Al Papa Benedicto XVI le chifla la horchata. La descubrió en su reciente visita pastoral a Valencia y, desde el momento en que se la ofrecieron, no dejó de pedirla en cada comida. Tanto le gustó que el avión papal cargó con cinco litros de horchata valenciana en el viaje de regreso al Vaticano, y sus representantes cerraron un trato para proveer al Santo Padre de zumo de chufas.
José Vicente Herrera, coordinador del área de logística y protocolo de la Fundación V Encuentro mundial de la familia, contó esta anécdota en el marco de la ponencia que ofreció ayer en los cursos de La Granda. Herrera estuvo acompañado en su charla por José Francisco Castelló Colomer, sacerdote de una parroquia de Valencia, que fue el encargado de organizar a los representantes eclesiásticos en los actos.
El V Encuentro mundial de la familia fue un reto de orden y logística, y los datos lo demuestran de forma muy clara: fue necesario dar de comer durante 20 horas a miles de peregrinos, se repartieron un millón de botellines de agua y 300.000 unidades de zumo, y en la organización trabajaron más de 10.000 voluntarios de los cinco continentes, de edades comprendidas entre los 18 y los 82 años. «Nos condicionó negativamente la experiencia de Colonia, donde se desbordó la participación con colas kilométricas. Nosotros quisimos tenerlo todo preparado», explicó Herrera.
El equipo de infraestructuras colocó en las calles valencianas 50 pantallas de televisión, 125 torres de megafonía, 15 carpas de avituallamiento, 70 puestos de primeros auxilios, siete hospitales de campaña, 700 fuentes, 12 unidades móviles de telefonía y 80 kilómetros de valla, que hubo que traer hasta de China, porque no había bastantes en el mercado. El responsable de logística y protocolo ensalzó la «gran humildad de Benedicto XVI» y reconoció que un mes antes de la visita era todo un caos. «Había continuos fallos informáticos, amigos de toda la vida se enfadaban, luego ocurrió el accidente de metro... Y el comandante de vuelo del avión que traía el papamóvil perdió los mandos durante un minuto en medio del Mediterráneo». Pero finalmente la convocatoria fue un éxito.
Zapatero y la misa El sacerdote José Francisco Castelló afirmó, en relación a la ausencia de José Luis Rodríguez Zapatero en la misa del Papa, que «el presidente del Gobierno perdió la posibilidad de ser el presidente de todos los españoles». El párroco aseguró que muchos fieles socialistas están indignados con la actitud de Zapatero. «Es algo que no había ocurrido nunca, Felipe González no faltaba».
En cuanto a la organización de los actos religiosos del V Encuentro de la familia, explicó anécdotas como que, en determinado momento, descubrieron a 11 obispos colombianos sin alojamiento, una muestra más de que «hay que improvisar para poder resolver los problemas».
Fuente: La Nueva España
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