradicionalmente al sucesor al Trono, y los de la Casa Real, que se regirán por su normativa propia. La proposición de ley recuerda que la preferencia del varón en el orden sucesorio de la nobleza se basa en reglas "ajustadas a los valores del Antiguo Régimen, pero incompatibles con la actual sociedad, en la que las mujeres participan plenamente en la vida política, económica, cultural y social".
Reconoce, asimismo, que "las mujeres tienen el mismo derecho que los varones a realizar la función de representar simbólicamente a aquel de sus antepasados que, por sus méritos excepcionales, mereció ser agraciado por el Rey". En su intervención, la senadora socialista Isabel Rodríguez García ha destacado que esta iniciativa es "un paso más en la igualdad" para eliminar la discriminación que sufren las mujeres en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios, procedente de normas históricas, de más de siete siglos.
Indiferencia en varios grupos
El senador del Grupo Popular José Iribas ha subrayado que, con esta Ley, "el principio de masculinidad pasa hoy a la historia".
El senador de CiU Lluís Badía ha justificado la abstención de su grupo al considerar que este asunto "no es urgente, ni es una prioridad social, ni existe una reclamación generalizada por parte de la sociedad", sino que se trata de "un debate sectorial".
La senadora Elena Etxegoyen, del Grupo de los Nacionalistas Vascos, ha expresado el "nulo" interés de su Grupo en esta Proposición de Ley, tras señalar que no entendía la razón política para aprobar esta norma.
Por último, Miquel Bofill (ERC), de Entesa Catalana de Progrés, ha señalado que la tramitación de esta iniciativa es "una frivolidad", ya que, ha añadido, "tras una aparente defensa de la igualdad, se mantiene la desigualdad esencial que supone el reconocimiento por el Estado de los títulos nobiliarios y su transmisión hereditaria a los hijos o hijas primogénitos".
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