La conmemoración de un celebración del Día da Galiza Mártir, que carece de reconocimiento institucional y que es promovida por los nacionalistas, sirvió de pretexto ayer al Gobierno local coruñés para justificar la decisión de que no se interpretase el himno nacional español en los actos de inauguración de las calles que llevan el nombre de dos destacados republicanos fusilados en 1936, Alexandre Bóveda y Pedro Galán Calvete.
En ninguno de los dos homenajes, celebrados respectivamente en Cuatro Caminos y Monte Alto, la Banda Municipal interpretó los acordes de la Marcha Real, aunque sí el himno gallego, de acuerdo con las órdenes impartidas por el alcalde, Javier Losada, ante "el día del que se trataba", según explicaron fuentes municipales.
La iniciativa del regidor, quien no participó en ninguno de los dos actos de inauguración, no fue comprendida sin embargo por algunos miembros del grupo socialista del Ayuntamiento, como los concejales José Nogueira y Florencio Cardador, quienes hicieron visible su malestar porque no se tocase el himno español. Otro miembro del PSOE en la Corporación, Cándido Barral, también se manifestó favorable a que se interpretase esta pieza en los actos de inauguración de las dos calles, como es habitual en esta clase de conmemoraciones.
Francisco Peña, presidente de la Agrupación Cultural Alexandre Bóveda, entidad de la que partió la idea de dedicar una vía a esta figura republicana, manifestó que su colectivo había solicitado al Ayuntamiento que el himno español fuese suprimido del acto oficial "porque no nos parecía adecuado". "No tiene sentido que cuando se hace un recuerdo de estas personas, se machaque con el himno que en aquellos momentos había sido impuesto por quienes las asesinaron", explicó Peña.
El dirigente de esta asociación considera que no es imprescindible que en todos los actos oficiales se interpreten los himnos español y gallego y señaló que esta actitud "no quiere decir que se esté en contra de nada".
Entre los asistentes a las inauguraciones se encontraban familiares de los dos políticos fusilados por el régimen franquista, quienes comentaron a los presentes su deseo de que el himno español no sonase durante el recuerdo que se iba a efectuar a sus allegados.
El equipo de gobierno no aludió sin embargo a peticiones de las familias ni a una deferencia con ellas para explicar su actitud, sino que mencionó la celebración del Día da Galiza Mártir, que el BNG pretende convertir en una conmemoración oficial que se celebre con ocasión del aniversario de la muerte de Bóveda, a quien esta formación considera ejemplo de la represión ejercida por el franquismo tras el golpe militar de 1936.
El acto desarrollado en Monte Alto, lugar elegido para dedicar una calle a Pedro Galán Calvete, fue escenario además de otro incidente, ya que el Gobierno local impidió tomar la palabra al presidente de la asociación de vecinos de Monte Alto, David Pena, como estaba programado inicialmente.
La organización de este homenaje al vecino de esta zona que fue asesinado en 1936 había sido acordada previamente entre el concejal Cándido Barral, un sobrino de Pedro Galán y el propio Pena, ya que el colectivo vecinal de la zona fue uno de los impulsores de esta iniciativa.
Momentos antes de iniciarse la inauguración de la calle, el edil responsable de Cultura, Carlos González-Garcés, hizo aparición en el lugar, pese a que no estaba prevista su asistencia.
A continuación, la jefa de protocolo del Ayuntamiento comunicó a Pena que no se le permitiría intervenir, decisión que fue acatada sin protestas por el dirigente vecinal, aunque reclamó una explicación a Cándido Barral, quien aseguró desconocer las razones del cambio introducido en el programa del acto. Pese a este desencuentro, la inauguración transcurrió sin incidentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario