La ausencia de representantes del Gobierno riojano en los actos oficiales celebrados el pasado jueves en Logroño por la Guardia Civil, con motivo de la festividad del Pilar,ha provocado un cruce de acusaciones y el enfrentamiento entre la Comunidad autónoma y la Delegación del Gobierno en La Rioja. Los representantes del Ejecutivo autónomo sólo acudieron a la misa previa.
El presidente regional, Pedro Sanz, afirmó ayer que no acudió ningún miembro del Ejecutivo regional a esos actos para «evitar conflictos con el delegado del Gobierno central», José Antonio Ulecia. Al parecer, lo que no agradó al Gobierno de Sanz fue la forma en la que Ulecia organizó los actos del 12 de octubre.
Según jefe del Ejecutivo riojano, «el delegado del Gobierno impuso a la Guardia Civil una determinada manera de organizar y no tuvo la valentía de dar la cara; se escondió detrás del coronel, que fue quien nos transmitió la imposición del delegado de cómo se iba a desarrollar el acto». El presidente regional señaló igualmente que «para evitar cualquier tipo de conflicto, decidimos no acudir», y subrayó que su Gobierno «estuvo, está y estará con la Guardia Civil, como es nuestra obligación», lo que testimonió con la presencia de autoridades regionales en la misa y en diferentes cuarteles de la Comunidad autónoma.
El delegado no lo entiende
Por su parte, a través de un comunicado, el delegado del Gobierno en La Rioja aseguró «no entender» la ausencia en los actos oficiales de Logroño, ya que se aplicó «el protocolo en toda la organización, reservando al presidente de La Rioja el tratamiento que tiene contemplado en ese reglamento. (Real Decreto 2.099/1983 del Ordenamiento General de Precedencias en el Estado)». Ante ello, Ulecia lamentó «si alguien se ha podido sentir ofendido por la aplicación del reglamento de protocolo».
Las relaciones entre el Gobierno de Pedro Sanz y el PP riojano con el delegado del Ejecutivo central han estado salpicadas por las fricciones y cruces de acusaciones por diversos motivos, capítulos a los que ahora se suma esta última polémica institucional.
Fuente:ABC.es
El presidente regional, Pedro Sanz, afirmó ayer que no acudió ningún miembro del Ejecutivo regional a esos actos para «evitar conflictos con el delegado del Gobierno central», José Antonio Ulecia. Al parecer, lo que no agradó al Gobierno de Sanz fue la forma en la que Ulecia organizó los actos del 12 de octubre.
Según jefe del Ejecutivo riojano, «el delegado del Gobierno impuso a la Guardia Civil una determinada manera de organizar y no tuvo la valentía de dar la cara; se escondió detrás del coronel, que fue quien nos transmitió la imposición del delegado de cómo se iba a desarrollar el acto». El presidente regional señaló igualmente que «para evitar cualquier tipo de conflicto, decidimos no acudir», y subrayó que su Gobierno «estuvo, está y estará con la Guardia Civil, como es nuestra obligación», lo que testimonió con la presencia de autoridades regionales en la misa y en diferentes cuarteles de la Comunidad autónoma.
El delegado no lo entiende
Por su parte, a través de un comunicado, el delegado del Gobierno en La Rioja aseguró «no entender» la ausencia en los actos oficiales de Logroño, ya que se aplicó «el protocolo en toda la organización, reservando al presidente de La Rioja el tratamiento que tiene contemplado en ese reglamento. (Real Decreto 2.099/1983 del Ordenamiento General de Precedencias en el Estado)». Ante ello, Ulecia lamentó «si alguien se ha podido sentir ofendido por la aplicación del reglamento de protocolo».
Las relaciones entre el Gobierno de Pedro Sanz y el PP riojano con el delegado del Ejecutivo central han estado salpicadas por las fricciones y cruces de acusaciones por diversos motivos, capítulos a los que ahora se suma esta última polémica institucional.
Fuente:ABC.es
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