martes, diciembre 12

Estocolmo celebró ayer la palabra y la ciencia en la entrega de los Nobel


El Konserthuset de Estocolmo rindió ayer homenaje a la palabra y la ciencia en la ceremonia de entrega de los premios Nobel , que reunió a 1.500 personas y en la que el escritor turco Orhan Pamuk fue el principal foco de atención y se llevó los más sonoros aplausos.Los siete distinguidos en las seis categorías recibieron de manos del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia los diplomas y medallas que les acreditan como ganadores del preciado premio, en el día del aniversario de la muerte del magnate Alfred Nobel, su creador.

En una ceremonia celebrada horas antes en el Ayuntamiento de Oslo, el bangladeshí Muhammad Yunus, fundador en 1976 del banco de microcréditos Grameen Bank, recibió el Nobel de la Paz por su esfuerzo por un desarrollo social y económico desde abajo. Al acto en Oslo asistió la reina Sofía de España, quien en los últimos años ha tenido un papel activo en cumbres y foros impulsados por Yunus, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998.

Protagonista del día
Después de las ausencias los dos últimos años de los ganadores en Literatura (la austríaca Elfriede Jelinek y el británico Harold Pinter) la primera por decisión propia y el segundo por enfermedad, la presencia de Pamuk centró el protagonismo de la ceremonia.En su discurso previo a la entrega del premio a Pamuk, el secretario de la Academia Sueca, Horace Engdahl, resaltó que el escritor turco ha sabido unir la forma de narrar propia de Occidente con la tradición oriental.Engdahl, que dijo unas palabras en turco, destacó que el autor de 'Nieve' ha hecho de Estambul «territorio literario indispensable», un lugar que, como en el San Petersburgo de Dostoievski, el Dublín de Joyce y el París de Proust, lectores de todo el mundo «pueden vivir otra vida tan creíble como la suya propia».



Dominio estadounidense
El presidente de la Fundación Nobel, Marcus Storch, abrió la ronda de discursos recordando el carácter internacional del premio y reflexionó sobre el claro domino estadounidense en los premios científicos de los últimos años, lo que en parte atribuyó a la competencia y desarrollo propio de sus centros de investigación. John C. Mather y George F. Smoot recibieron el galardón de Física por contribuir a mejorar el conocimiento del nacimiento e infancia del universo al descubrir el eco del 'big bang', mientras que Roger D. Kornberg se llevó el de Química por sus estudios sobre la base molecular de la denominada «transcripción eucariótica». Kornberg renovó la tradición familiar que abrió su padre, Arthur, en 1959, cuando logró el Nobel de Medicina. En esa misma categoría, a Andrew Z. Fire y Craig C. Mello se les reconoció ayer el hallazgo de la interferencia del ARN (ácido ribonucleico), que impulsó los estudios de descripción de los genes.La ronda de entrega de los Nobel la cerró Edmund S. Phelps, ganador en Economía, el único premio no instituido originalmente por Nobel , por sus trabajos en política macroeconómica, que han servido para mejorar la comprensión entre inflación y desempleo.Seis de los siete premiados son originarios de Estados Unidos, mientras que Pamuk, aunque de nacionalidad turca, también está vinculado a una universidad de este país. Todos ellos se llevan los 1,1 millones de euros con que se premia cada galardón, a repartir si hay más de un distinguido en la misma categoría.



Cena de gala
El Konserthuset estuvo adornado por 13.000 flores de la ciudad de San Remo, donde Nobel murió en 1896.El acompañamiento musical corrió a cargo de la Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo, dirigida por Petter Sundkvist y con el chelista Andreas Brantelid como solista, que interpretó piezas de Mozart, Faure y Shostakovich.Entre los 1.500 invitados figuraron miembros del Gobierno, del Parlamento sueco, del cuerpo diplomático y de las instituciones que otorgan los premios, así como familiares y amigos de los premiados. Junto a Carlos XVI Gustavo estuvo el resto de la familia real sueca: la reina Silvia, la princesa heredera Victoria y sus hermanos los príncipes Carlos Felipe y Magdalena, además de la princesa Lilian, tía del monarca. Por la noche se ofreció una cena para 1.200 invitados, incluidos 200 estudiantes.
Fuente:El Diario Montañés
Sharon Stone rompe reglas de protocolo
La actriz llegó 10 minutos más tarde que los invitados reales al salón de fiestas del Grand Hotel de Oslo."Hay que tener una muy buena explicación para llegar después de Sus Altezas Reales", comentó Carl Erik Grimstad, portavoz de la corte.
De acuerdo a las reglas que se siguen en todo el mundo, los miembros de las familias reales son siempre los últimos en ocupar sus asientos, en este caso del rey Harald V de Noruega y su esposa Sonia.
Fuente:Todito.com

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