A algunos les podrá parecer propio de un país tercermundista que las autoridades senegalesas hayan recibido al presidente del gobierno español con la antigua bandera con el escudo del Águila de San Juan. Sin embargo, y por criticable que sea el hecho de que las autoridades de aquel país no se hayan molestado en revisar la vigencia de los símbolos nacionales de nuestro país, no lo es menos la ignorancia de quienes aquí tildan de "preconstitucional" una bandera que fue la oficial de España hasta 1981.
En cualquier caso, pocas lecciones podemos dar a los senegaleses cuando en España se incumple muy frecuentemente una legislación que, como la referente a los símbolos nacionales, obliga a que la bandera española ondee en todo edificio público, sea estatal, autonómico o municipal. Si lo de Senegal no pasa de la anécdota, de bochornoso hay que calificar el hecho de que un presidente autonómico como Montilla haya tenido que instar a uno de sus consejeros, el separatista Joan Puigcercos, a "cumplir la ley" tras ordenar éste que se retirara la bandera de España del Edificio de la Consellería de Gobernación, de la que es titular.
Claro que, para Zapatero, nada referente a los símbolos nacionales pasará de la anécdota, ya sea en Senegal, ya sea en la propia España, siendo como es el primer presidente de gobierno europeo que no tiene claro si el país que gobierna es o no una nación.
Fuente:Libertad Digital
En cualquier caso, pocas lecciones podemos dar a los senegaleses cuando en España se incumple muy frecuentemente una legislación que, como la referente a los símbolos nacionales, obliga a que la bandera española ondee en todo edificio público, sea estatal, autonómico o municipal. Si lo de Senegal no pasa de la anécdota, de bochornoso hay que calificar el hecho de que un presidente autonómico como Montilla haya tenido que instar a uno de sus consejeros, el separatista Joan Puigcercos, a "cumplir la ley" tras ordenar éste que se retirara la bandera de España del Edificio de la Consellería de Gobernación, de la que es titular.
Claro que, para Zapatero, nada referente a los símbolos nacionales pasará de la anécdota, ya sea en Senegal, ya sea en la propia España, siendo como es el primer presidente de gobierno europeo que no tiene claro si el país que gobierna es o no una nación.
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